Dolar Oficial: - Dolar Blue:- Dolar CCL:- Dolar Bolsa: - Dolar Mayorista: -

EL LIBERAL . Santiago

Relatos santiagueños: entre la tierra seca y la memoria fértil

CONTENIDO PATROCINADO

CONTENIDO PATROCINADO.

13/08/2025 08:00 Santiago
Escuchar:

Relatos santiagueños: entre la tierra seca y la memoria fértil Relatos santiagueños: entre la tierra seca y la memoria fértil

HACÉ CLICK AQUÍ PARA UNIRTE AL CANAL DE WHATSAPP DE EL LIBERAL Y ESTAR SIEMPRE INFORMADO

Santiago del Estero no necesita gritar. Le basta el crujir del monte, el crujido de la tierra reseca al paso del ganado flaco, para contar su historia. Ahí donde el quebracho resiste el olvido, los relatos brotan como cardones en la siesta: lentos, fuertes, determinados. Cada pueblo, cada patio de tierra con horcón torcido, guarda un cuento. A veces, ese cuento es puro recuerdo. A veces, invención. A veces, ambas cosas.

La memoria santiagueña, fértil como pocas, florece incluso donde no hay agua. Una paradoja, sí, pero también una verdad vivida. Lo que parece desierto es, en realidad, una enciclopedia de voces. Y no todas están en los libros. 

También te puede interesar:

Entre la Chacarera y el Silencio

El relato oral es el lenguaje oficial en muchas esquinas de Santiago. Donde no llegó la señal de radio, llegó la abuela, con voz grave, a relatar cómo un toro se volvió fantasma, o cómo la luna castigó a un hombre por mentir. En la zona de Añatuya, el 76% de las personas mayores de 60 años reconoce haber recibido de sus mayores relatos orales como única fuente de conocimiento local. Eso no es folklore: es un archivo vivo.

Pero no todo es música y leyenda. También hay ausencias. Calles sin nombre, escuelas sin biblioteca, jóvenes que se van y no vuelven. El silencio es otro tipo de relato. Uno más difícil de contar, pero tan presente como el canto de la chicharra.

Nota práctica: Si te interesa acceder a archivos históricos, descargar audio o explorar los orígenes del norte de Argentina, puedes beneficiarte de una VPN. Una VPN potente como VeePN puede ayudarte a eludir las restricciones regionales. Cuenta con miles de servidores VPN para desbloquear la biblioteca de cualquier región.

Relatos que curan

Hay cuentos que no son cuentos. Son bálsamos. Cuando la lluvia no llega, cuando la cosecha se pierde, cuando la casa se llena de polvo, alguien se sienta en ronda y empieza: "Yo me acuerdo cuando…". Y así, la memoria cura lo que la realidad agrieta.

Una mujer de Quimilí relataba en 2021 que, en plena pandemia, su nieto le pidió que le contara la historia del zorro que hablaba guaraní. No la había contado en 40 años. Lloró al recordar. Rió al terminarla. Esa es la medicina: la palabra viva.

El monte como escenario

Los relatos santiagueños no necesitan castillos. Les basta un algarrobo viejo, una huella borrosa, una tapera abandonada. El monte —ese gigante que lo observa todo— es protagonista y testigo. En él se esconden personajes como "el alma mula", "el familiar", "la viuda negra". No es coincidencia que el 65% de los cuentos registrados por investigadores locales entre 1995 y 2015 se ubiquen en parajes semiáridos o rurales. La soledad inspira.

Y entre los surcos de ese paisaje, también germina la conciencia. "Donde antes escuchábamos miedo, ahora escuchamos lucha", dice un docente rural de Ojo de Agua, refiriéndose a cómo los relatos se transforman con los tiempos. Ya no se trata solo de espantos: también se habla de resistencia, de derechos, de dignidad.

De la oralidad al pixel

Hoy, en pleno siglo XXI, no todos los relatos viven en la garganta. Muchos emigraron a los teléfonos. Jóvenes de La Banda están creando podcasts en quechua y español, donde graban a sus abuelos contando historias. El proyecto se llama "Relatos del Viento". Ya llevan más de 60 episodios. Algunos tienen miles de escuchas en plataformas digitales.

Y es ahí donde entra la paradoja moderna: para que un joven santiagueño pueda escuchar en Spotify la voz de su bisabuela, a veces necesita una conexión robusta. A veces, esa conexión está limitada por la ubicación. Por eso, el uso estratégico de herramientas digitales (como las redes privadas) permite conservar y compartir lo que de otra forma se perdería en el ruido de las metrópolis.

En síntesis, si una historia puede viajar de la boca al byte, también puede sobrevivir a la distancia.

VPN y otras yerbas

En zonas rurales, el acceso a contenido educativo y cultural en línea aún presenta brechas. De hecho, un informe del INDEC 2023 destaca que solo el 43% de los hogares rurales en Santiago del Estero cuentan con acceso a internet de calidad. Allí, utilizar un recurso como una VPN VeePN será la diferencia entre participar o quedar al margen del mundo digital que también archiva memorias. Este es tu escudo y una forma de guardar tus datos.

No todo se cuenta igual

Claro que hay riesgos. Algunos relatos se romantizan. Otros se tergiversan. La memoria fértil también puede dar frutos amargos. En el relato del santiagueño no hay una sola verdad, y eso es parte de su riqueza. Hay quien cuenta que el "duende de los telares" robaba a los que no sabían hilar bien. Otro jura que ayudaba a las mujeres pobres a terminar sus mantas. Ambos lo vieron. Ninguno miente.

No es cuestión de decidir cuál es cierto. Es cuestión de escuchar.

Cierre con tierra

La tierra santiagueña —seca, áspera, antigua— no pide permiso para guardar relatos. Los absorbe. Los cuida. Y cuando hace falta, los escupe con fuerza, para que alguien los escuche. Quizás un niño, quizás un forastero. No importa.

Porque en Santiago del Estero, la memoria no es un archivo. Es un latido.

Y aunque no llueva por meses, los relatos siguen cayendo, como una llovizna silenciosa que empapa el alma.

Lo que debes saber
Lo más leído hoy