Adolescencia: por qué los límites se desafían constantemente 

El reciente caso de dos adolescentes que huyeron de su hogar en la provincia de Buenos Aires, reabrió el debate sobre los límites, la rebeldía y el acompañamiento adulto en esta etapa.

Algunos especialistas señalan que "la adolescencia necesita transgredir", y al entender cómo funciona su mente se puede aportar claves para prevenir situaciones de riesgo, otros apuntan al comportamiento de sus mayores en la niñez.

En el caso de las chicas que no regresaron a su casa, una de las hipótesis es que no lo hicieron por miedo a una represalia, luego de haberse pasado del horario pactado para la vuelta, y los expertos analizan que "si el adolescente sabe que cuando no cumple con el horario tendrá un problema importante, tal vez termina eligiendo huir antes que afrontar la consecuencia".

La licenciada en Psicología Jacqueline Orellana Rosenberg, remarcó que, más allá de los detalles específicos de cada caso, la transgresión de límites es una característica central de esta etapa vital: "La adolescencia es el momento en el que se necesita comenzar a formar la identidad. Para poder formar mi propia identidad, lejos de la que tiene mi madre o mi padre, necesito tomar distancia. Y muchas veces, esa distancia se construye ocultando, mintiendo o desobedeciendo".

Planteó que muchos padres aún intentan aplicar el mismo control que usaban cuando sus hijos eran niños, sin registrar que los modos de vincularse deben cambiar: "Los límites en la adolescencia no se imponen, se negocian. No es 'no vas', es 'vas, pero si no vas a cumplir el horario, avísame', porque eso tiene que ver con tu seguridad, no con que yo me enoje".

La Lic. Rosario Sanguedolce, especialista en Psicología infantil, planteó en declaraciones a EL LIBERAL, que "la pregunta es qué capacidad tiene el adulto de configurarse como figura de autoridad y poner límites".

"El niño necesita un límite, un contorno, para aprender qué es lo que tiene que hacer y lo que no tiene que hacer, más en los primeros años, porque después nos encontramos con adolescentes a los cuales no se les ha puesto límites de niños y en esta etapa es mucho más difícil lograrlo. Entonces, es importante configurarse como figura de autoridad, de confianza, y sobre todo una figura en la que el niño confíe", amplió.

Cada historia merece un análisis profundo

"Hay un 'por qué' detrás de cada historia de un joven desaparecido y cada caso merece un análisis profundo.

En muchas circunstancias, estos casos se dan por situaciones extremas de maltrato o violencia en la casa, por lo que los adolescentes necesitan huir. En otros casos son llamados de atención y aquí puede haber muchas variables en el porqué.

Es interesante resaltar que el adolescente, en su búsqueda de identidad muchas veces pretende desentenderse de la familia, desasirse de ella, y tienden a incurrir en la fuga.

La necesidad de un adolescente de pertenecer a un grupo, de socializar, de desprenderse de la familia, puede llevarlo a veces a tener este tipo de conductas, según sea la historia personal de cada adolescente, sus vínculos, entre otras cosas" (Lic. Rosario Sanguedolce).

Poder contar lo que les pasa sin miedo al castigo

Frente a una situación tan dolorosa como es la desaparición de adolescentes, la psicóloga Jacqueline Orellana Rosenberg, remarcó en entrevista con Noticias Argentinas, la importancia de que los adultos abran canales de comunicación reales, sin juzgar y sin invadir.

"La transgresión es inevitable. Lo que los chicos necesitan es saber que tienen un espacio de escucha, donde puedan contar lo que les pasa sin miedo a ser castigados o rechazados".

Personalidad

"Cuando en la adolescencia no se transgrede nada, quedamos muy pegados a personalidades que no nos pertenecen y eso puede traducirse en patologías en la adultez. Porque ahí hubo algo de la identidad no se armó, no hubo espacio para diferenciarse", añadió.

Qué aconsejan de los especialistas para ayudar a los padres a tratar con adolescentes que muestran rebeldía

Para ayudar a tratar con adolescentes rebeldes, los especialistas aconsejan:

Aceptar los cambios. Tu hijo ya no es un niño, se está desarrollando y eso es sano. Acompañar con respeto esta etapa de crisis hará que todos la atraviesen de una manera más positiva.

Establecer límites. Los castigos no son la solución. Negociar y establecer límites con respeto será la mejor manera de concretar un acuerdo favorable.

Apostar por una buena comunicación. Lo primero que hay que hacer es escuchar, conocer qué piensa, qué problemas lo aquejan. Sentirse valorado le dará confianza. Las conductas rebeldes se deben intentar prevenir mediante una buena comunicación.

Ser empático. Todos pasamos por esta etapa y no siempre nuestro comportamiento fue el más sensato. Hay que recordar que es una etapa más y que no durará para siempre.

Evitar comparaciones. En la adolescencia todos quieren ser originales y únicos. Las comparaciones afectarán su autoestima. Es importante reconocer sus logros y motivar sus buenas actitudes.

Predicar con el ejemplo. Las reglas y limites deben regir para todos. El adolescente va a respetar los acuerdos, siempre y cuando vea un comportamiento congruente en los adultos.