El martes 13: ¿mala suerte o coincidencia? La inteligencia artificial opina sobre una superstición eterna

En muchos hogares de Argentina, cada martes 13, se enciende la clásica advertencia de no casarse ni embarcarse. Pero, ¿es realmente un día de mal augurio o solo una construcción cultural que persiste en el tiempo?

Consultadas sobre el tema, las inteligencias artificiales más populares -ChatGP y Gemini- coinciden en una cosa: el temor al martes 13 no tiene respaldo científico. Se trata de una superstición profundamente enraizada en lo simbólico. El número 13 fue históricamente asociado con la desgracia, mientras que el martes, día consagrado al dios romano Marte, se relaciona con la guerra, la destrucción y la violencia. Desde ahí se podría decir que nace la aprensión.

La Iglesia Católica, sin embargo, no considera al martes 13 como un día particularmente negativo, dice Gemini. De hecho, este año coincide con la celebración de la Virgen de Fátima, un ícono de esperanza y fe para millones de fieles en el mundo, que se congrega en Portugal para celebrar su aparición.

"Lejos de las supersticiones, los datos hablan: eventos trágicos han ocurrido cualquier día de la semana. Por ejemplo, la caída de Constantinopla fue un martes, aunque no 13, y en Argentina, en 1976, un martes 13 fue detenido Jacobo Timerman, en el inicio de una persecución política", expone la IA de OpenAi.

Entonces, ¿debemos temerle al martes 13? Según la IA, no. Pero si sirve de excusa para aferrarse a cábalas o evitar decisiones impulsivas.

Gemini agrega que "la superstición en sí misma puede jugarte una mala pasada, ya que si esperás que las cosas salgan mal, podrías, inconscientemente, actuar de manera que termines atrayendo algún inconveniente. Es lo que se conoce en psicología como profecía autocumplida".

Asimismo, la inteligencia artificial de Google agrega que en la cultura anglosajona el "día yeta" es el viernes 13, pero que también es una creencia popular más que científica.

Pero aquí, Gemini agrega tres aspectos disímiles a ChatGPT cuando se le consulta sobre aquellos eventos o acontecimientos que pueden potenciar la excusa de aferrarse a equis cosa para creer que el 13 es la mala suerte: "En el Apocalipsis, el capítulo 13 se asocia con el anticristo y la bestia. En la Cábala judía, se mencionan 13 espíritus malignos. En el tarot, la carta número 13 es la de la Muerte, aunque su significado no es necesariamente literal, sino que puede representar transformación o cambio" ¿Aumenta la aprensión?

Donde nació la eternidad

En 1967, la editorial Sudamericana tomó una decisión que cambiaría la historia de la literatura latinoamericana: publicar Cien años de soledad, de un entonces poco conocido Gabriel García Márquez. Desde Buenos Aires, el libro voló como un encantamiento por toda América Latina. Se agotó en una semana y, desde allí, no paró de multiplicar lectores en todo el mundo. Hoy aún persiste ese embelesamiento con Aureliano Buendía y su descendencia.

La obra fue escrita en Ciudad de México, pero nació editorialmente en Argentina. Francisco Porrúa, el editor que apostó por aquel manuscrito, supo ver lo que vendría: una novela, un realismo mágico que condensaba siglos de violencia, ternura, soledad y memoria. Macondo se volvió mito, y con él, toda una generación de escritores latinoamericanos encontró su voz: Juan Rulfo, Carlos Fuentes, entre tantos otros.

Pero la mención especial para este apartado no es por las peripecias y astucias de los Buendía. No.

Sino porque Gabriel García Márquez nunca volvió a pisar Argentina desde que se publicó la novela en la década del '60. No fue por distancia, ni por olvido.

¿Por qué no volvió a visitar Argentina? "La explicación que se impone con mayor fuerza es la de su ingobernable superstición. García Márquez solía decir que si en Buenos Aires el éxito lo había elegido, allí también podría abandonarlo", contó en una oportunidad Solana Schvartzman, del Departamento de Investigaciones de la Biblioteca Nacional.

El Gabo creía que si regresaba la magia que lo lanzó al mundo se disolvería como un sueño al despertar. Y así, fiel a sus propias ficciones, eligió quedarse lejos del lugar donde todo comenzó, como si la eternidad solo pudiera durar si no se la mira de frente.

Creer o reventar.