Los registros de llamadas y mensajes podrían ser la llave

En declaraciones periodísticas, la fiscal Dra. Aída Farrán Serlé, se volvió a mostrar prudente reiterando que cualquier apreciación puede ser perjudicial para la causa, pero al mismo tiempo remarcó que se continúa trabajando intensamente para dar con el autor del brutal asesinato.

La fiscal precisó que las heridas mortales fueron las cuchilladas que la víctima sufrió en la carótida (cuello) y en el centro del tórax. Remarcó que la joven intentó defenderse de acuerdo con las pericias y que se está trabajando arduamente y si descanso para descubrir la verdad.

Farrán Serlé también explicó que la tarea de los investigadores que están apostados en el lugar y que ella se traslade a la zona a diario, es para brindar la confianza necesaria a los pobladores para que aporten elementos en sus testimonios.

En cuanto a la situación del colombiano Parra, la fiscal precisó que por el momento se trata de establecer el tipo de relación o vínculo que lo unía con la víctima. Explicó que había llegado a la zona para vender muebles, y que aparentemente con ese propósito había contactado a Lovato originalmente.

La representante del Ministerio Público manifestó que ante las sospechas de su posible participación -la víctima le habría tomado unas fotografías con su celular y el hecho de que Parra haya borrado las comunicaciones que mantuvo con ella- se ordenó su detención. Ayer se libraron oficios a las empresas de telefonía para tener acceso a los registros de comunicación del celular de la joven y del único detenido hasta el momento. Los resultados que surjan del dispositivo de Lovato, que era muy celosa de su teléfono, asoman como la llave para poder descubrir qué ocurrió el último viernes en la humilde vivienda.