El Maratón refirmó su enorme poder de convocatoria y ya piensa en el 2026

Todo salió como se había planificado y previendo que no quedase nada librado al azar. El trabajo en conjunto que se hizo con todas las áreas que estuvieron apoyando y ofreciendo sus servicios para que el Maratón de EL LIBERAL-60 años de Canal 7, fue todo un rotundo éxito.

La apertura se dio en horas bien tempranas y con un amplio despliegue de diferentes organismos (oficiales y privados) que trabajaron con toda la profesionalidad del mundo y dejaron que los miles de atletas y el público fueran los únicos y grandes privilegiados de la apasionante jornada.

Una mención especial para el excelente clima que reinó desde que empezaron a ponerse en marcha las carreras de 21 y 10 kilómetros y el ambiente que rodeó al espectáculo fue todavía mejor.

Mientras el locutor Cristian Cabrera habilitó el micrófono para comenzar a palpitar la previa con el saludo a los competidores y el deseo de que todos puedan disfrutar de un evento que es único en la provincia, todos los demás transitaban por distintos sectores de la zona cercana al escenario en el Parque Aguirre y con movimientos que denotaban ansiedad y nerviosismo a la vez.

La largada se produjo a las 8 de la mañana en punto del frente de la sucursal del Banco Santiago del Estero y fueron los atletas de elite los que indicaban el camino. Los alumnos del Instituto Monseñor Jorge Gottau hicieron fila delante de ellos y cuando terminó el conteo de la cuenta regresiva, empezaron las emociones y el transitar de cada uno de los que se animaron a los dos desafíos.

A medida que iban haciendo los primeros metros por calle Olaechea para enlazar con Libertad, miles de atletas con la remera oficial del Maratón empezaron a sentir toda la adrenalina que fluye desde las ganas y el entusiasmo que no es otro que terminar bien y sin problemas en la recta final.

Pasaron exactamente 8 minutos desde que los de elite salieron con todo para buscar la punta y los últimos que cerraban la enorme e interminable marea humana. El Maratón se va haciendo cada vez más imponente y casi no deja lugar para "dormirse en los laureles".

Ni hablar de lo que fueron los trayectos donde el público y los números artísticos esperaban el paso de los incontables atletas. Por el largo tirón de la calle Independencia, todo era fiesta y alegría de la gente que no cesaba con sus aplausos y aliento para los competidores y los no competidores.

Más allá de que la organización desplegó una buena cantidad de puestos de hidratación en ambos circuitos, los vecinos ubicados en las veredas de sus casas, fueron muy solidarios con los que recibieron todo tipo de ayuda para que el esfuerzo físico no fuera superior a las ganas y a la voluntad de completar el recorrido.

Las expectativas estaban puestas en qué atletas iban a marcar la diferencia en ambas pruebas. El pelotón de los 21 kilómetros (con el salteño Angulo, el riojano Frencia, el misionero Da Silva, el tucumano Quiroga y el jujeño Maza) luchó bastante y parejo aunque de a poco se fue desarmando. La lucha quedó entre Angulo y Da Silva al final, pero el salteño tuvo más resto y se quedó con un triunfo que le dio una de las mayores alegrías en su carrera deportiva.

En los 10 kilómetros, Garzón reafirmó que está pasando por un buen momento y todo por méritos propio. El pupilo de Pablo Barragán celebró por tercera vez en el Maratón y quedó a uno de Antonio López, el recordado y fallecido atleta que tiene cuatro en su poder y es el máximo ganador hasta el momento por Santiago.

En las mujeres, la que hizo un carrerón fue la tucumana Valentina Velardez que dio la nota al imponerse con 18 años y le sacó una gran diferencia a su escolta, la santiagueña Ayelén Mansilla.

En los 21 kilómetros, hubo un gran debut en esta distancia de la friense Nélida Peñaflor que sacó su chapa de corredora de lujo para festejar por segunda vez en el Maratón (el año pasado había ganado en los 10k). La pupila de Juan Morán es hoy la santiagueña que se permite soñar con llegar aún más lejos de lo que todos se puedan imaginar.