La historia local comenzó en 1907, cuando los misioneros ingleses Alfredo Furniss y Diego Castles, se establecieron en la capital santiagueña.
Las iglesias evangélicas en Santiago del Estero: más de un siglo de fe, educación y presencia social Las iglesias evangélicas en Santiago del Estero: más de un siglo de fe, educación y presencia social
A días de conmemorarse el Día de las Iglesias Evangélicas y Protestantes, el docente e historiador René Galván habló con EL LIBERAL y repasó la historia de una comunidad religiosa que crece, se diversifica y asume nuevos roles sociales en Santiago del Estero.
Desde aquella primera congregación fundada en 1907 hasta la multiplicidad de templos, escuelas y radios que hoy marcan presencia en cada rincón de la provincia, las iglesias evangélicas han recorrido más de un siglo de historia en Santiago del Estero. Lo hicieron en un territorio tradicionalmente católico, pero donde, poco a poco, fueron ganando visibilidad, reconocimiento e influencia en distintos ámbitos de la vida pública.
El docente e historiador René Galván, quien ha investigado el desarrollo del movimiento evangélico en la provincia, destaca que "los evangélicos no han dejado de estar presentes compartiendo sus creencias en Santiago del Estero desde hace más de cien años", en un contexto donde "el campo de las minorías religiosas los tiene hoy como mayoría".

(Docente e historiador René Galván).
De los primeros misioneros a la expansión provincial
La historia local comenzó en 1907, cuando los misioneros ingleses Alfredo Furniss y Diego Castles pertenecientes a la corriente de los Hermanos Libres se establecieron en la capital santiagueña. Sufrieron resistencias y hasta agresiones de los vecinos del barrio Libertad, pero persistieron: dos años después, la congregación se trasladó a la calle Salta, donde en 1947 inauguró su edificio actual.
Esa iglesia, que hoy supera los 110 años, es la más antigua del movimiento protestante en la provincia y marcó el punto de partida para la expansión hacia Frías, Vilmer, Forres, Fernández y otros puntos del interior, siguiendo el trazado de las líneas ferroviarias.
En paralelo, otras corrientes como las pentecostales y bautistas fueron llegando y consolidando comunidades en barrios populares y zonas rurales. A mediados del siglo XX, el Movimiento Cristiano y Misionero comenzó a organizar cultos en Santiago y Loreto, mientras que los bautistas, guiados por el misionero Pedro Laiche, se asentaron en el barrio 8 de Abril hacia 1963, ampliando su presencia con los años.
Crecimiento educativo y acción social
Galván reconoce que en los últimos años el movimiento evangélico ha experimentado una transformación profunda, con un marcado crecimiento institucional:
-En los últimos años se observa un crecimiento de instituciones educativas evangélicas. ¿Qué rol cumplen en la sociedad santiagueña?
-"Hoy hay muchas escuelas evangélicas en distintas ciudades, cuando en los años 80 apenas existía una. Cumplen un rol social importante, especialmente en zonas rurales, donde muchas veces son la única opción educativa disponible", explicó.
Además del aspecto pedagógico, el historiador subraya su labor en problemáticas sociales: "Varias iglesias trabajan en la prevención de adicciones, la violencia de género o la contención de personas privadas de la libertad. También brindan asistencia a niños y familias vulnerables con comedores y roperitos", agregó.
Las iglesias se involucran en temas sociales como adicciones o violencia de género
¿Creés que las iglesias evangélicas han ocupado espacios para abordar problemáticas sociales como las adicciones, la violencia de género o la reinserción de personas privadas de la libertad?
Sí, sin dudas. Hay iglesias que entienden que deben tomar una intervención pública en estas cuestiones. En Santiago hay congregaciones que trabajan en la prevención y acompañamiento de personas con adicciones, en la contención de víctimas de violencia de género o en la asistencia a niños en sectores de vulnerabilidad, a través de comedores infantiles y roperitos.
También desarrollan una labor importante en las cárceles, acompañando espiritualmente a las personas en situación de encierro. Es un trabajo silencioso, pero muy valioso, que muestra una cara solidaria y comprometida del movimiento evangélico.
Medios y presencia territorial
La expansión evangélica también se percibe en los medios de comunicación. Desde fines de los años 90, radios FM locales y programas televisivos multiplican la difusión del mensaje cristiano. Entre las emisoras históricas figuran Radio Visión de Amor, del Movimiento Cristiano y Misionero, y Radio de la Fe, impulsada por los Hermanos Libres, además del recordado micro televisivo Confidencias en Televisión, conducido por el pastor Mario E. Mulki durante 27 años en Canal 7.
-En los últimos años se multiplicaron las radios y programas de comunicación evangélicos. ¿Considerás positivo este fenómeno?
-"Entiendo que es altamente positivo, porque muchas de estas emisoras están llegando a lugares donde la única presencia institucional es la iglesia evangélica. Para esas comunidades, la radio se convierte en un canal de acompañamiento y esperanza.
Además, me parece importante que existan espacios donde las iglesias y grupos evangélicos puedan expresar su voz, porque eso demuestra que en Santiago del Estero hay una diversidad de creencias que también merecen ser escuchadas. En una provincia históricamente hegemonizada por la Iglesia Católica, estas expresiones amplían el mapa religioso y cultural".
Nuevas corrientes, viejas tradiciones
Consultado sobre la convivencia entre iglesias tradicionales y expresiones más recientes del neopentecostalismo, Galván sostiene que no existen conflictos significativos:
¿Cómo conviven en Santiago las expresiones tradicionales y las nuevas corrientes como el neopentecostalismo?
"Es una convivencia tranquila. No hay conflictos significativos. En muchos casos, las iglesias más tradicionales se han ido pentecostalizando, adoptando formas de culto más carismáticas o dinámicas.
También han tomado elementos de las iglesias nuevas, como el uso de medios de comunicación o la música más contemporánea. Personalmente, no percibo tensiones entre estas variantes, sino más bien una convivencia fluida y una adaptación mutua", señaló.
Este fenómeno, conocido como "pentecostalización generalizada", atraviesa hoy todo el campo evangélico argentino y latinoamericano, donde la expansión se combina con una mayor visibilidad política y cultural.
Fe y política: ¿una batalla cultural?
¿Considerás que existe una "batalla cultural" en la que las iglesias evangélicas se sienten llamadas a intervenir?
"Creo que hay que entender dos cosas. Primero, que ninguna creencia religiosa es aséptica al entorno cultural en el que se desarrolla. Las iglesias también son permeables a los cambios sociales y culturales: hace décadas, ciertos instrumentos o estilos musicales eran rechazados, y hoy son parte de los cultos. Lo mismo ocurre con la vestimenta o las formas de expresión.
Por otro lado, es cierto que algunos sectores evangélicos se sienten llamados a participar más activamente en el debate público. Lo vimos con temas como la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo o la Educación Sexual Integral. Cada vez hay más fieles que asumen una postura pública sobre estos asuntos.
Eso no significa que exista una sola voz dentro del mundo evangélico, sino todo lo contrario: hay una pluralidad de miradas y posturas que enriquecen el diálogo dentro de la sociedad", explicó.
En Santiago del Estero, varios referentes evangélicos participaron de movilizaciones en defensa de "las dos vidas" o contra la reforma de la Educación Sexual Integral. También existen pastores que incursionaron en la política, como el recordado Rosendo Salto, exdiputado provincial, o concejales y comisionados municipales que hoy militan en partidos tradicionales.
Más de cien años de historia y un futuro abierto
A más de un siglo de la llegada de los primeros misioneros, el mapa religioso santiagueño es más diverso que nunca.
"La presencia evangélica se ha consolidado en la educación, la acción social y los medios concluye Galván. En una provincia históricamente católica, los evangélicos han sabido construir un camino propio y plural, que sigue creciendo y transformándose con la sociedad".
El próximo 31 de octubre, Día de las Iglesias Evangélicas y Protestantes, la historia de esta comunidad invita a mirar más allá de los templos: a reconocer su papel como actor cultural, social y educativo en la vida santiagueña.








