Gabriel Romanelli dijo que el bombardeo sobre la parroquia "fue una sorpresa"
La cruda declaración del párroco argentino herido en el bombardeo a la Iglesia de Gaza La cruda declaración del párroco argentino herido en el bombardeo a la Iglesia de Gaza
El padre Gabriel Romanelli, párroco argentino de la única iglesia católica en toda la Franja de Gaza, la Iglesia de la Sagrada Familia, brindó su testimonio tras el bombardeo que sufrió el templo este jueves. Herido durante el ataque, Romanelli aseguró con firmeza que "fue un impacto directo", una declaración que subraya la gravedad de lo sucedido.
"Había terminado en mi despacho una reunión. Me acerqué a tomar mate con otra joven que nos vino a ayudar y se escuchó la explosión", relató sobre el momento en que recibieron el ataque.
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Romanelli aclaró que "en ese momento había menos gente porque yo pedía que se pusieran a reparo por los bombardeos, pero hace mucho calor y a veces es difícil que los niños se queden adentro".
"Dicen que fue un error, pero impactó en el frente del templo, un templo de piedra. Fue un impacto directo, con esquirlas y heridos por esquirlas todo el tiempo. Esto fue una explosión y se ve claramente", aseguró.
La Iglesia de la Sagrada Familia, una robusta construcción de piedra ubicada en el norte del enclave palestino y perteneciente al Patriarcado Latino de Jerusalén, se había convertido en un vital refugio para civiles desde el inicio del conflicto. "Tenemos menos de 500 refugiados", detalló Romanelli, evidenciando el rol humanitario del lugar.
El ataque fue confirmado por el Patriarcado Latino de Jerusalén, que precisó que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) fueron las responsables. El cardenal Pierbattista Pizzaballa, Patriarca Latino de Jerusalén, informó que, lamentablemente, el bombardeo dejó cuatro personas fallecidas y siete heridas, además del propio padre Romanelli. El sacerdote argentino se hizo conocido por las llamadas diarias del entonces papa Francisco, quien buscaba expresar su solidaridad con los habitantes de la Franja.
Las palabras de Romanelli añaden una perspectiva directa y dolorosa sobre el impacto de la ofensiva en un lugar de culto y refugio, en medio de la escalada del conflicto en la región.








