Por Aníbal Costilla.
"Un mundo cada día más distópico", según Pablo Donzelli "Un mundo cada día más distópico", según Pablo Donzelli
Pablo Donzelli (1974) es santiagueño, pero vive y desarrolla su actividad literaria, como autor y editor, en la vecina provincia de Tucumán. Publicó los libros: Hemisferio izquierdo (1999), Los perfectores (20039, La sonrisa que pintó Leonardo (2007), El diario de pablo (2018) y Pasar el Infiernillo (2022). Fundó la revista Trompetas completas (2004-2025). Integra el grupo editorial de la revista y editorial La Papa.
En la contratapa de esta nueva edición de su novela Jugo (La Papa Editorial, 2025), María Lobo señala que "Pablo Donzelli se apropia de esa clase de fragmentos que Kafka parece haber fundado para pensar a la vida moderna en el correr de los siglos. El narrador de Jugo es un funcionario que acude todos los días a una oficina en la que trabajan cinco compañeros. Esa situación iniciática esconde la primera cifra kafkiana: los empelados son seis pero sólo hay lugar para cuatro. Y de ese cuadro de elementos desencajados emerge en tensión distópica un universo que, como lo señala Mario Flores en el epílogo, tiene algo de Orwell, de El eternauta o de Dune en tanto el narrador emprende una resistencia febril a los órdenes ocultos [ ]".
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En esta entrevista conversamos sobre la reedición de esta novela que fue publicada por primera vez hace diez años y que hoy se pone a consideración de los lectores a través de otra apuesta editorial de La Papa, que incluye en su catálogo a grandes narradores y poetas argentinos.
1).- Tu novela "Jugo" se publicó por primera vez en el año 2015, ¿qué significa para vos como autor esta nueva edición después diez años?
Primero que nada, estoy muy contento. Me falta ver la respuesta de la comunidad, si valoran o no la existencia de esta novela corta. Ahora, con el resultado a la vista: los dibujos de Rosalba Mirabella, el epílogo de Mario Flores y contratapa de María Lobo, siento que estoy brindando algo bueno, y muy bien acompañado. En el 2015 edité con el antiguo sello de Trompetas Completas 500 ejemplares y no me quedó ninguno. Por eso asumo el riesgo de ofrecer nuevos libros, con una edición más cuidada.
2).- ¿Cómo surgió el proyecto y la concreción de esta nueva publicación, esta vez en La Papa Editorial que vos diriges? ¿Qué decisiones tuviste que tomar, tanto como autor y editor?
Creo que la idea llegó con los 50 años, ahora tengo 51. Se me ocurrió ya empezar a dejar las cosas ordenaditas. Le propuse a un editor amigo revisar mis novelas anteriores, trabajarlas bien y que queden con moño para quien quiera leerlas. Me rechazaron la idea. De todos modos seguí con el objetivo y le propuse a otra editorial publicar "Jugo". Como no hubo respuesta, aplicó "la tercera es la vencida" o "hágalo usted mismo".
Si bien estaba muy contento con el resultado, después de publicada, reconocí las partes débiles. Por eso me junté con María Lobo, una gran escritora tucumana y, no sólo apuntalamos esas flojeras, sino que creo que le pusimos un plus, como los títulos a cada capítulo, por ejemplo. Respondiéndote la pregunta, la decisión fue buscar editores.
3).- ¿Qué cambios va a encontrar el lector en esta nueva edición?
El principal cambio es que el objeto libro está muy bien hecho. La tapa es una obra de arte y la contratapa un lujo. Además, está el epílogo de Mario Flores, una invitación al lector a que después de leerla pueda seguir dialogando un rato más de la novela.
Y como ya dije, con pequeñas vueltas de tuercas que me parece que fortalecen el relato.
4).- Varios lectores señalaron una influencia kafkiana en la configuración de la historia (el escenario oficinesco y burocrático, la arquitectura repetitiva de la ciudad, la monotonía y la rutina impuesta a sus personajes, etc.), ¿cómo creaste el ambiente donde se desenvuelve el narrador y su cotidianeidad?
Sin dudas está la influencia de Kafka, pero a través de Mario Levrero. En esos años, estaba maravillado con la lectura del uruguayo, que justamente sus primeras novelas eran claramente kafkianas. Pero están El Eternauta, El Principito y Fahrenheit 451, seguro también. Quise retratar un mundo totalmente rutinario, empecé por una oficina, pero me metí con el día entero, incluso con los sueños. Después había que encontrar el porqué.
5).- ¿Tuviste en cuenta la influencia señalada al momento del diseño formal de la novela?
No conscientemente, no, para nada. Una vez que encontré el hilo, y con esta novela me pasó desde el principio, no lo solté más, sin mirar a los costados le metí para adelante.
6).- El libro entrecruza el lenguaje narrativo con cierta potencia reveladora de la poesía. ¿Cómo lograste articular esas dos dimensiones sin menoscabar la solvencia integral de la historia?
Esta respuesta me cuesta pero me halaga tu pregunta. No sé cuál sería la potencia reveladora de la poesía, aunque ojalá escribiera en poesía. Ojalá en mis relatos se escuche una música, tengan un ritmo poético. Quizás la respuesta sea por la incorporación de los sueños.
7).- Teniendo en cuenta que esta novela es del año 2015, ¿crees que mantiene actualidad en los temas que se desarrollan en el libro?
Muchísima actualidad, cada vez más actual diría un amigo mío. No porque la novela avance, sino porque el mundo en que vivimos es cada día más distópico. No hace poco se coqueteaba con la tercera guerra mundial, por suerte, parece que alguien les dio un tirón de orejas a los máximos líderes mundiales y se calmó un poco la cosa.
8).- ¿Crees que "Jugo" sirvió de base para tu desarrollo creativo posterior? En caso afirmativo, ¿identificas huellas narrativas de ese libro en tu producción actual? Y, en caso negativo (aunque se puede responder igual), tomando distancia de la novela "Jugo", ¿qué diferencias existen entre esta y tu actual escritura?
No tengo dudas que me sirvió para mi desarrollo creativo posterior. Si hay algo que creo que nos enseña a escribir mejor, aparte de la lectura, es ver nuestros escritos publicados. Cada libro me va dejando claro lo que no tengo que volver a hacer. Y con "Jugo" me pude dar el gusto de borrar unas cositas y poner otras. Diez años después identifico dos claras huellas: de alguna manera "Pasar el Infiernillo", mi última novela, repite la estructura narrativa de "Jugo", ese sería literalmente un camino, la de un héroe, un antihéroe más bien, recorriendo un camino. La otra línea está dada por "El diario de pablo" (con minúsculas pablo, para que el personaje no se confunda conmigo), que es más contemplativa y donde quizás fue a parar esa revelación poética.

ANÍBAL COSTILLA. El Mojón, Pellegrini, Santiago del Estero, Argentina. Docente, escritor y editor. Escribe poesía y narrativa. Publicó, entre otros, los libros "Esto parece eterno" (Rangún, Caleta Olivia, 2019), "La urdimbre del miedo" (Buenos Aires Poetry, 2020), "Última oportunidad + 2 Poemas" (Arroyo Ediciones, 2021), "Antología I, Poesía Circular" (Mundar, 2021) y "El paraíso podría esperar" (Camelot América, 2022). Obtuvo el 1° Premio Nacional de Poesía Inédita "Enrique Banchs" (Fund. Arg. para la Poesía, 2022). Forma parte del grupo "Poesía Circular" y de "Poetas del Norte Entero". En narrativa publicó la novela "Combi" (La papa editorial, 2023). Su último libro publicado es "Las semillas" (Salta el Pez Ediciones, 2025).-








