Valentina Liorens reveló detalles de “La casa de Arguello”, su aclamada realización audiovisual Valentina Liorens reveló detalles de “La casa de Arguello”, su aclamada realización audiovisual
La cineasta, fotógrafa y pintora argentina, Valentina Llorens, presentó en el Festival Internacional de Cine Ambiental y Derechos Humanos, que se desarrolla en Santiago, su documental autobiográfico “La casa de Arguello”. En una entrevista exclusiva con EL LIBERAL, se refirió al proceso que desarrolló para hacer este filme.
¿Cuán doloroso resulta contar una historia trágica en la que la protagonista es uno mismo?
Lo suficiente como para sentirlo y trascenderlo. El primer motor para realizar este documental fue una búsqueda de identidad cuando empecé en el 2000. Después, cuando fui madre de Frida y de Lorenzo empezaron las preguntas. Ahí ya tomó otro color, otro motor que fueron mis hijos. Lo principal de todo era que ese dolor que yo sentía no pasara a ellos, que se quedara en mi generación. Es un dolor muy fuerte.
¿Cuánto jugó tu abuela Nelly en la contención a vos, particularmente? ¿Qué sensaciones tuviste al reencontrarte con tu madre?
Es un linaje de mujeres muy amorosas. Mi abuela era una mujer con una identidad muy aguerrida, muy disfrutadora, muy social, muy vincular. Siempre estuvo. Siempre ha estado ahí. En el tiempo en que estuve en el exterior, viviendo en el exilio, ella me mandaba regalos. Era una persona presente. Era tan presente que al haberme criado en los primeros años de mi vida mi madre quedaba ausente. Al realizar el documental, lo nuevo, lo personal que me trae fue reconstruir el vínculo con mi madre.
¿Cómo logras restablecer esa relación con Fátima, tu mamá, y qué rescatas de todo ese proceso?
Lo que me resulta interesante era que yo quería saber parte de mi historia, que no sólo es mi historia sino la historia de todas y todos, que es la historia del país. En el momento en que iba reconstruyendo la historia, me iba revinculando con mi madre. Fueron las dos cosas al mismo tiempo. A mí, nadie nunca me negó la historia porque siempre la supe. Pero ahí me faltaban detalles. Mientras hacía eso fui construyendo el vínculo con mi madre.
En ese trabajo de reconstrucción, ¿qué rol cumplieron tus tíos Sebastián y Diana, cuyos cuerpos sin vida fueron recuperados?
Yo creo que lo principal, lo más importante de la aparición de los restos fue sensibilizarme. Como a lo largo de mi vida siempre viví con una coraza muy fuerte por el dolor, por poder sobrevivir o supervivir frente a tanto daño y tanta tragedia, con la aparición de los restos de mis tíos tuve una sensación contradictoria. Eso fue un golpe fuerte. Yo no había entendido qué era un desaparecido hasta que aparecieron. Un desaparecido esconde muchas cosas más: lo vincular en la familia, muchos silencios más allá de la persona desaparecida. Yo no me había dado cuenta de que mi madre era tan cercana de Sebastián y Diana, hasta que la vi totalmente quebrada cuando aparecieron. La aparición de los restos de Sebastián y Diana fue de mucho alivio frente a una tragedia. En lo personal fue sensibilizarme profundamente, entender a mi madre, el poder abrirme hacia ella, hacia esa generación y después a trascender.
Trascender es poder mirar la historia desde otro lado, al dolor desde otro lado, a mi madre desde otro lado y a esos huesos lo que significan. En esa trascendencia uno sale del propio ombligo. De alguna manera, este mirarse al ombligo para mí es revictimizarse sola. El salir de ese lugar de soledad es también salir de ese lugar de víctima.
La búsqueda de la identidad y la memoria
Durante la presentación de su documental “La casa de Argüello”, su realizadora, Valentina Llorens, contó que ella había nacido en “cautiverio, pero no fui apropiada”. A partir de la figura de Nelly Ruiz de Llorens, Madre de Plaza de Mayo, su nieta realiza el recorrido de su búsqueda con un material que fue atesorando por años. Valentina no alcanzó a conocer la casa de sus abuelos en Argüello (dinamitada por los militares), pero alrededor de esa alegoría cuenta con su propia voz, la historia de Nelly y sus hijos, la de ella misma, antes y después de ser madre.
Nieta de una mujer aguerrida nacida en La Banda
Nelly Ruiz de Llorens, símbolo de la lucha por los derechos humanos en Córdoba, nació en Santiago y hasta los cuatro años de edad vivió en una finca del departamento Banda. Posteriormente se instaló en Santiago, en donde vivió hasta los 19 años. Tras casarse “con mi abuelo, que era un porteño, ingeniero industrial que viajó por diferentes provincias hasta establecerse definitivamente en Córdoba”, tal como lo contó Valentina.
Nelly fue fundadora de Familiares de Presos y Desaparecidos por Razones Políticas. Y Fátima Llorens, mamá de Valentina, fue ex-presa política y exiliada. “Era de una identidad profunda en la que llevaba su Santiago del Estero y su cultura. Disfrutadora de todo: una peña, música, poesía, la lectura; disfrutaba las marchas. Era muy curiosa. Le gustaba conocer gente nueva, de otros países”, destacó Valentina a EL LIBERAL al referirse a su abuela Nelly.








