El seguimiento ecográfico durante el embarazo permite identificar condiciones maternas que podrían influir en la lactancia.
Cuando la tecnología acompaña al vínculo materno-infantil Cuando la tecnología acompaña al vínculo materno-infantil
La lactancia materna es una de las formas más eficaces de garantizar la salud y la supervivencia de los niños, y para asegurar un inicio exitoso y un acompañamiento adecuado, el seguimiento médico continuo y la tecnología avanzada son aliados fundamentales.
Durante el embarazo, el seguimiento ecográfico permite evaluar en forma temprana la salud y el desarrollo del bebé, así como identificar condiciones maternas que podrían influir en la lactancia.
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"Se puede detectar una posible hipoplasia mamaria o problemas endocrinos asociados, lo que permite anticipar la necesidad de apoyo especializado en el inicio de la lactancia y planificar un acompañamiento más personalizado desde el nacimiento", ejemplifica Alfredo Ludueña, especialista en imágenes de CSH (Centro de Servicios Hospitalarios).
Los ecógrafos pueden aportar datos clave sobre el desarrollo fetal, el crecimiento intrauterino, la posición del bebé y condiciones anatómicas o funcionales del recién nacido (alteraciones en el paladar o mandíbula) que podrían dificultar la succión.
"La evaluación ecográfica mamaria permite observar la estructura del tejido glandular, anticipando posibles desafíos en la producción de leche, así como también puede mostrar lesiones", señalan desde la citada empresa, a la vez que aseguran que estos "facilitan un trabajo coordinado entre obstetras, neonatólogos y consultores en lactancia".








