Madonna recordó a Evita Madonna recordó a Evita
El tañido de las campanas ofició de preludio como una misa pagana, generosa en elementos del sincretismo religioso como cruces, ángeles y mandalas, ya un clásico en el imaginario de la artista que, debido a un cuadro febril demoró su salida a escena hasta las 23.20. La dama Ciccone fue la dueña absoluta de la ceremonia y desplegó su poder empuñando armas y hasta su guitarra como si fuera una pistola al interpretar Revolver y Gang Bang, mientras tanto, la pantalla gigante se bañaba de sangre.
Las imágenes violentas que coparon el escenario fueron una marca del espectáculo que Madonna repetirá hoy en River y el sábado 22 en el estadio cordobés Mario Kempes.
Las escenas eróticas, la estética con impronta sadomasoquista, los cueros y las cadenas que recorren los cuerpos perfectos de los bailarines conformaron un recurso potente para dejar al descubierto las fantasías de la mente humana, sin filtro.
El silencio atento acompañó The Erotic Candy Shop, más logró quebrarse ante sus juegos escénicos con su ambigüedad sexual, capaces de terminar con parte de su cola al aire, durante una versión precisa de Human Nature, provocador prólogo a la estación emotiva de su viaje musical.
Recordó a Evita
Don t Cry for me Argentina, tema emblemático del filme Evita, de Alan Parker, dejó expuesta la vulnerabilidad de una actriz y cantante en escena que además de exhibir un tatuaje con la leyenda Eva, se arrodilló y reptó ante una multitud conmovida.
La teatralidad de este itinerario musical, por momentos con aires de ópera posmoderna, alcanzó su punto más alto cuando la reina decidió perder simbólicamente su corona y caer en el piso a manos de un bailarín, en clara alusión a la violencia de género tantas veces implícita en escenas supuestamente románticas.
Sus 22 bailarines jugaron a la acrobacia a la perfección y hasta su hijo Rocco, “el amor de mi vida” según palabras de la rubia artista, danzó con belleza para subrayar la potencia dramática de cada tema.
Viejas canciones como Like a Virgin y Like a Prayer fueron los temas que hicieron explotar al predio y sonaron como himnos en una noche donde Madonna dejó en claro que sorprender es lo suyo, aunque el efecto sorpresa deje en silencio a la multitud. “La dama está de regreso” aulló en su recital sin bises.








