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EL LIBERAL . Santiago

El río Dulce ha sido, es y será un componente único del desarrollo de nuestra provincia

24/07/2019 21:03 Santiago
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El río Dulce ha sido, es y será un componente único del desarrollo de nuestra provincia El río Dulce ha sido, es y será un componente único del desarrollo de nuestra provincia

Por Sergio Zaltz

La cuenca Salí-Dulce nace en Salta, atraviesa 5 provincias y después de recorrer 800 kilómetros llega a Mar Chiquita. Es llamada la cuenca de las mil caras porque en su derrotero las aguas pasan de transparentes, de montaña y de altísima velocidad, a aguas lentas a depositarse en un gran lago a partir del cual nace nuestro Mishqui Mayu en Las Termas de Río Hondo, desembocando en la laguna de Mar Chiquita.

La cuenca es un territorio alimentado por la conexión de las aguas, pero una cosa es el reino de las aguas y otra diferente es el reino de los humanos. Una cuenca nos permite abordar integralmente la relación del agua con la vida.

Históricamente, las civilizaciones se han desarrollado y han diagramado su crecimiento a partir de la disponibilidad del agua. Santiago del Estero se caracterizó por tener un clima seco y por tener en general en todo su territorio, escasez de este vital líquido.

Nuestro río Dulce que atraviesa el corazón de nuestra provincia, dividiéndola por la mitad, ha generado una simbiosis con todos los santiagueños. Nuestro dios Dulce ha generado el respeto de cada uno de nuestros conciudadanos a punto tal que lo consideran un hermano, lo consideran vivo.

La cultura desde un desarrollo de economías regionales como la cría de cabritos, ovejas, hasta tener el agua para generar las tinturas de las mantas, genera esa convivencia, esa dependencia y ese añoramiento de lo que es el agua del río Dulce.

Sería imposible el riego complementario, el desarrollo productivo agrícola y ganadero de todo lo que es la zona de riego, hablamos de miles de hectáreas, lo cual sería imposible si no tendríamos el río Dulce, ese eje, pilar del desarrollo de nuestra provincia.

Nuestro río tiene comparativamente con otros, la gran ventaja de que no es impactado por grandes cordones industriales y su lecho de arena hace que en forma permanente se vaya depurando para dar una calidad de agua única que permite el esplendor y el desarrollo de una vida acuática añorada por muchos y envidiada por otros.

Esa vida acuática con innumerables especies de valor deportivo así como de una carne de sabor gourmet como es el dorado, tigre del río y emblema del rio Dulce. También por el sábalo, la boga, el bagre, la tararira misma, son especies que conviven en un equilibrio delicado trófico y que generan muchas veces la subsistencia de muchos de nuestros paisanos.

Hay en esto cuestiones que pueden resultar graciosas para el turista, pero adquiridas por nosotros como propias, por ejemplo cuando se exhibe un cartel que dice “hay pescado y bagre”. Entonces, se entiende al pescado como lo que llamamos pescado de asar el sábalo y el bagre, a pesar de ser un pez, se lo considera otro tipo de pescado.

 

El alimento en

tiempos de crisis

No han sido pocas las épocas que en determinadas crisis el río ha alimentado a innumerables familias generando inclusive una economía comercial de sobrevivencia ya que muchos hermanos santiagueños vivían de lo que pescaba vendiendo el pescado o alimentándose de lo que en su momento no se vendía.

Pero aparte de peces, también nos da materia prima para la construcción como el canto rodado de extracción aun artesanal a través de los famosos “ripieros” que podemos ver como personajes un poco pintorescos y culturales pero que es una economía de supervivencia y que gracias al río, pueden llevar el pan todos los días a su casa.

Si no fuese por el rio Dulce hay muchas localidades ribereñas y no tanto que no tendrían ninguna posibilidad de tener acceso al agua dulce, no solo para el consumo propio sino también para el desarrollo productivo de ganadería menor y en algunos casos también mayor.

En su derrotero ya ingresando en el sur de Santiago, comienza a formar innumerables bañados los cuales sirven para atenuar crecientes, para morigerar las inclemencias del clima y como humedales en algunos casos declarados como sitios “Rams” que son reservorios naturales para la humanidad.

La cultura, el río y la pesca se han inmortalizado en personajes tan propios del santiagueño como Maño Luna en el histórico barrio 8 de abril, el cual toda su vida transcurrió como un eximio pescador y era famoso por sus milanesas de bagre así como por la sopa de cabeza de bagre que se hacía en su casa. La pesca y el santiagueño, son prácticamente una fusión, una simbiosis, el río Dulce es algo más que un río para los santiagueños. Es parte de nuestra cultura, sin el río, Santiago no sería Santiago.

No debemos olvidarnos de la Mayu Maman, de la madre del río, que según señala esa leyenda, al pescador que comienza a sacar más de lo que necesita lo enamora como una sirena, lo ingresa a sus aguas y no le permite regresar.

En definitiva, el río Dulce siempre va a estar presente en nuestras vidas. Ha sido, es y será un componente único del desarrollo de nuestra provincia. l

 


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