Una "barra" santiagueña que enaltece al chamamé

"La barra del chamamé tropical", de Villa Atamisqui, viene con una singular propuesta musical antes que concluya el 2025 y para celebrar bailando la llegada de la Navidad y el Año Nuevo.

Para darle ritmo al nuevo año, en el Estudio Eliezer, de Franco Paz, en el que graban varios artistas santiagueños, "La barra del chamamé" alumbró un enganchadito de cuatro temas.

"La barra del chamamé tropical" es oriunda de Villa Atamisqui. Desde esa ciudad santiagueña, con un trabajo sostenido, le dan razón y fundamento al conjunto a puro ritmo litoraleño.

Los artífices de esta banda chamamecera son Ramón Villa (acordeón), Wilson Chávez (acordeón), Matías Zarco (timbal y animación) y Luis Sosa (guitarra, bajo y dirección musical).

Desde el 2012, año en que nacieron artísticamente, hasta la fecha, han andado por los caminos de la Patria llevando su música por Santiago del Estero, Córdoba y Buenos Aires.

Con "El Maestro" y Huguito Flores

Antes de la pandemia, grabaron temas con Antonio Ríos, "El Maestro", y con Huguito Flores. Composiciones que siempre están presentes en los conciertos que brindan.

La novel propuesta de "La barra del chamamé tropical" está enfocada en la interpretación instrumental de varios chamamé y los cantados junto con Ríos y Flores.

Con "El Maestro" Ríos, "La barra del chamamé" grabó las canciones "El macho del siglo" y "Esas noches de luna".

En tanto, con Huguito Flores, esta banda atamisqueña que se destaca por hacer chamamé instrumental, grabaron "El Conseguidor" y "Tres noches".

La música de esta formación santiagueña está en Youtube (la barra del chamamé tropical) o en su página oficial (la barra del chamame tropical).

Seguir tocando

Los proyectos son continuar con los shows presenciales por distintos escenarios del país para fortalecer la identidad del grupo y revalorizar al género que destaca a Corrientes.

"La barra del chamamé tropical" hace honor a la importancia que tiene esta expresión musical en la promoción de valores como la hermandad, el amor a la tierra y la espiritualidad.

En escenarios de festivales comunitarios o familiares, celebran la identidad cultural de de esta manifestación cultural que fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2020. 

Sus integrantes agradecen al público que con sus aplausos, presencia en sus shows y escuchas en plataformas digitales, hacen posible la permanencia del grupo.