Este fenómeno se caracteriza por el rechazo o miedo de los niños a probar nuevos alimentos. Es hoy el motivo de consultas pediátricas y de incontables "peleas" a la hora del almuerzo o la cena.
La lucha de las madres con sus hijos: cada vez más chicos manifiestan neofobia alimentaria La lucha de las madres con sus hijos: cada vez más chicos manifiestan neofobia alimentaria
La neofobia alimentaria, es el trastorno restrictivo de la alimentación que se caracteriza por el miedo irracional a probar nuevos alimentos. Este cuadro habitualmente se presenta en la primera infancia y no se considera patológico durante esta etapa, aunque el problema aparece si este comportamiento se alarga mucho más de los 6-7 años porque puede provocar cuadros de desnutrición si el niño evita sobre todo verduras y frutas. Igualmente, también aparecen situaciones en adultos, pero son casos más infrecuentes.
Las mamás de niños pequeños mucho saben del padecer diario cada vez que llega la hora del almuerzo o la cena. La lucha parece estar siempre del lado del niño, porque después de un largo tiempo de intentos fallidos para que prueben bocado, las madres suelen desistir y preparar la comida que al niño le gusta, que por lo general, es siempre la misma.
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Sobre este tema, habló el Dr. Ángel Muratore, médico pediatra, docente de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Santiago del Estero.
"Entre los 2 y 6 años, los niños comienzan a afirmar su autonomía y se vuelven muy selectivos con la comida. Es un comportamiento común y habitual durante el desarrollo infantil. Este fenómeno conocido como Neofobia alimentaria y se caracteriza por el rechazo o miedo de los niños a probar nuevos alimentos. Es una forma de autoprotección ancestral a lo desconocido", indicó el profesional.

Los niños suelen "agarrarle idea" a ciertos alimentos por diversas situaciones.
"Si algún alimento causó malestar, el niño suele asociarlo a una sensación negativa. Si los hermanos o algún adulto muestran rechazo a ciertos alimentos, el niño puede imitarlos. El obligar o insistir a estos niños con los nuevos alimentos, puede reforzar el rechazo. Se suele manifestar con expresiones de disgusto o nauseas ante nuevos platos siendo la variedad del menú muy limitado", sostuvo.








