Gran congoja entre los compañeros del niño y los docentes de la escuela

HACÉ CLICK AQUÍ PARA UNIRTE AL CANAL DE WHATSAPP DE EL LIBERAL Y ESTAR SIEMPRE INFORMADOLa Escuela N°23 “Manuel Belgrano” vive uno de los momentos más difíciles. Las clases son interrumpidas a cada momento por el llanto de los niños, compañeros de Mauro, que aún no pueden creer lo que está pasando. Mientras los alumnos del 2° grado no hacen más que preguntar por su compañero, los docentes los unen en la oración para pedir por el pequeño.

“Desde que nos enteramos lo de Mauro la escuela está conmocionada. No entendemos nada. Sus compañeros no dejan de llorar y preguntan en todo momento por él. Estamos rezando constantemente: al ingreso, luego en horas de clases cada uno en sus aulas, a la salida. Es muy duro ver a los pequeños que sufren por su compañero que hoy está pasando tan terrible momento”, explicaba ayer Paola Bravo, la maestra de Mauro.

“No podemos estar ajenos a esta realidad que hoy nos toca vivir. Los niños son niños pero entienden todo y nos preguntan en todo momento cómo evoluciona Mauro. Les decimos la verdad, que Mauro está muy grave, pero al mismo tiempo les ofrecemos contención y les pedimos que recen por él”, agregaba la maestra.

Por su parte, los padres también se mostraron preocupados por la situación.

“Tenemos que contener a nuestros hijos, pero lo conocemos desde hace mucho a Mauro y a su familia y hasta a nosotros nos cuesta asimilar lo que está sucediendo”, decían los padres de los compañeros de Mauro, ayer a la salida de la escuela.

Asimismo se unieron al pedido de Berta, la mamá del niño.

“Berta dijo una verdad: si ya tres niños murieron en el país por culpa de la purpurina, ¿Por qué no prohíben su uso? Hay que cuidar a nuestros hijos porque lo que hoy le pasó a Mauro mañana le puede pasar a cualquiera de nuestros hijos”, sentenciaron los padres. l