Por Sergio Sinay
Vivir es gratis Vivir es gratis
Una buena conversación, un encuentro calmo, lento y tranquilo con un amigo, con tu pareja, con tu hijo o hija, con tu padre o con tu madre, es gratis. Ayudar a alguien por el sólo hecho de ayudar (y esto incluye desde acompañar a una persona anciana a cruzar la calle hasta donar horas de trabajo a una institución que cuida de huérfanos o de animales) es gratis.
Leer un libro que te lleva a otros mundos, que te hace conocer nuevas realidades, que te estimula a pensar e imaginar, es gratis. Salir a caminar por el mundo, quitarte los auriculares, sacar los ojos de la pantalla, y observar las caras de la gente, los colores del entorno, las modificaciones que se producen día a día, los sonidos que se suceden en el aire, es gratis.
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Interactuar con tu mascota. Plantar una semilla y cuidar de ella mientras se convierte en planta (en tu jardín o en un macetero) es gratis y es crear vida. Leerles cuentos a tus hijos, a tus sobrinos, a tus nietos, compartir con ellos las ideas que esos cuentos evocan, disfrazarse con ellos, es gratis (mucho más gratis, imaginativo, estimulante y activo que tantos juguetes cibernéticos, electrónicos e informáticos caros que los sustraen de la vida real). Cocinar (lo que sepas, lo que puedas, lo que salga) para otra persona y compartir esa comida con ella, es gratis.
Preguntar a alguien que conocés si necesita algo de vos, es gratis. Dar los buenos días, es gratis. Pedir disculpas es gratis. Decir por favor es gratis. Donar aquello que ya ha sido útil para vos, pero aún puede serlo para otros, es gratis. Recordar los cumpleaños de quienes querés y homenajearlos de una manera sencilla (acaso regalándoles tiempo), es gratis. Agradecer es gratis y se trata de una de las energías más poderosamente sanadoras que existen. La vida real es gratis, la vida virtual es cara (cuesta tiempo y dinero, necesitás tarjeta, billetera digital, etc.), además de artificiosa.
Por tu cuenta podés engrosar la lista de todo aquello que es gratis y mejora tu vida y la de otros. Sólo necesitás calma y tiempo. Dos cosas gratuitas.
