Crece la tensión en el peronismo bonaerense tras la derrota y se posterga la renovación del PJ

El resultado de las elecciones legislativas del domingo pasado en la provincia de Buenos Aires dejó secuelas profundas en el peronismo. Tras la derrota frente a La Libertad Avanza, luego de haber ganado en los comicios del 7 de septiembre, comenzó un período de autocrítica y debate interno que afecta de lleno al Partido Justicialista bonaerense (PJ).

Uno de los ejes de esa discusión es la renovación de autoridades en el PJ provincial, que actualmente preside Máximo Kirchner, cuyo mandato vence en diciembre. Sin embargo, todo indica que la conducción se prorrogará hasta 2026, cuando podrían realizarse internas partidarias junto a la renovación del consejo partidario. Según la carta orgánica del partido, la convocatoria a elecciones internas debe hacerse con 60 días de anticipación y publicarse en un medio provincial 55 días antes de la fecha elegida, por lo que los plazos ya no permiten concretar el recambio este año. Desde el entorno de Kirchner admiten que la renovación se postergará.

Aun así, algunos sectores reclaman señales políticas. El lunes por la noche, en la sede del PJ bonaerense en La Plata, aparecieron afiches anónimos que exigían la renovación de autoridades y cuestionaban al actual presidente partidario. También se pegaron carteles similares en la sede del PJ Nacional, que encabeza Cristina Fernández de Kirchner.

Críticas a la estrategia electoral de Kicillof

Tras el revés electoral, en el kirchnerismo resurgieron las críticas hacia la estrategia impulsada por el gobernador Axel Kicillof, especialmente por el desdoblamiento electoral que permitió un triunfo provincial, pero no se tradujo en el plano nacional.

El mandatario defendió su decisión: "Fuerza Patria sostuvo los mismos votos en octubre, así que el desdoblamiento no produjo una pérdida de votos nuestros", afirmó el lunes posterior a las elecciones.

Si bien Kicillof no pretende disputar la conducción del PJ bonaerense, varios dirigentes de su entorno aparecen en la conversación interna. Uno de ellos es el ministro de Desarrollo de la Comunidad, Andrés Larroque, quien la semana pasada expresó: "Soy un militante del peronismo, voy a trabajar siempre por el peronismo desde el lugar que sea. Hoy soy consejero, el día de mañana los compañeros dirán cuál será mi lugar".

Aunque no confirmó sus aspiraciones, no descartó competir por la presidencia del partido. Cerca de Máximo Kirchner relativizan su peso político: "Estaba afiliado al comunismo y entró al PJ por la ventana a los 42 años. Lo tuvimos que meter por izquierda", deslizan. Larroque actualmente es consejero del PJ por la Octava Sección Electoral.

Este martes, el funcionario sostuvo en declaraciones a radio La Red que "el peronismo está en una fase de transición que debe acelerar y profundizar debates" y agregó: "Venimos de una derrota porque no se hicieron las cosas bien; debemos mostrar que somos capaces de corregir".

Verónica Magario y los intendentes, en el tablero

Otra figura que comenzó a ganar espacio en las conversaciones es la vicegobernadora Verónica Magario, quien también ocupa el cargo de vicepresidenta primera del PJ bonaerense. Un grupo de intendentes cercanos a Kicillof evalúa impulsar su candidatura o, llegado el caso, apoyarla en una interna.

Durante el acto por el Día de la Lealtad Peronista, el pasado 17 de octubre en la Quinta de San Vicente, Magario marcó su postura: "Me hubiera gustado que me presentaran como vicepresidenta del PJ bonaerense. Ese es el mayor de los honores que hoy tengo y quiero reivindicar".

Desde su entorno no descartan que busque disputar la conducción partidaria.

No obstante, no todos los intendentes acompañan esa posibilidad. Un grupo de jefes comunales analiza impulsar un nombre alternativo, el del intendente de Lomas de Zamora, Federico Otermín, respaldado por Federico Achával (Pilar), Gastón Granados (Ezeiza) y Nicolás Mantegazza (San Vicente), entre otros.

Estos dirigentes ya transmitieron a Kicillof su intención de disputar espacios, aunque prefieren mantener autonomía y no sumarse formalmente al espacio Movimiento Derecho al Futuro, que lidera el gobernador.

Desde el cristinismo, en cambio, se preparan para respaldar la continuidad de Máximo Kirchner al frente del PJ bonaerense, apoyados por intendentes, legisladores y referentes del espacio.

Uno de los dirigentes que históricamente reclamó mayor participación interna es el intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray, distanciado del kirchnerismo. En las recientes elecciones fue candidato a diputado nacional por Unión Federal, aunque no alcanzó el piso para obtener una banca. Pese a ello, su caudal electoral —78.125 votos— superó la diferencia entre La Libertad Avanza y Fuerza Patria en la provincia, lo que le da margen político para negociar.

Desde sectores cercanos a Kicillof reconocen el impacto: "Si Gray hubiera estado dentro de la lista nacional, como en septiembre, ganábamos", aseguran, en una crítica implícita hacia Cristina y Máximo Kirchner por la conformación de la nómina.

El resultado electoral de 2025 reavivó viejas tensiones en el peronismo bonaerense y condiciona la discusión por el futuro del partido. Mientras se aplaza la renovación de autoridades, los distintos sectores buscan redefinir liderazgos y proyectar un nuevo rumbo para el justicialismo en la provincia más poblada del país.