El Tribunal Federal impuso penas de hasta 8 años de prisión por explotar a tres víctimas, entre ellas una menor y dos mujeres trans, en hechos ocurridos entre 2022 y 2023.
Condenaron a dos hermanos y a un abogado por trata de personas y explotación sexual Condenaron a dos hermanos y a un abogado por trata de personas y explotación sexual
El Tribunal Oral Federal de Bahía Blanca condenó a dos hermanos y un abogado a penas de entre 4 y 8 años de prisión por integrar una red dedicada a la trata de personas con fines de explotación sexual. Las víctimas fueron tres mujeres —dos de ellas trans y una menor de edad— en situaciones extremas de vulnerabilidad. Los hechos ocurrieron entre 2022 y 2023.
También fue sentenciada Marta Sanso (79), dueña de uno de los inmuebles donde se concretaba la explotación. Recibió dos años de prisión condicional por haber tenido conocimiento de la actividad ilícita.
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La pena más alta recayó sobre Karina Carrasco (51), condenada a ocho años de prisión efectiva por captar, trasladar y explotar sexualmente a las víctimas. El tribunal consideró agravantes como:la cantidad de víctimas, el estado de vulnerabilidad, la participación de varias personas, y la consumación de la explotación.
Su hermano, Santiago Carrasco (55), fue condenado como partícipe secundario a 4 años, unificados en 5 años por una pena previa.
El abogado José Andreatta (52) recibió 4 años de prisión por participar en la trata agravada y por tenencia de drogas para comercialización, además de poseer un DNI ajeno. Según el fallo asesoraba a Karina Carrasco, le indicaba hacer firmar falsos recibos de alquiler y mantenía relaciones sexuales con las víctimas.
El tribunal descartó la maniobra de encubrimiento que intentó presentar la defensa.
Cómo funcionaba la red: control total, drogas y explotación extrema
La investigación reveló un sistema de sometimiento basado en la vulnerabilidad de las mujeres. Karina Carrasco captaba víctimas en situación de calle, sin recursos, aisladas de sus familias o con antecedentes de abuso y consumo problemático.
Les prometía alojamiento, pero las obligaba a prostituirse, se quedaba con la mitad de lo cobrado, les cobraba comida, higiene, drogas y preservativos, controlaba sus teléfonos y sus movimientos.
Las víctimas declararon que eran forzadas a atender entre 6 y 7 clientes por día, a consumir cocaína y pastillas para "aguantar más", y que sus fotos íntimas eran publicadas sin permiso en sitios de acompañantes.
Incluso ofrecían "servicios especiales" para clientes que pagaban por sexo sin protección o por verlas consumir drogas.
La denuncia que destapó el caso
La causa comenzó el 12 de mayo de 2023 tras un llamado a la línea 145. Una trabajadora del Hospital Municipal advirtió sobre una joven de 19 años que ingresó con signos de abuso y bajo efectos de sustancias. Ella reveló que estaba siendo explotada, junto a otras dos mujeres.
La fiscalía —a cargo de Agustín Carestia y Justo Sebastián— ordenó tareas encubiertas a Gendarmería y la Policía Federal. Los operativos permitieron identificar los domicilios, rescatar a las víctimas y detener a los responsables.
Decomiso de propiedades y millonaria reparación
Los jueces Ernesto Sebastián, José Fabián Asis y Marcos Aguerrido ordenaron el decomiso de dos propiedades en Bahía Blanca donde funcionaban los lugares de explotación,y una reparación económica de $20 millones para dos víctimas, $13 millones para la tercera.
Testimonios que estremecieron al tribunal
Una de las víctimas, menor de edad, contó que fue sometida durante 15 horas por un cliente y que despertó con signos de abuso. Otra narró intentos de suicidio y consumo obligado de drogas. También se acreditó que los hermanos Carrasco trasladaron a una víctima trans a Monte Hermoso para continuar con la explotación, menciona el portal TN.
