La familiar fue imputada ya por "privación ilegítima de la libertad". Cayó presa este viernes, por "estafa" y un préstamo bancario que le quema.
Sobrina, acusada de confinar a monja en geriátrico, apropiarse de sus ahorros y ensayar insanía mental Sobrina, acusada de confinar a monja en geriátrico, apropiarse de sus ahorros y ensayar insanía mental
Una monja habría sido internada en un geriátrico trucho, motorizada en una declaración de "discapacidad" ante la Justicia y despojada de varios millones de pesos de su cuenta bancaria, trilogía por la cual quedó detenida una sobrina y hoy o mañana será indagada.
"Privación ilegítima de la libertad", "defraudación, estafa por el uso indebido de un medio electrónico" sería la imputación enrostrada a la imputada, sobrina de una religiosa de 76 años (T.G.), y ex rectora de un colegio privado y paciente con un cuadro de Alzheimer.

En el prólogo de esta historia de matices muy grises, la septuagenaria "desapareció" de su casa (en esta Capital) y su entorno alertó a la Justicia sobre la notoria ausencia y sin causas sensatas aparentes.
Días previos, la mujer había sufrido un curioso arrebato en la vía pública. Un misterioso delincuente, le robó un bolso con toda su documentación, ilícito que ahora desvela a una sobrina y muta en fuerte dolor de cabeza.
Electricista, conocido
Ya alojada en un "geriátrico" del oeste, de modo fortuito un electricista que conocía a T.G., la descubrió internada. "Sacame de aquí. Me tienen en contra de mi voluntad", habría implorado la monja. "Me dan pastillas que no necesito", acotó.
En horas, terció la policía, Fiscalía y dos médicos, expertos en salud mental. Y en breve, tiempo concluyeron que aún con esa patología, la paciente podía desenvolverse, más no ser encerrada. Un detalle nada ajeno al rompecabezas, el local que la albergaba carecía de habilitación para asistir a gente de tercera edad y enferma.
El juez de Control y Garantías, Sergio Guillet (foto), refrendó allanamiento al geriátrico trucho. En aquella primera etapa, la Justicia estableció que la solicitante de la internación fue una sobrina.

Ésta terminó imputada e indagada. Al formular su descargo, habría manifestado que amaba a su tía y que no deseaba mal alguno, confiaron los policías.
Vida civil y cuenta vacía
Ya superada esa odisea, la monja descubrió que alguien había vaciado su cuenta y hasta tramitado un empréstito. Ambos actos edificaban un millonario rojo pasivo.
Sobrevino un nuevo proceso por estafa. Con los efectivos de Delitos Económicos abocados a las maniobras, habrían establecido que el préstamo y retiro de dinero fueron concretados con las tarjetas robadas en el incidente en el que fue derribada al pavimento (¿?).
Otra vez, los policías pidieron videos sobre los cobros. Y ¡oh, sorpresa!, la persona que habría retirado los dineros era la misma sobrina que propiciaba el "encierro" de la religiosa y confinarla -por la fuerza- en un geriátrico.
Indagatoria II
Por segunda vez, la sobrina quedó imputada por estafa, cargos por los cuales acaba de ser detenida y alojada en un organismo de seguridad. Una fiscal la espera hoy o mañana para indagatoria.
Los investigadores tratan de establecer cómo las tarjetas "robadas" por un desconocido, terminaron retornando a sus manos, las que posibilitaron engordar sus arcas con un préstamo y sin luz verde de su tía.
¿Qué es una curatela y los requisitos para su aplicación?
"Sin prisa, pero sin pausa", la Justicia habría solicitado los detalles del pedido de curatela. Es decir, un proceso iniciado por el entorno de la religiosa en tribunales.
La curatela es una figura legal en la que un juez nombra a una persona (el curador) para que asista a otra (el curatelado) que, debido a una discapacidad o incapacidad, necesita apoyo para tomar decisiones o gestionar ciertos aspectos de su vida. El curador no asume el control total, sino que actúa como un asistente o apoyo, respetando la autonomía del curatelado.
Es decir, se aplica cuando una persona precisa ayuda para ejercer su capacidad jurídica, ya sea por discapacidad intelectual, enfermedad mental u otro impedimento para desenvolverse en ciertas áreas de su vida. La respuesta final, recae hoy en los médicos.
Pedidos de informes sobre sus cuentas y nerviosismo
Mientras, la Justicia prioriza la causa de la religiosa y han sido enviados múltiples pedidos de informes, en especial sobre sus ahorros. Trascendió que su sobrina concentra las sospechas más fuertes, pero arrancó una batalla legal en que todo su entorno emerge con signos de interrogación.
Relegarla a una "curatela" con el solo propósito de quedarse con sus dineros es la teoría más sencilla, básica, pero no carente de sentido: el móvil económico es el que guía a los investigadores y con base en un tamiz que ahora agobia a muchas personas.
¿Por qué? La monja aún enferma, hace muchos años que generaría dinero, pero esos ahorros no aparecen. Desde esa realidad tangible hoy o mañana partirá la indagatoria a la sobrina.
Su entorno abrió el paraguas y sugirió que quizá la víctima no recuerda, pero también ha participado en algunos trámites con sus dineros, sin soslayar "que se alimentaba con lo mejor y sus remedios, bastante caros".
Verdades a medias, o mentiras insalvables, los expertos de Delitos Económicos ya se adentraron en los grises de las cuentas de la religiosa. Su salud endeble y la perplejidad de su entorno delatan nerviosismo y delinean un desenlace más que imprevisible e incierto.








