Prisión preventiva para Argüello y Domínguez, delatados por sus billeteras virtuales y e-mails de celulares.
Dos amigos asaltaban en Santiago armados, bien "picantes", y en modo conurbano Dos amigos asaltaban en Santiago armados, bien "picantes", y en modo conurbano
El juez de Control y Garantías con competencia juvenil, Gastón Merino, dictó ayer prisión preventiva para dos "socios", sindicados de haber arribado de Buenos Aires y destinar sus energías en perpetrar asaltos a mano armada y negociar el botín por las redes sociales.

En audiencia, el magistrado falló en contra de Carlos Argüello (porteño) y el santiagueño, Néstor Domínguez, a quienes la fiscal, Celia Mussi, les atribuye -mínimos- cuatro asaltos en capital e interior provincial. Un detalle nada secundario: habría dos cómplices aún no delatados por los imputados.
Las víctimas habrían sido identificadas con los apellidos, Cevallos, Pato (funcionario policial), Argañaraz y Gallardo, por quienes los cargos dominantes son "robo calificado por el uso de arma de fuego".
Preferencia: motos y celulares
Del proceso se desprende que los maleantes se apoderaban de motos y celulares. En cuanto a los últimos, habían abierto un sitio en Facebook, "Carlitos money", por donde canalizaban la publicidad de todo botín, reservándose la naturaleza espuria de la mercadería.
El 9 de abril se les terminó la suerte. ¿Qué pasó? Los policías descubrieron el modus operandi de la banda y hasta habrían fingido encontrarse interesados en comprar celulares. Domínguez habría "pisado el palito" y refirmado las sospechas de los investigadores.
En menos de una semana, la Justicia estableció que todos los caminos conducían a Argüello y Domínguez: eran titulares de las billeteras virtuales, cuyas arcas eran engordadas por las ganancias dado a las ventas de motos y celulares.
No fue todo. Los e-mails de los celulares robados también los situaban en sus domicilios. Imposible tantas coincidencias que no desnudase el refugio o aguantaderos de los ladrones. La aventura delictiva cesó con allanamientos y las detenciones de Argüello y Domínguez.
Un mes después, el equipo de la fiscal Mussi arribó ayer a audiencia, resuelto en cerrarles los candados a los dos imputados por un largo plazo. En la previa, las defensas (Martín Rojas, por Argüello y Claudia Luna) instaron a sendas libertades, al alegar beneficio de la duda y cero riesgos procesales. Finalmente, el juez Merino cortó por lo sano. Prisión preventiva por el plazo de Ley.








