La bandeña, docente de alma y soñadora incansable, coronó con un 10 su tesis final y se convirtió en un símbolo de perseverancia, valentía y amor por el conocimiento. Su historia emociona y abre caminos.
A los 76 años, Susana Orlandi hizo realidad su sueño y se convirtió en la primera arquitecta recibida en la UCSE A los 76 años, Susana Orlandi hizo realidad su sueño y se convirtió en la primera arquitecta recibida en la UCSE
Elegir una carrera, sostenerla, construirla con convicción, reinventarse. La historia de Susana del Carmen Orlandi, una mujer bandeña de 76 años, no conoce de límites, sino de sueños cumplidos. Acaba de convertirse en la primera arquitecta recibida en la carrera de Arquitectura de la Universidad Católica de Santiago del Estero (UCSE). Y su logro no es solo académico: es profundamente humano.

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(Susana Orlandi- arquitecta. Foto: Facebook)
Desde joven había soñado con ser arquitecta. Pero los años difíciles de la dictadura en los setenta, y un contexto familiar desafiante, la empujaron por otro camino: la docencia. Lo hizo con pasión, dedicación y vocación. Sin embargo, ese anhelo de diseñar, de crear, de dejar huellas, siguió latiendo en ella.
Cuando la UCSE abrió la carrera de Arquitectura, Susana no dudó. Con 71 años se inscribió y comenzó una nueva etapa. Con esfuerzo, disciplina y una fuerza emocional que conmueve, cursó cada materia y llegó al momento soñado: la defensa de su tesis. La presentó, emocionó y deslumbró. El resultado: un 10.
En un mundo donde muchas veces se ponen barreras por la edad o el género, la historia de Susana es una respuesta luminosa. Porque ser mujer y estudiante adulta muchas veces supone el doble de esfuerzo. Pero también revela una verdad que no tiene edad: nunca es tarde para cumplir un sueño.
Hoy, familiares, amistades y cientos de personas en redes sociales celebran su logro. Con cada mensaje, con cada abrazo, con cada palabra de aliento, el ejemplo de Susana crece y se multiplica.
La arquitecta Orlandi no solo construyó su futuro, construyó un mensaje para todas las generaciones: que la voluntad, el deseo de aprender y la pasión por lo que uno ama no entienden de tiempo ni de límites.
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