. Estos paros, impulsados por reclamos sindicales y sociales, han generado un impacto económico considerable, con pérdidas que ya superan los USD 1.000 millones, según estimaciones del Instituto de Economía (Ineco) de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE).
El costo de los paros en la era Milei supera los USD 1.000 millones El costo de los paros en la era Milei supera los USD 1.000 millones
Desde que Javier Milei asumió la presidencia, la economía argentina ha enfrentado diversos desafíos, entre los cuales los paros y manifestaciones se han destacado como uno de los mayores. Estos paros, impulsados por reclamos sindicales y sociales, han generado un impacto económico considerable, con pérdidas que ya superan los USD 1.000 millones, según estimaciones del Instituto de Economía (Ineco) de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE).
El paro más costoso tuvo lugar en mayo de 2024, pero todos los paros realizados desde entonces han generado pérdidas millonarias, algunas de las cuales solo fueron parcialmente recuperadas. El 24 de enero de 2024, el gobierno de Milei enfrentó su primer paro general, relacionado con el tratamiento de la Ley Ómnibus. Aunque no se realizaron mediciones detalladas de su costo económico, economistas consultados por Infobae estimaron que las pérdidas podrían haber superado los USD 500 millones. Para la estimación global, se consideraron solo cuatro medidas de fuerza: dos paros generales y dos paros en el sector del transporte, ocurridos entre mayo de 2024 y el mismo mes de 2025.
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El 9 de mayo de 2024, se llevó a cabo el segundo paro general, con una fuerte adhesión de gremios y sindicatos, lo que afectó a sectores clave como la banca, la educación, la salud, el transporte público, los comercios y las estaciones de servicio. El impacto económico de esta medida fue de $489.272 millones (USD 544 millones), lo que representó el 1,1% del Producto Bruto Interno (PBI) del mes y el 24,3% del PBI del día, según los cálculos de la UADE.
Martín Álvarez, economista de la UADE, explicó que el impacto se evaluó sector por sector, considerando los efectos de paros previos y las particularidades de cada industria. Algunos sectores, como la manufactura, la educación y los impuestos netos de subsidios, fueron particularmente perjudicados, con pérdidas de USD 110 millones, USD 90 millones y USD 89 millones, respectivamente.
El tercer paro general ocurrió el 30 de octubre de 2024, impulsado por la Mesa Nacional del Transporte. En este caso, las pérdidas económicas fueron de USD 204 millones, equivalentes al 0,3% del PBI mensual y al 7,2% del PBI del día. A diferencia de otros paros, en esta ocasión el servicio de colectivos continuó operando, lo que ayudó a reducir el impacto económico. Los sectores más afectados en esta oportunidad fueron los impuestos netos de subsidios (USD 89 millones), la industria manufacturera (USD 66 millones) y la educación (USD 35 millones).
El último paro general hasta la fecha ocurrió el 10 de abril de 2025, con un costo económico estimado de $208.497 millones (USD 194 millones), lo que representó el 0,3% del PBI de abril y el 6,4% de la producción diaria. Álvarez destacó que el impacto habría sido mucho mayor de no haberse mantenido operativo el servicio de colectivos, en cuyo caso las pérdidas podrían haber ascendido a USD 530 millones.
Además, el paro de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), que afectó a más de 300 líneas de colectivos en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y en diversas provincias, tuvo un costo económico estimado de USD 300 millones. Aunque no se dispone de estudios detallados, la falta de transporte público tuvo un efecto negativo en sectores como la construcción y el comercio, que dependen de la presencia física de trabajadores.
En total, los paros generales y de transporte han provocado pérdidas que superan los USD 1.000 millones, y si se incluye el primer paro general de enero, cuya medición fue imprecisa, las pérdidas económicas podrían superar los USD 1.500 millones.
Recuperación parcial y efectos sectoriales
Las estimaciones de la UADE solo toman en cuenta las pérdidas directas, excluyendo las recuperaciones que algunos sectores pudieron lograr tras los paros. Por ejemplo, se calcula que el comercio recuperó el 35% de lo perdido, mientras que los restaurantes no pudieron recuperar ninguna venta. En sectores como la industria manufacturera y la construcción, las pérdidas fueron irreparables o se compensaron con mayores costos.
Sin embargo, hay actividades que mostraron una mayor capacidad de recuperación. El sector financiero, por ejemplo, logró recuperar el 99% de sus pérdidas, mientras que las actividades inmobiliarias (96%) y la minería (50%) también se vieron menos afectadas. Fabián Castillo, presidente de la Federación de Comercio e Industria de la Ciudad de Buenos Aires (Fecoba), indicó que, aunque muchos comercios permanecieron abiertos, la jornada de paro resultó en una caída de al menos el 25% en las ventas, comparado con un día normal.
Jorge Day, economista del Ieral (Fundación Mediterránea), coincidió en que los paros tienen un gran impacto a nivel microeconómico. "Aunque el efecto en el PBI mensual es relativamente pequeño, el impacto a nivel de empresas individuales, especialmente en sectores como el comercio, es considerable. Lo que no se vende durante un paro difícilmente se pueda recuperar, y los empleadores deben seguir pagando salarios, lo que agrava la situación", afirmó.








