El juez Leonardo Camacho homologó un acuerdo de probation que suspende el juicio oral por "lesiones leves dolosas" contra Gustavo Gatti, vicepresidente del club cordobés, quien denunció haber recibido una patada por parte del árbitro.
Por su patada a un dirigente, Merlos fue sancionado con una donación de leche en polvo Por su patada a un dirigente, Merlos fue sancionado con una donación de leche en polvo
El árbitro Andrés Merlos fue sancionado judicialmente tras los incidentes ocurridos en septiembre de 2024 en el estadio Malvinas Argentinas de Mendoza, luego del partido entre Talleres y Boca por la Copa Argentina.
El juez Leonardo Camacho homologó un acuerdo de probation que suspende el juicio oral por "lesiones leves dolosas" contra Gustavo Gatti, vicepresidente del club cordobés, quien denunció haber recibido una patada por parte del árbitro.
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Como parte de la resolución, Merlos deberá cumplir una serie de condiciones durante doce meses: tiene prohibido acercarse a la víctima, consumir alcohol o drogas, deberá fijar domicilio y, además, donar diez latas de leche maternizada al Hospital Notti de Mendoza.
De esta manera, el árbitro mendocino evitó un juicio, aunque su imagen quedó severamente dañada, especialmente en el entorno de Talleres, donde su participación en futuros partidos del club resulta incierta.
El episodio que originó la causa se produjo el 7 de septiembre, tras la derrota de Talleres por penales ante Boca. Según la denuncia, Gatti fue agredido físicamente en la zona de vestuarios.
Días después, el presidente de Talleres, Andrés Fassi, brindó una conferencia en la que acusó a Merlos de haberlo golpeado y difundió una foto de su rostro lastimado. Por esta actitud, Fassi fue sancionado por la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) con una suspensión de dos años, aunque posteriormente logró reducir la pena ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS).
Por su parte, Merlos denunció haber sido amenazado por custodios armados que acompañaban a la dirigencia de Talleres y aseguró que su reacción fue en defensa propia. Sin embargo, la Justicia entendió que debía responder por sus actos y le impuso una sanción insólita para un árbitro de su jerarquía.








