Plantas cerradas en las localidades santafesinas de Lehmann, Suardi, Clason y en la entrerriana Gualeguaychú.
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La metalúrgica Futura, en Gualeguaychú, y Lácteos Verónica, en Santa Fe, son las últimas en engrosar la nómina de plantas paralizadas: una, por la falta de ventas y de competitividad con los mercados externos, y la otra, por la crisis financiera que arrastra y la llevó a incumplir el pago de sueldos.
Las tres plantas que la firma láctea tiene en Santa Fe (Clason, Lehmann y Suardi) siguen sin señales concretas de solución, al no poder cumplir el reclamo de pago de los 700 trabajadores del 46% de los salarios de abril.
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Una protesta laboral, que ya se llevaba a cabo en estas plantas, se intensificó esta semana, debido a que continúa sin completarse el pago de los sueldos de abril, los cuales fueron abonados en cuotas y de manera parcial.
Según datos del gremio, hasta el momento, los 438 empleados de la compañía han recibido solo un 54% del salario correspondiente al mes pasado, en tramos que incluían porcentajes mínimos, del 5%.
Desde la semana pasada, no hay producción ni ventas de productos de la marca, lo que pone en riesgo 438 empleos.
Uno de los propietarios de la empresa informó a los trabajadores que "los sueldos se pagarán, pero en cuotas," lo que no asegura el adecuado funcionamiento de la firma.
No se trata únicamente de la cuestión laboral, sino que está en tela de juicio la confianza de los tamberos, algo que se refleja en los litros de leche que se han perdido en los últimos meses.
Por su parte, una de las empresas emblemáticas del Parque Industrial de Gualeguaychú, la metalúrgica Futura, en las últimas horas comunicó a sus 22 empleados la decisión de cerrar la planta.
En el caso de no acepten las dos opciones propuestas para un retiro voluntario (un pago del 50% de la indemnización, o cuatro cuotas iguales para saldar el 65% del resarcimiento), los trabajadores quedarán en condiciones de reclamar ante la Justicia la indemnización por despidos.
Adujeron que la falta de ventas y de competitividad con los mercados externos selló la suerte de esta reconocida industria que provee y comercializa soluciones metalúrgicas de alta calidad a empresas medianas, grandes y multinacionales, del mercado local, regional y global.
El sector lácteo viene golpeado desde hace varios años. En Verónica, la problemática data de 2017.
Durante la pandemia, había llegado a procesar un millón de litros diarios de leche y logró ponerse al día con los sueldos, pero luego volvió a caer.
Actualmente, la planta de Suardi está en funcionamiento porque produce leche en polvo a fasón, es decir, para empresas que no cuentan con las instalaciones adecuadas. Además, produce suero en polvo para la empresa Arla Foods de Porteña (Córdoba).
En esa planta se elaboran queso blando y muzzarella, además de leche en polvo, a partir del procesamiento de unos 120.000 litros diarios de leche, muy lejos de los 500.000 litros de hace una década.
Lácteos Verónica llegó a procesar hasta 700.000 litros de leche diarios en sus mejores momentos.
Al inicio del conflicto, la cifra había bajado a 200.000 litros, y actualmente, con las plantas paralizadas, la producción es casi nula. En paralelo, la empresa enfrenta graves dificultades financieras.
En Sunchales, la cooperativa Sancor sigue hundida de deudas mientras espera que lleguen capitales salvadores. La cúpula de Adecoagro sigue muy de cerca el día a día de la unión de cooperativas, y personas ligadas a esa firma pidieron información acerca del estado en el que se encuentra la estructura productiva de SanCor.








