''''La pandemia emocional, de la que se hablaba en un principio, se ha comenzado a ver ahora''''

La Organización Mundial de la Salud ya definió a finales del año pasado a la situación por la que atravesaban millones de personas que una vez superado el coronavirus y que siguen sufriendo sus secuelas durante meses, como "el Covid largo o persistente".

Es el caso de quienes hoy, pese a contar con el esquema completo de vacunación, e incluso luego de haber padecido la enfermedad volvieron a contagiarse y de transcurrir la enfermedad con síntomas leves, una vez dados de alta sienten cansancio, problemas para conciliar el sueño, desgano,  incluso, alteraciones emocionales.

Sobre este último punto, la psicóloga santiagueña, licenciada Emily Azar, consideró que "la epidemia de trastornos mentales de la que se hablaba en un comienzo (de la pandemia) es lo que se está empezando a ver", y no es otra cosa que "los escollos que esto ha generado en cuanto a la movilidad psíquica que requeriría atravesar la pandemia".

"El tema tiene que ver más que nada con la emergencia intensa que se ha dado, que han sido el miedo, la sensación de soledad y la tristeza, que han traído la pérdida de la esperanza, la irritabilidad y demás. En un primer momento, eso ha sido algo que emergía de golpe, por el mismo shock que producía la situación del inicio de la pandemia, de empezar a conocer el Covid-19", analizó.

Estado sostenido

Dijo que ahora, con la variable ómicron, "lo que sucede es que la mente ya más o menos sabe de qué se trata, no aparecen emociones intensas, pero como el contagio es masivo y mucho más rápido, el estado emocional puede haberse alterado de manera sostenida, ya no en una emoción intensa sino que el estado emocional se produce de manera sostenida porque hay antecedentes de secuelas, de otros o de uno mismo, hacen que se produzcan estos cambios anímicos".

"La noción del tiempo que tiene la emocionalidad, cuando aparece de golpe es intensa y lo que hace es marcarse de esa manera en el cuerpo, ese estado anímico puede durar semanas y no tiene demasiada intensidad, sino que son pequeños y sutiles destellos de tristeza, agotamiento, desesperanza, y así se sostiene en el tiempo", explicó la licenciada Emily Azar.

El desconocimiento genera inquietud

"Las secuelas del Covid también son desconcertantes, porque cada vez aparece alguna nueva.

Primero no se sabía bien; luego ya estaban establecidas la fatiga, las cuestiones derivadas en dolores de cabeza, la afección de las funciones neurocognitivas, y ahora se dice que, supuestamente, también altera la audición, entre otras consecuencias, y lógicamente, eso genera preocupación.

Hay agotamiento y preocupación.

Y está esa situación colectiva de que todos nos contagiamos, que no importa, pero cuando llega el contagio, hay un decaimiento, aparecen los cuestionamientos sobre las vacunas, el pase sanitario, o si permitirán ir al colegio o no a los hijos, o sea que todas esas cuestiones que ha traído aparejadas el Covid se están sosteniendo a lo largo del tiempo".

''''''''La mente está cansada de la contrariedad''''''''

Sobre cómo encarar estos estados emocionales, la licenciada Azar consideró que "hay que estar muy atentos a cuáles son los proyectos que uno tiene, con qué ganas de hacer las cosas uno se levanta, cuánto cuesta, la sensación de pesadez al empezar una actividad o retomar actividades".

"O sea escucharse qué es lo que uno mismo habla respecto de la situación cotidiana, qué perspectiva se tiene por lo menos a corto plazo, dentro de lo que se puede hacer hoy, de lo que la situación lo permite, a mediano plazo. La mente está muy cansada de la contrariedad, y lo que nos agota es la opinión que tenemos de nuestra propia emocionalidad, y cuando pasa eso, uno se aleja de la posibilidad de entender, aprender y de poder expresar aquello que se siente".

Determinan qué factores biológicos ayudarían a predecir si una persona es más propensa a desarrollar Covid largo

Uno de los grandes misterios que nos deja la pandemia es: ¿Hay personas más propensas que otras a sufrir "covid largo", esos síntomas físicos, neurológicos o cognitivos que pueden prolongarse, o incluso recién aparecer, varios meses después de haber cursado la infección y eliminado el virus?

Un equipo de investigadores que hizo el seguimiento de más de 200 pacientes durante dos o tres meses después de su diagnóstico de Covid identificó ciertos factores biológicos que podrían ayudar a predecir si una persona tiene más probabilidades de desarrollar "Covid largo".

El estudio, publicado la semana pasada por la revista científica Cell, identificó cuatro factores que pueden detectarse en los primeros momentos de la infección y que parecen tener correlación con un mayor riesgo de tener síntomas persistentes varias semanas después.

Los investigadores dicen haber encontrado un vínculo entre estos factores y el Covid largo -cuyo nombre médico es "secuelas post agudas de Covid", o PASC-, tanto si el cuadro inicial de la enfermedad fue leve como si fue de mayor gravedad. Esos hallazgos también podrían revelar formas de prevenir o de tratar algunos casos de Covid largo: a las personas con riesgo de desarrollar PASC, por ejemplo, se les podrían administrar medicamentos antivirales desde que la infección.