Crónicas desde el colchón de una perdedora y entrevista a Mussu 

Todos tuvimos un momento de colchón prestado; esta es una crónica de colchón prestado, no el retrato de una ganadora. Cuando perdí el último trabajo formal que tuve, me quedé tomando un mate amargo, mirando la pared. Amargada y sin salida. Estaba descalza y sentía cómo la tierra se acumulaba en los talones. Era una talón partido que buscaba qué hacer de su vida. Me quedé enroscada en mis pensamientos, zigzagueando entre el cielo y el infierno. De pronto aparecieron voces que acompañaban mi mente: "No vas a poder salir de esta, sos una inútil, encima con discapacidad, ¿quién te va a contratar?". Mis viejos me miraban y me cebaban mate mientras pasaba una noche que duró un montón de años.

Procesé mi tristeza de la forma más efectiva y barata que pude: me quedé viendo videos de YouTube. Alternaba entre videos de la Faraona, recetas de cocina, tutoriales y podcasts para entretenerme hasta poder encontrar qué hacer con ese nuevo tiempo libre. Pero la espiral de la tristeza no terminaba hasta que caí en el podcast "Amigas por WhatsApp". Había otras personas que se unían por las desgracias y las tristezas, y me aferré al podcast y a la voz de Mussu, como si fuera la última coca en el desierto.

Pasó el tiempo y Mussu largó el podcast "Desayuno del emprendedor". Ahí fue cuando me puse manos a la obra. Debía dejar de esperar el momento soñado y empezar a trabajar en mí. Agarré el teléfono, saqué un turno con mi actual psicóloga y me puse a procesar en todo mi dolor para crecer. Empecé a diseñar proyectos para libros, para la sociedad, para mí. Me puse a escribir con seriedad. Empecé nuevas ideas, competí, perdí, perdí, perdí y volví a perder, hasta que alguien dijo "sí, ¿por qué no? Dale".

Fue necesario soltar esa lástima escondida de piedad que me tenía cada vez que me miraba en el espejo, y mover el tuje hasta que mi lluvia pase. Había que galopar bajo la llovizna para guarecerme de la tormenta que se aproximaba si no me movía. Porque todos estamos de acuerdo en que crecer duele en el cuerpo y en el alma, pero sin dolor no hay vida.

No puedo decir que lo logré, porque todavía estoy galopando, pero ya no me siento en ese momento incómodo que me largaba a llorar escondida en el baño para que nadie viera el fracaso. Ya no me odio tanto. 

Hoy me quedé conversando con Mussu, ya no desde un podcast sino desde una entrevista, y sentía cómo me llegaba una idea central como un rayo desde su boca: emprender es, antes que nada, un proceso de autoconocimiento. Él creció en un entorno donde los emprendedores eran vistos como vagos, lo que lo llevó a negar durante años su impulso natural de crear. Pero cuando se animó a seguir su instinto, descubrió que acompañar a otros no era solo un oficio, sino una manera de devolver lo aprendido. Su método se fue formando de manera orgánica: mirar menos el negocio y más las creencias que lo sostienen. Esa mirada lo llevó a entender que los tropiezos no son fracasos, sino datos valiosos para seguir probando, y que la pregunta clave —"¿qué querés?"— es la brújula que mantiene viva la motivación incluso cuando todo tiembla.

En sus palabras se percibe una filosofía de vida atravesada por la aceptación, la autenticidad y la energía bien dirigida. No cree en separar lo personal de lo profesional: todo se mezcla y eso está bien, porque lo importante es decidir qué hacer con lo que toca. Sus consejos son simples pero firmes: rodearse de personas que nutran, no tener miedo a no saber, y recordar que la energía que se usa para castigarse puede ser la misma que impulse el cambio. Hoy, mientras trabaja en silencio en nuevos proyectos y prepara su segundo libro, Mussu elige crear sin la presión del resultado, con la certeza de que cada intento —fallido o no— lo acerca un poco más a su propósito.

Ahora vos, si estás pasando por el momento del colchón prestado, te entiendo y te acompaño. Es un momento muy solitario, en el que nada parece lo que realmente es. Seguí intentando, con más fuerza, pero seguí. No te puedo decir que hacer, pero tienes que hablar con vos mismo y enfrentarte. Fuerza. Duele pero es necesario. 

Entrevista a "Mussu" Lucas Muzzupapa 

Lucas, conocido como Mussu, es emprendedor, creador de contenido y mentor con más de quince años de experiencia. Es autor del proyecto "Tenedor Libre" (desde 2014) y coautor del podcast "Amigas por WhatsApp" junto a Martín Cirio (2022). Además, es streamer en Twitch, donde conduce Mussulandia, y mentor en proyectos internacionales. En 2023 publicó su libro "Atajos, fórmulas y revelaciones para emprender sin morir en el intento", donde comparte herramientas y experiencias sobre el camino del emprender con autenticidad y humor.

1. Mussu, vos te definís como un emprendedor apasionado y perseverante. ¿Qué experiencias marcaron ese camino y te impulsaron a acompañar a otros?.

Esto es algo que me pregunté por mucho tiempo y llegué a la conclusión de que haber crecido con padres emprendedores, pero que mi entorno de adultos mayores los veía como vagos, hizo que por mucho tiempo quiera insertarme laboralmente en la relación de dependencia, luchando contra lo que en realidad me nacía: emprender. Prácticamente había anulado este impulso, porque había creído en ese sub mensaje que me decía que emprender era de vagos y estaba mal. Estuve años reprimiendo mis ideas hasta que entendí que lo estaba haciendo al revés. Ahí encontré una llave. Lo de acompañar a otros llegó más tarde y tuvieron que caer otras fichas.

2. ¿Cómo conectaste el mundo del emprendimiento con el acompañamiento personal a la gente en crisis?

Esto responde un poco a lo que dejé picando en la respuesta anterior. Llevaba tiempo emprendiendo y me iba más o menos mal, en simultáneo tengo la manía de ver el negocio de mis amigos o seres queridos y aconsejar de una forma que no me genera esfuerzo. Un día un amigo, al que ayudaba con su proyecto, me dijo que tenía una persona que necesitaba mi acompañamiento pero que si no cobraba por hacerlo no me la presentaba, acepté y ahí descubrí que ya tenía un método armado: no miraba tanto el negocio en sí, sino las creencias y límites de las personas. Ese descubrimiento, esa llave no era solo para mi, también servía para los demás. Fue tan orgánico que en poco tiempo estaba trabajando con varios proyectos a la vez.

3. - Cuando alguien se queda sin laburo o se siente en un pozo, ¿qué primer paso le recomendás dar?

Soy optimista por naturaleza y creo que la aceptación es el camino más rápido a la solución. No existe la máquina del tiempo: rumiar el pasado no sirve, no cambia nada. Todo es energía; podés usarla para quejarte o para intentar. Quizás no salga de una, pero siempre vas a ganar información para seguir probando y de eso se trata esto, todo es proporcional a las veces que lo intentas.

4. - Muchos emprendedores atraviesan momentos de incertidumbre: facturas que no se pagan, proyectos que no salen. ¿Cómo se mantiene la motivación en esos contextos?

La respuesta inmediata a todo en mi universo siempre es "qué querés?", es lo que justifica todo el proceso de emprender. Llegué a la conclusión que emprender se compone de ideas, estructuras comerciales y muchos intentos entre varias cosas más. Algunos lo logran de entrada, yo no. Por eso es clave saber qué queremos de verdad, porque eso es el combustible y la brújula a la hora de emprender. 

Ahora la pregunta que parece de fácil respuesta -Qué querés?- y no hay respuestas bien o respuestas mal, es un ejercicio que te llevará por muchos lados y que no es definitivo pero sí revelador.

Cuanto más claro lo tengamos, más enteros llegamos al objetivo y más fácil es mantener la motivación en los momentos difíciles.

5. - ¿Cómo separar lo personal de lo profesional cuando los problemas económicos o emocionales se mezclan?

Siento que hay una utopía en querer separar los problemas o las emociones cuando sos emprendedor y mismo, un ser humano que trabaja en relación de dependencia, si alguien tiene un método comprobado que lo comparta!. 

Por mucho tiempo pensaba que no me iba bien porque desconocía las "formas correctas" de hacer las cosas. Con el tiempo entendí que hay muchas formas de hacer, pero cada una debe adaptarse a mi realidad y esto lo cambia todo. Eso me llevó a cambiar la perspectiva de cómo veo las cosas, antes me preguntaba "¿por qué me pasa esto a mí?" y la verdad es que no me ayudaba en nada; lo que me sirvió fue enfocarme en "¿qué hago con esto que me toca?".

6. - ¿Qué hábitos o rutinas chiquitas ayudan a no perder el foco en medio de una tormenta?

Soy muy fan de los dichos hechos y uno que me ayudó a salir de muchos lugares oscuros es: "el fin justifica los medios". Probé muchos hábitos y consejos, pero no siempre funcionaban y terminaba frustrado, porque el medio se convertía en el fin, y del fin prácticamente me olvidaba. 

Soy repetitivo, pero lo único que me resultó fue tener claro qué quiero. Eso es brújula y combustible: algo propio que no cumple expectativas ajenas ni caminos de otros, te da perspectiva para volver a intentar sin desesperarte cuantas veces creas necesario.

8. ¿Por qué es tan importante construir redes y rodearse de la gente correcta en tiempos de crisis?

Hacer redes me sale natural y es parte de mi, aunque nunca supe si lo hago con la gente correcta, no dudo en hacer networking siempre que puedo. Creo que lo importante es que te nutre y te da perspectiva. Nunca vamos a experimentar todo, y conocer más personas nos abre la posibilidad de acceder a experiencias que solos no podríamos llegar a vivir.

9. ¿Qué aprendizajes te dejaron tus oyentes, lectores y las personas a las que acompañaste?

El mayor aprendizaje fue perder el miedo a no saber. En mi educación se premiaba saber y se castigaba no saber, y eso me limitaba. Hoy prefiero preguntar y volver a preguntar hasta entender. No es curiosidad, es animarse a poner en claro lo que uno no sabe sin miedo ni vergüenzas. 

11. Tu libro ya no se consigue y muchos esperan una reedición. ¿Tenés planes en ese sentido o nuevos proyectos editoriales?

Mi libro sigue disponible en Amazon, impreso bajo demanda o en digital. Autopublicarse es intenso, porque hacés todo, y no me quejo porque te da control y casi toda la ganancia es para vos, pero requiere una inversión de tiempo y esfuerzo que ahora no puedo dedicarle. Por ahora no haré reedición, aunque estoy escribiendo un segundo libro que también quiero autopublicar.

12. ¿Qué viene para vos y tu comunidad en los próximos meses?

Estoy trabajando en silencio en varios desafíos que llevaba mucho tiempo gestionando, y quiero volver a crear contenido sin la presión del resultado, para esto debo acopiar recursos. Los tiempos todavía no están definidos, así que todo lo nuevo lo pienso para el año próximo.

- "Mussu, para terminar: si tuvieras que darle un único consejo a alguien que hoy está en crisis, ¿cuál sería?"

Es probable que esta sea una frase hecha, pero a mi me ayuda mucho cuando me supera. La energía que usamos para castigarnos es la misma que podemos usar para salir adelante. Una nos hunde y la otra nos abre oportunidades. Vos elegís en qué la ponés.