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De Pablo VI a Francisco: los Papas relatan la Capilla Sixtina

Un lugar, cargado de arte e historia eclesial, se puede recorrer acompañado por las palabras de los Papas, auténticos testigos que han vivido en su interior momentos de gran intensidad espiritual y humana.

08/05/2025 13:00 Mundo
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Mientras las miradas y cámaras del mundo se centran en la chimenea de la Capilla Sixtina, bajo ese techo que une historia y cielo se despliega el escenario del Cónclave. Este lugar, cargado de arte e historia eclesial, se puede recorrer acompañado por las palabras de los Papas, auténticos testigos que han vivido en su interior momentos de gran intensidad espiritual y humana.

Un cofre de recuerdos

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Desde que en 1492 se celebró el primer Cónclave en la Capilla Sixtina, este espacio se ha convertido en un auténtico cofre de memorias. Así lo expresó Benedicto XVI durante su encuentro con los artistas el 21 de noviembre de 2009. Destacó su arquitectura, su simbolismo y, sobre todo, la riqueza de los frescos que la distinguen: desde las obras de Perugino, Botticelli, Ghirlandaio, Rosselli y Signorelli, hasta las impresionantes escenas del Génesis y el Juicio Final, firmadas por Miguel Ángel. Este lugar también ha acogido la música sacra, elevando el alma hacia Dios, y ha sido testigo de hechos que marcaron la historia de la Iglesia y la humanidad.

Cuando los frescos hablan

El Juicio Final, obra monumental de Miguel Ángel realizada entre 1536 y 1541, convierte la Capilla Sixtina en un faro que ilumina tanto la historia de la Iglesia como la del mundo. A un lado del altar, dos puertas conducen a la llamada "sala del llanto", donde el Papa recién elegido reza y se reviste con sus nuevas vestiduras. Benedicto XVI relató con emoción su experiencia en este lugar el 19 de abril de 2005, al ser elegido Sucesor de Pedro. Invitó a dejar que los frescos hablen, pues en ellos se refleja el destino de la humanidad: una tensión constante hacia la plenitud, pero también el riesgo de la perdición si se cede al mal. Aun así, el Cristo resucitado permanece como guía y esperanza para los creyentes.

Un cenáculo de historia y humanidad

Otra fecha memorable en la Capilla Sixtina fue el 7 de mayo de 1964, cuando Pablo VI celebró la Misa de los Artistas, definiéndola como un "cenáculo de historia, arte, religión y destinos humanos". El Pontífice exhortó a los artistas a dejarse inundar por la emoción, los recuerdos y la grandeza de este templo, recordándoles que están en un espacio profundamente vinculado a la creación artística y al alma humana.

Un santuario teológico

El Papa Juan Pablo II, al concluir la restauración de los frescos en 1994, definió la Capilla Sixtina como el santuario de la teología del cuerpo humano. Inspirado en el relato del Génesis, destacó cómo Miguel Ángel representó la belleza del hombre y la mujer creados por Dios, en un lenguaje que refleja la luz y la lógica de la fe. En su visión del Juicio Final, conviven la gloria y la condenación, pero todo bajo la mirada del Creador, reflejando la esperanza de un mundo transfigurado.

El lugar donde actúa el Espíritu Santo

En ese mismo año, Juan Pablo II recordó que la Capilla Sixtina es también el lugar donde actúa el Espíritu Santo, especialmente durante la elección del Papa. Para él, el 16 de octubre de 1978 quedó grabado como el día en que, en ese recinto sagrado, se manifestó la voluntad de Cristo a través del Cónclave. En este espacio, el Espíritu constituye al nuevo Obispo de Roma y Sucesor de Pedro.

En el centro de la historia

La Capilla Sixtina es también el lugar del "sí" al servicio, del compromiso con la humanidad y la historia. Así lo recordó el Papa Francisco el 8 de diciembre de 2024, evocando la Anunciación como el momento en que María, con su aceptación, permitió la encarnación del Hijo de Dios. Como en la famosa escena de la Creación de Adán, donde el dedo de Dios toca al hombre, en esta Capilla se entrelazan lo humano y lo divino. Francisco subrayó que, como María, también un Papa puede venir de un rincón olvidado del mundo y ser llamado al centro de la historia, guiando a una humanidad herida hacia la esperanza, detalla el portal de VaticanNews.

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