El menor convivía con perros salvajes en condiciones insalubres, sin acceso a educación ni contacto humano. Su madre y su hermano fueron detenidos.
Tailandia: rescatan a un niño de 8 años que vivía aislado y se comunicaba con ladridos Tailandia: rescatan a un niño de 8 años que vivía aislado y se comunicaba con ladridos
Un impactante caso de abandono infantil conmociona a Tailandia, donde la policía rescató a un niño de 8 años que vivía aislado en una choza rodeada de perros salvajes, sin escolarización ni contacto humano significativo. El pequeño, que no sabe hablar y solo emitía ladridos, fue hallado a fines de junio en la localidad de Lap Lae, al norte del país.
El rescate se produjo luego de una denuncia realizada por la activista por los derechos del niño Paveena Hongsakul, quien fue alertada por la escuela local tras notar la prolongada ausencia del menor, que nunca había sido inscrito formalmente a pesar de que su familia recibía un subsidio estatal para su educación.
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"No hablaba, solo ladraba. Fue lamentable verlo en ese estado", expresó Hongsakul, visiblemente conmovida por la escena.
El niño vivía junto a su madre y su hermano de 23 años, quienes fueron detenidos tras dar positivo en pruebas de drogas. Según relataron vecinos, la madre solía pedir limosna en la zona y la familia era conocida por su extrema precariedad y aislamiento social.
De acuerdo con las autoridades, el menor habría adoptado el comportamiento de los perros como única forma de socialización, en un entorno completamente carente de estímulos humanos básicos.
"Su madre no le ha permitido ir a la escuela desde que recibió el subsidio para educación gratuita. Después de conseguir el dinero, simplemente lo mantuvo en casa", denunció Hongsakul en diálogo con el diario británico The Mirror.
Actualmente, el niño fue derivado a un centro de asistencia infantil, donde comenzó a recibir atención médica, psicológica y educativa. Un portavoz oficial aseguró que el Estado hará un seguimiento integral para garantizar su recuperación y reintegración.
"El niño tendrá la oportunidad de tener una buena vida. Le daremos seguimiento para asegurarnos de que reciba todo lo que necesita", afirmó el vocero.
El caso reabre el debate en Tailandia sobre los vacíos en el control del uso de subsidios sociales y la necesidad de un sistema de protección infantil más eficiente, especialmente en comunidades rurales y vulnerables.
