Horror en Lomas de Zamora: los terribles detalles del niño de 8 años asesinado por su padre

Natalia Ciak, de 41 años, atraviesa un calvario desde el martes 5 de agosto. Esa mañana, su expareja Alejandro Rufo (52) asesinó a su hijo Joaquín, de 8 años, en la casa que compartían en Lomas de Zamora, y luego intentó quitarse la vida. Según fuentes cercanas a la familia, Rufo aprovechó que estaba solo con el niño para asfixiarlo mientras dormía: "Le tapó la cabeza con una almohada", revelaron.

La pareja estaba en medio de un proceso de separación y realizaban terapia de forma individual. Rufo prometió irse de la casa en pocos días, aunque continuaba ejerciendo violencia verbal sobre Natalia. Según allegados, Natalia "jamás creyó que podría atacar a Joaco", mientras que Alejandro "estaba celoso de la relación que ella tenía con su hijo".

Ese día, Rufo preparó un café para Natalia y la llevó a tomar la combi que la trasladaba a su trabajo, ya que asistía presencialmente tres días a la semana. Debería haber llevado a Joaquín al colegio, pero nunca lo hizo. Natalia comenzó a sospechar algo extraño porque, habitualmente, su hijo avisaba al llegar a la escuela mediante videollamada o mensajes. Ese día, no hubo señales. Al comunicarse con la institución, recibió la impactante respuesta: "Joaquín no vino hoy".

Mientras tanto, Rufo realizó publicaciones agresivas contra Natalia en redes sociales. Una de las hipótesis es que se habría enterado de que ella planeaba irse de la casa ese mismo día, información conocida únicamente por la hermana de Natalia. La misma fuente señaló: "Joaquín le decía que no estaba tranquilo", refiriéndose a que el niño no soportaba los maltratos hacia su madre.

Cuando Natalia intentó comunicarse con Alejandro para saber por qué no había llevado a su hijo al colegio, él respondió que se quedara tranquila, que borraría las publicaciones y que su hijo estaba durmiendo. "Cuando dijo eso, ya lo había matado", enfatizó la fuente.

Al notar que algo estaba mal, Natalia llamó a la Policía y alrededor de las 10.00 se retiró de su trabajo para dirigirse a su casa, ubicada en la calle Eustaquio Díaz Vélez. Con un patrullero esperándola en la puerta, se encontró con la escena aterradora: Rufo estaba en el living ensangrentado y Joaquín, muerto, en su habitación. "Ella le sacó la almohada de la cabeza", detallaron.

Rufo fue trasladado de urgencia al hospital Gandulfo, donde permanece internado en la unidad de terapia intensiva bajo custodia policial. La misma fuente aseguró que Natalia "jamás imaginó que el papá de su hijo le haría algo así" y que no tenía problemas psiquiátricos, como se había mencionado inicialmente.

La causa, caratulada como homicidio agravado por el vínculo, quedó a cargo de la fiscal Fabiola Juanatey, de la UFI N.º 2 de Lomas de Zamora. Natalia aún no declaró ante la Justicia y contará con abogado en los próximos días.