Graciela reveló el día que Jorge Luis Borges le dio su apellido Graciela reveló el día que Jorge Luis Borges le dio su apellido
se titula una serie de 40 breves podcasts en primera persona producidos
por Film&Arts y que, a partir de hoy a
la hora cero, estarán disponibles cada
semana en la web de la señal de cable
y en plataformas como Spotify.
Con más de 50 películas en su
historia, Borges desarrollará recuerdos y emociones vividas junto a famosos directores argentinos y extranjeros, así como sus vínculos con
figuras internacionales como Paul
Newman, Paul McCartney, Catherine
Deneuve y Audrey Hepburn, y la
anécdota de la “cesión” de su apellido
artístico por parte de Jorge Luis Borges.
Es que a los 14 años, su padre le
impidió usar el apellido familiar, Zabala, por cuestiones de prestigio social
para actuar en “Una cita con la vida”,
de Hugo del Carril, para la que había
sido seleccionada a través de un casting, sin que antes se le hubiera pasado por la mente actuar en el cine.
Borges fue para siempre su apellido.
Contanos de ese proyecto de podcasts sobre tu vida.
Es que cada vez que me ofrecen
la posibilidad de escribir un libro
siempre digo que no. Me llamó Mar?
celo Lezama, productor general de
Films&Arts en la Argentina, y me
ofreció hacer una película de hora y
media con anécdotas de mi vida.
Pero después la cosa cambió y se
trataba de grabar con un micrófono
que ellos me mandaban y enviar eso a
un sitio determinado, sobre las histo?
rias de cada película; pero después la
cosa se iba por otro lado, con perso?
nas que yo conocí, historias de vida.
Se supone que tu larga
experiencia en radio te habrá ayudado.
Fue una cosa rara. La primera vez
fue por la calle, en mi barrio; me senté
en una especie de portoncito que no
era el mío y Marcelo me dijo: “Habla?
me de Favio”, y yo le empecé a contar
anécdotas del “Negro”, de cuánto lo
quería, algo bastante sencillo para mí.
De cada película salían cosas,
porque contar la historia de la vida
dentro de cada filmación es lo que
verdaderamente interesa. Y ellos de?
cidieron hacer estos 40 podcasts; a
mí me encantó y lo tomé con bastante
humor, porque si no no serviría. Ellos
se reían mucho y hasta yo me divertía
con lo que estaba contando.
¿Cómo fue el episodio en
que Jorge Luis Borges te
ofreció su apellido?
Yo filmé mi primera película, “Una
cita con la vida”, a los 14 años; fueron
a hacer el casting al Conservatorio,
donde yo me había anotado y era la
más chica de todos. En resumen,
apareció Hugo del Carril con otro se?
ñor, que sería productor, y buscaba
chicos que iban al colegio con la pro?
tagonista, que era la divina.
Un día llaman por teléfono y dije?
ron que yo tenía que ir a la calle Tal?
cahuano a la casa de Hugo, y a mí no
se me ocurrió decirles a mis padres
sino que se lo confié a María, que era
la señora que trabajaba en casa:
“Tengo que ir a lo de Hugo del Carril
porque me van a hacer actriz de ci?
ne”, le dije.
Por supuesto, mi papá no estaba
de acuerdo por las cosas que se pen?
saban de las actrices en aquel tiempo,
ni me autorizaba a usar mi verdadero
apellido. Por entonces yo iba los do?
mingos a almorzar a la casa de Au?
gusto Mario Delfino, ya que su hijo,
Marito, era muy amigo mío. Yo llegué
llorando y le dije a la madre que no me
dejaban hacer cine, con toda la ilusión
que tenía.
Allí estaba Borges y preguntó qué
me pasaba, el porqué de mi angustia.
Enterado, me dijo: “Le presto mi ape?
llido”, porque él no tuteaba a las per?
sonas. Y ahí arrancó todo.
¿Cómo te sentís
al haber participado, junto a Alfredo
Alcón, de una época
de nuestro cine que
fue esencial, en los
años 60?
íCómo lo extraño a Al?
fredo! De todos modos
nunca me he creído nada
de esas cosas que dicen,
como “estrella”, “diva”,
nada de eso; tengo la sen?
sación de que al haber tra?
bajado tanto tiempo se
acomodó en mí una natu?
ralidad que no tiene nada
que ver con el ego. A mí me
parece que la completitud
de todo tiene que ver con
los otros; nunca pensé que
iba a hacer un gran trabajo
sin todos los que estaban
alrededor mío. Hubo pelí?
culas que me gustaron más
que otras y equipos de tra?
bajo excelentes y de los
otros. Tuve enormes di?
rectores y otros que no
voy a nombrar, y eso fue
una fortuna, una suerte;
pero lo que más me gusta
es comprobar qué buenas
estrellas hay entre las
nuevas generaciones.
Creo que hago muy
buen cine, que soy buena
actriz, y creo que cierta le?
yenda que anduvo a mi al?
rededor como “gran diva
del cine argentino” me jugó
bastante en contra.








