Cassano defiende a Nacha y ataca a los mediáticos

Eleonora Cassano cerró su carrera clásica pero, tal como lo dijo en una entrevista, "la energía que me da el escenario" hace que haya abierto puertas hacia nuevos horizontes. Un ejemplo de ello es haber aceptado la propuesta de Flavio Mendoza para trabajar en "Stravaganza, sin reglas para el amor", obra con la cual hace temporada en Carlos Paz. Y desde la villa veraniega cordobesa, Eleonora no anda con vueltas a la hora de defender a Nacha Guevara, su compañera de elenco, fuertemente resistida por propios y ajenos en virtud de los divismos que tiene. "Casi que no me vinculo con nada, ni con quien vende más, si se peleó éste con el otro. No puedo estar ajena a la situación que está pasando Nacha. La agreden mucho. Pero hay que darle la importancia necesaria, no más de la que tiene. No me parece justo que le falten el respeto", resaltó Cassano al diario Clarín. Cuando le consultaron acerca del público que la ve ahora y el que la veía cuando bailaba con Julio Bocca, respondió: "Cuando terminamos la función nos acercamos a la gente para sacarnos fotos, saludar. Tal vez es gente que viene del río y va a sacar la entrada, ni siquiera se arregla demasiado. Sin embargo, la pasión y el cariño que te brinda la gente es el mismo. Es gente que quiere venir a pasarla bien". "Tuve la suerte de no tener tendencia a engordar. Para un bailarín es fundamental. Muchas veces tuve que alimentarme de más para no irme para abajo. Como de todo, pero tampoco es que me mato comiendo porquerías", reveló al referirse a su forma de alimentarse. "Es una suerte no sufrir con el cuerpo. Julio (Bocca) bailaba a un nivel impresionante en cuanto a cantidad de tiempo, pero tenía que cuidarse, su tendencia era a engordar. En parte es uno de los motivos por los cuales él dejó (de bailar) a tan temprana edad. Estaba un poco podrido de tener que cuidarse para que se lo vea bien", confesó. En otro pasaje de la entrevista mandó su mensaje a los mediáticos: "Lo pongo en el lugar que corresponde. No me la creo. Sé tal vez que lo que hice o hago arriba del escenario está bueno, pero me bajo y soy la mamá de mis hijos y la esposa de mi marido. Hago las compras, una vida totalmente normal. Si voy por la calle y me paran y me piden fotos o autógrafos lo acepto, porque es por lo que trabajo. Cuando llegás a lograr algo por lo que tanto trabajaste no podés ponerte en la situación de "ay, no, no me molesten". En un punto me pone nerviosa la gente que cuando es reconocida se piensa que ahora puede decir que no a eso. Estuve con gente importante, con gente grande de verdad. Y en ningún momento esa gente me marcó que era grande. Vos ves acá gente que sale dos veces en televisión y piensa que es famosa".