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Alexitimia: el impedimento de expresar nuestras emociones y afectos a los demás

15/10/2017 01:00 Santiago
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Alexitimia: el impedimento de expresar nuestras emociones y afectos a los demás Alexitimia: el impedimento de expresar nuestras emociones y afectos a los demás

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La alexitimia es un trastorno desadaptativo psicológico caracterizado por la incapacidad de identificar y describir verbalmente las emociones y sentimientos en uno mismo y en los demás.

En 1972 el profesor de Psiquiatría Peter Sifneos introduce el término ‘alexitimia’ para referirse a un trastorno que imposibilita a la persona detectar sus propias emociones y por lo tanto darle un nombre a la hora de expresarlas verbalmente.

Es por ello que las personas alexitímicas son incapaces de reconocer y poner nombre a sus emociones.

Este hecho supone una importante interferencia en la vida cotidiana del paciente, dificultándole enormemente las relaciones interpersonales, ya que las personas que le rodean difícilmente son retroalimentadas por cómo sus actos influyen al alexitímico (por ejemplo son incapaces de manifestar entusiasmo ante una buena noticia). Es por ello, que a menudo parecen personas frías y demasiado pragmáticas. A todo ello se le une el importante nivel de sufrimiento emocional que acompaña a la alexitimia y que el paciente no sabe definir, lo que le dificulta enormemente la tarea de autorregular su emoción. La alexitimia puede estar presente en diferentes tipos de patologías, siendo especialmente frecuente en los trastornos generalizados del desarrollo como los trastornos del espectro autista. En la mayoría de los casos, la alexitimia responde a causas biológicas como los déficits neurológicos y neuropsicológicos, si bien, puede ser también consecuencia de la exposición del individuo a situaciones traumáticas.

¿Cómo se comporta un alexitímico?

El diagnóstico de la alexitimia generalmente se realiza a partir de la observación (y auto-observación) del comportamiento del sujeto en diferentes situaciones en las que el reconocimiento de sus propias emociones garantiza un afrontamiento acertado. Además del componente básico de la alexitimia, la incapacidad para reconocer sus propias emociones, es frecuente encontrar en este tipo de personas algunas de los siguientes comportamientos considerados también como característicos del perfil de personas alexitímicas son: • Baja capacidad de introspección y de fantasías; son personas con una vida interior muy baja. Tienen una mínima tendencia a la ensoñación. • No detectan ni reconocen las emociones en los demás. Falta de empatía. • Parecen serios y aburridos. • Hablan muy poco. • Son excesivamente prácticos y racionales. Su estilo cognitivo (forma de pensar) se orienta hacia lo externo y lo concreto. • Muestran una importante dificultad a la hora de manejar los afectos; les cuesta establecer y mantener vínculos afectivos. Este hecho hace que desarrollen relaciones sociales inadecuadas caracterizadas por la dependencia emocional o el aislamiento social . • Problemas sexuales; ausencia de deseo o impotencia. • Son impulsivos; reaccionan de forma desproporcional ante emociones que ellos mismos son incapaces de identificar. • Son persona conformistas. La Escala de Toronto es el método más empleado para apoyar al observación clínica del diagnóstico de alexitimia sin que en ningún caso sustituya al proceso comentado.

Causas

Amor, odio, miedo… ¿Te imaginas cómo sería no saber identificar ni expresar tus propias emociones? Es lo que les ocurre a las personas que sufren alexitimia. Muchos autores sostienen que la alexitimia es un concepto de rango, puesto que no todas las personas la tienen en el mismo grado, y en pequeñas dosis puede ser relativamente frecuente. Según datos de la OMS y de la Ineco, se calcula que el 10% de la población la padece, presentándose, según los estudios existentes, con más frecuencia en los varones. A "sus dosis patológicas" es un trastorno que afecta principalmente a personas que padecen algún tipo de déficit neurológico, neuropsicológico y/o trastorno psiquiátricos como los trastornos afectivos (depresión, ciclotimia, etcétera) o las adicciones. Este trastorno presenta una elevada tasa de incidencia (80-90%) en los trastornos del espectro autista. La alexitimia puede clasificarse en dos tipos en función de sus causas: primarias o secundarias.

Alexitimia primaria

Responde a causas biológicas. Frecuentemente son déficits neurológicos y/o neuropsicológicos que interfieren en la comunicación entre el sistema límbico (implicado en nuestras emociones) y el neocórtex (implicado en nuestra razón), o bien, que dificultan la comunicación entre los hemisferios cerebrales; el izquierdo encargado de la producción del lenguaje y el derecho encargado de regular y poner nombre a las emociones. La alexitimia primaria puede deberse a factores hereditarios, manifestándose en ese caso desde la infancia; o aparecer como consecuencia de alguna enfermedad neurológica, como la esclerosis múltiple o el parkinson, o como causa de ictus, traumatismos o tumores cerebrales.

Alexitimia secundaria

Se debe a causas traumáticas que tienen lugar en determinados momentos evolutivos o cuando la persona ha sido sometida a situaciones traumáticas intensas en la vida adulta (por ejemplo malos tratos). Muchas de estas personas sufren un Trastorno por Estrés Postraumático (TEPT) el cual explica sus síntomas. Además de ir junto al TEPT, la alexitimia puede aparecer en otros trastornos psicopatológicos como la depresión, los trastornos de alimentación (anorexia y bulimia), adicciones, etc. Igualmente, puede deberse a un desorden en el aprendizaje emocional del afectado.

Síntomas

Las personas que sufren de alexitimia están limitadas en su capacidad de experimentar fantasías o sueños o pensar de forma imaginativa. Por el contrario, tienen una forma de pensar enfocada externamente, basándose en los hechos y detalles. Las personas con alexitimia son a menudo descritas por los demás, incluyendo a sus seres queridos, fríos y distantes. Carecen de habilidades empáticas y tienen grandes dificultades para comprender y responder con eficacia a los sentimientos de otras personas. La alexitimia significa literalmente la falta de palabras para los sentimientos. Algunos de los síntomas o características de alexitimia son: • Dificultad para identificar los diferentes tipos de sentimientos. • Dificultad para distinguir entre los sentimientos emocionales y sentimientos corporales. • Comprensión limitada de lo que hizo y sus sentimientos. • Dificultad para expresar afectos. • Imaginación limitada. • Quejas físicas. • Falta de disfrute y búsqueda del placer. • Postura y expresiones faciales rígidas. La alexitimia tiene una fuerte implicación en las enfermedades mentales y el desarrollo de la personalidad, pero no es algo que temer. Si usted experimenta alexitimia, o conoce a alguien que lo hace, hay maneras de aprender la forma de fortalecer las capacidades a través de la psicoterapia.

Tratamiento

Las terapias orientadas al autoconocimiento son contraproducentes. Estos métodos provocan angustia en pacientes con alexitimia centrando la atención en su incapacidad para comprender sus propias emociones. En tales casos, es preferible concentrarse en estrategias de afrontamiento que son perfectamente manejadas por un neuropsicólogo en psicoterapia. Los pacientes alexitímicos generalmente acuden a tratamiento presionados por las personas que les rodean, pues son quienes realmente padecen sus síntomas. El tratamiento de la alexitimia debe contemplar el empleo de técnicas que ayuden al afectado a identificar sus emociones, al mismo tiempo que se le dota de estrategias que le permitan graduar sus emociones en función de la magnitud de los acontecimientos estresantes, revisando su estilo de afrontamiento actual. De esta manera incrementaremos el vocabulario emocional del paciente, lo que le permitirá diferenciar diferentes niveles de la emoción según las circunstancias (por ejemplo puede estar nostálgico, triste, de bajón o deprimido). De forma general el tratamiento de la alexitimia se basa en el desarrollo cognitivo de la conciencia emocional. Es decir, el objetivo principal del tratamiento será ayudar al paciente; a través de un especialista neuropsicólogo; a reconocer y poner nombre a sus emociones. Para ello, el paciente debe aprender a seguir los siguientes pasos a la hora de comprender y regular su emoción: Detectar su emoción o las emociones ajenas: "estoy triste". Asimilar la emoción: habilidad de tener en cuenta nuestras propias emociones a la hora de llevar a cabo un razonamiento determinado o toma de decisiones. Por ejemplo, debe ser capaz de decir "te hablé así porque estaba enfadado". Comprender: entender las diferentes señales emocionales, como la sensación de tensión que nos anuncia que nos estamos enfadando. Autorregular las emociones: mediante el conocimiento de diferentes estrategias de control emocional a través de estrategias neuropsicológicas y psico-educativas (por ejemplo lecturas) y técnicas de modificación de conducta específicas (por ejemplo imitando la conducta de una persona que actúe como modelo, entrenamiento en habilidades sociales, etcétera).

Psicoterapia

Algunos neuropsicólogos producen abordajes alternativos donde la alexitimia puede responder a la psicoterapia o terapias habladas. Se alienta al paciente a que identifique y etiquete los sentimientos de manera apropiada. Este es un proceso muy lento y potencialmente evolutivo; siempre y cuando se trabaje en conjunto con el paciente; hay que dejar a los expertos y no debe ser intentado por cualquier persona con una teoría ingenua o de sentido común de las emociones. Como la mayoría de las terapias psiquiátricas, no está garantizado producir resultados positivos. La distinción entre la alexitimia primaria y secundaria es particularmente relevante. Las terapias orientadas al autoconocimiento son poco probables que funcionen en alexitimia primaria si las vías que unen las áreas emocionales clave del cerebro han sido destruidas, la terapia de edificación puede tener cierto éxito (limitado). Por el contrario, es más probable que responda a las terapias psicodinámicas, ya que se cree que tiene una causa neuropsicológica la alexitimia secundaria.

Farmacología

No existen medicamentos directos de este trastorno. Sin embargo, la alexitimia se sabe que se correlaciona con un bajo estado de ánimo, y algunos pacientes pueden beneficiarse de los antidepresivos. Esto a su vez puede hacer que sea más fácil y más productivo centrarse en los sentimientos y la interpretación de experiencias internas en lo que hace a las terapias conducidas por neuropsicólogos. Tal vez el mayor obstáculo para el tratamiento es conseguir que el problema sea reconocido. La alexitimia no constituye un diagnóstico formal y el déficit subyacente en la conciencia emocional no es reconocido oficialmente como un trastorno psiquiátrico. En la práctica, la mayoría de los psicólogos que no están especializados en la clínica o que no se prepararon para ejercer la neuropsicología, son reacios a reconocer la alexitimia y no logran entender por qué algunos pacientes no pueden estar en contacto con sus sentimientos. Lamentablemente, hasta que el síndrome sea de más amplia difusión, la ayuda profesional puede no estar disponible.

Prevención desde la infancia

La expresión y regulación de las emociones forma parte de un proceso de aprendizaje que tiene lugar a lo largo del desarrollo evolutivo del niño. Ayudar a los hijos a aprender a identificar sus emociones y las ajenas es una tarea fundamental que pueden realizar los padres para prevenir los casos de alexitimia secundaria. Para ello es importante permitir al niño la expresión de sus emociones para que posteriormente le enseñemos a regularlas. Para conseguirlo, el estilo comunicativo entre el pequeño y los papás debe ser directo, manifestando en todo momento el respeto hacia los estados emocionales del niño, combinado con unas pautas educativas claras que le ayuden a gestionarlo. Para potenciar la educación emocional en los niños, los padres pueden ayudarse de materiales ya elaborados en los que en formato de juego les enseñan a expresar y regular diferentes emociones. Los cuentos y las metáforas son excelentes herramientas que ayudan a los más pequeños a entender sus sentimientos de mano de la fantasía. También debemos tener en cuenta que los padres son los principales modelos de afecto para los hijos. No podemos pretender que un niño exprese sus emociones si nosotros mismos no lo hacemos. Los padres que esconden sus emociones enseñan a sus hijos a reprimirlas. Por ello, es adecuado que en el ambiente familiar haya una expresión de afecto abierta y adecuada.

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