Emborrachan y fotografían a un joven con un objeto fálico en su cuerpo Emborrachan y fotografían a un joven con un objeto fálico en su cuerpo
La historia se sitúa en una casa del barrio Francisco de Aguirre, epicentro de una reunión de una veintena de jovencitos.
Después de comer y beber, uno de los chicos se habría quedado dormido.
Horas después se despertó y la reunión concluyó. Al transcurrir los días, los amigos comenzaron a hacer circular por celulares diversas fotografías.
Burlas y enigma
éstas mostraban desnudo al adolescente que se había quedado dormido.
Ello no era todo. En algunas fotografías, el muchachito aparecía con un elemento fálico en la cola.
La víctima reveló la noticia a su familia y ésta interpuso una denuncia.
Urgente, la jueza Lucrecia Martínez Llanos y la fiscal Aída Farrán Serlé motorizaron una causa, hoy de imprevisible desenlace para todo los protagonistas.
El trasfondo
El aspecto medular del proceso es develar si la antesala a la burla fue un ataque sexual.
A tal fin, han sido afectados forenses y psicólogos del Poder Judicial.
Trascendió que la investigación prevé el testimonio de todos los jóvenes que participaron de la fiesta y el secuestro de algunos celulares.
Por tratarse de menores, se sabe que los testimonios serían recabados mediante Cámara Gesell.
Adultos, incluidos
También habrían sido citados los dueños de casa, a fin de que expliquen el tenor del encuentro, antes y después del alcohol.
En forma simultánea, la Justicia habría ordenado un informe socioambiental obvio entre los vecinos.
Hoy, la Justicia ignora qué sucedió y el porqué de tamaña desazón.
Sólo tiene fotografías que provocan escozor a un adolescente, por el tenor de las burlas emergentes y el fantasma de un abuso.
Con los días, la Justicia confía desandar la enigmática ronda etílica.







