La joven hija de Rubén Ruatta, el productor cordobés que falleció cerca de Ojo de Agua, le envió un mensaje a quien tiene el anillo de su papá: "En tus manos está el bálsamo, para que la mañana de Navidad, una familia de tres que despertará preguntándose por qué él no está, tenga el consuelo de sentir que no lo perdieron para siempre, no del todo".
"Pido que me devuelvan ese símbolo de amor que tenía mi mamá con mi papá" "Pido que me devuelvan ese símbolo de amor que tenía mi mamá con mi papá"
Sin duda alguna, la muerte de un ser amado duele en lo más profundo, pero hay gestos que hieren aún más. Natalia Ruatta Contigiani, hija del productor cordobés que falleció en un trágico accidente sobre la Ruta 13, no solo debe llorar la pérdida de su padre sino que además hoy tiene que digerir la indignación que le causa saber que alguien decidió cruzar un límite moral: manipular un cadáver y apoderarse de un símbolo cargado de amor, su alianza.

EL LIBERAL habló en exclusiva con Natalí, la joven oriunda de La Tordilla, Córdoba, que desde hace dos semanas clama a través de las redes sociales por recuperar el anillo de casamiento que su papá llevaba en su mano izquierda al momento de su muerte y se lo robaron.
"Nada me va a devolver a mi papá, a él no lo voy a tener más, y no sé tampoco si voy a recuperar su alianza. Pero es un dolor saber que alguien le sacó la alianza para ponerle un aro o entregarnos eso, es como una burla", sostuvo Natalí. "Yo no soy abanderada de nada, pero he visto en los comentarios de las publicaciones que ustedes hicieron sobre el tema cuánta gente diciendo que le roban a los muertos 'que a mi mamá los aros, que al papá de mi hijo sus cosas, que a mi esposo la alianza', entonces eso genera un dolor, indignación".

"Son seres humanos, o sea, mi papá seguía siendo un ser humano, con derechos, y al cuerpo de mi papá no tuvo acceso todo el mundo sino personas que todavía tenían que cuidarlo y que velar por esos derechos", enfatizó angustiada porque además del dolor de la pérdida debe lidiar con la tristeza que le genera esta situación. "Si hubiese sido víctima de un robo, bueno, pero esto hace preguntarme si lo tenían preparado o pensar que estarán acostumbrados a hacer eso: ponen o sacan una cosa en lugar de otra. Y ni siquiera sé por qué lo hicieron. No sé si es una burla, avaricia, daño, no sé", remarcó.
Sobre cómo descubrió el robo, manifestó que mientras estaba en la morgue en esta capital le entregaron un frasco: "Me dijeron esta es la alianza, me dieron un frasco, cuando mi mamá lo abre dice 'no, esto no es la alianza' ahí la sacamos y era un aro roto. Ellos decían que él tenía eso en el dedo. Si en la morgue no me mintieron entonces tenía eso en el dedo".
Además explicó que la bolsa mortuoria no tenía ningún sellado. "Alguien no solo que abrió la bolsa sino que le abrió la mano a mi papá porque tenía los deditos juntos, le sacó la alianza y le puso eso en el dedo". Consultada si alguna persona se comunicó con ella o con su abogada, la Dra. Sandra Zemán a cargo de la querella y también representa a la familia en la denuncia por robo, la joven cordobesa respondió que no.
"No he recibido ninguna información, pero sé por la Dra. Zemán que desde el Ministerio Público Fiscal se está investigando y han pedido que se tome testimonial a todas las personas que han estado en contacto con mi papá", ahondó.
Cuando le tocó recordar a su padre, Natalí con mucha felicidad dijo: "Era un trabajador, amaba ir a Santiago y trabajaba a la par de sus empleados, era uno más. Era multifacético, un ingeniero sin título porque sabía hacer de todo, pero por sobre todo eso era, una buena persona que amaba a su familia".

Cuando EL LIBERAL le preguntó si qué le diría a quien le sacó el anillo de su papá, Natalí profundamente entristecida dijo: "Le diría que tiene en sus manos el amor de un buen hombre que no hablaba con palabras. Porque mi papá era callado, era tranquilo y sabio, y no sabía decirme "te quiero", pero eran esas manos las que hacían, trabajaban, y me querían, cuidando mis pasos".
"Con ese metal me tuvo en brazos cuando nací, me abrazó cuando lloré y arregló el pestillo de mi puerta el lunes a la mañana, un día antes de dejar de latir. Aún ahí, cuando dejó de latir, ese metal estuvo junto a él, con todos esos instantes que fueron nuestra vida juntos".
Explicó: "Ese metal ha estado desde hace casi 30 años latiendo con su corazón. Ese anillo es la esperanza que hoy tengo de volver a tener a mi papá conmigo, es un motivo por el que luchar pero quiero que mi corazón viva en paz sabiendo que logré traer, del todo, a mi papá a casa. Y voy a llorar. Y tener esa alianza en mis manos será saber que es real, que él no va a volver, que ya no tengo que esperar. Pero quiero tenerla cerquita".
Además remarcó: "Quiero que mi mamá la bese cuantas veces quiera, recordando esas manos, recordando ese amor, recordándolo a él, sin grises, sin el dolor de sentir que no estuvimos con él lo suficientemente rápido, que no lo cuidamos. Quiero que el próximo 20 de abril, cuando se cumplan 30 años desde que mis papás decidieron hacer realidad esta pequeña familia, pensemos en él, en su amor, y en la hermosa vida que construyó, y no en ese instante que lo dejó completamente solo".

"No me importa que el reencuentro con esa alianza sea días después, lo que me importa es que vuelva a su tierra, con su amor y el amor de su familia. En medio de este nuevo mundo en el que tengo que aprender a vivir sin él, quiero que ese pedacito de sus manos vuelva a casa. Pido que me devuelvan ese símbolo de amor que tenía mi mamá con mi papá".
A través de EL LIBERAL a quien lo tiene le manifestó: "En tus manos está el bálsamo, para que la mañana de Navidad, una familia de tres que despertará preguntándose por qué él no está, tenga el consuelo de sentir que no lo perdieron para siempre, no del todo". Además pidió que si hoy alguien quiere, tiene ese acto tan profundo de amor para con ellos, puede dejar la alianza en alguna iglesia y así en esta Navidad llevarle a la familia de Rubén un poquito de paz en medio de tanto dolor.








