Crisis en el sector textil: advierten la pérdida de 11.500 empleos por el aumento de importaciones y la caída del consumo

La situación en la industria textil argentina continúa deteriorándose. Según un relevamiento reciente de la Fundación Pro Tejer, el sector perdió 11.500 puestos de trabajo registrados entre diciembre de 2023 y junio de 2025, en un contexto marcado por el boom de importaciones, la apreciación cambiaria y la fuerte caída del consumo interno.

El informe indica que la utilización de la capacidad instalada promedia apenas el 57%, lo que significa que casi la mitad de la producción fabril se encuentra paralizada. En paralelo, la producción textil acumuló una caída del 14,5% entre enero y julio de este año.

En el mismo período, cerraron 381 empresas vinculadas al rubro textil, la indumentaria, el calzado y el cuero, lo que representa cerca del 6% del total de establecimientos del sector.

Desde Pro Tejer atribuyen la crisis a una política económica basada en un tipo de cambio apreciado y un anclaje en los salarios y jubilaciones para contener la inflación.

"Se sostuvo un dólar que aumentó sistemáticamente por debajo de la inflación, utilizando recursos para mantenerlo artificialmente bajo. Eso encarece las exportaciones y abarata las importaciones", explicaron desde la entidad durante una conferencia.

A la presión del dólar bajo se suma la pérdida del poder adquisitivo de los salarios. El encarecimiento de los servicios, los alquileres y el transporte redujo drásticamente la capacidad de compra de las familias.

"El peso de los gastos fijos achicó mucho lo que queda del salario para consumir bienes como la ropa. Se vio un consumo disociado: mientras los sectores altos mantuvieron cierto nivel de gasto, las clases medias y populares sufrieron una retracción mucho mayor", señalaron desde la Fundación.

El otro factor determinante es el aumento de las importaciones, que se dispararon un 32% entre enero y agosto. Los empresarios del sector advierten que la apertura comercial impulsada por el Gobierno favoreció el ingreso masivo de productos extranjeros, generando una competencia desigual para la industria local.

Según menciona TN, de cara a los próximos meses, el panorama no es alentador. Pro Tejer proyecta una crisis prolongada, con alta capacidad ociosa, pérdida de rentabilidad, sustitución de producción nacional por importados y más despidos.

"La industria está fuera de la consideración de este modelo económico. Si no se cambia el rumbo, la situación solo va a empeorar. Puede haber sectores puntuales con buen desempeño, pero para los que generan valor agregado y tienen una mirada federal, el escenario es muy preocupante", concluyeron los representantes textiles.