Este miércoles es el partido del Ferroviario por Copa Libertadores y el enviado especial de El Liberal a Río de Janeiro, Gustavo Paz, contó en Noticiero 7 las expectativas de cara al duelo en El Maracaná.
En Río se respira ilusión: "Los hinchas de Central Córdoba sueñan con dar el golpe ante Flamengo" En Río se respira ilusión: "Los hinchas de Central Córdoba sueñan con dar el golpe ante Flamengo"
La previa del histórico partido en El Maracaná, de Central Córdoba por la segunda fecha de la Copa Libertadores, se vive con enorme expectativa en Río de Janeiro. Así lo reflejó el periodista y enviado especial de El Liberal, Gustavo Paz, quien se encuentra en Brasil cubriendo el acontecimiento.
En un móvil especial para Noticiero 7, contó que los hinchas no se conforman con ver la camiseta del Ferroviario en el mítico Maracaná: "Quieren ganar. Algunos firman el empate, pero otros sueñan con tumbar a Flamengo en su propia casa".
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Gusty Paz destacó que desde 2019 hasta hoy, Flamengo solo perdió dos partidos en el Maracaná, lo que evidencia la magnitud del desafío. Sin embargo, también rescató la confianza que reina en el plantel santiagueño. "Matías Parelló nos decía que, más allá del miedo escénico, somos once contra once y estamos en igualdad de condiciones. Es un lindo estadio, pero no deja de ser un partido de fútbol", relató el cronista.
En cuanto al colorido que aportan los fanáticos, Gustavo describió un ambiente emocionante. "El 95% de los santiagueños que viajaron ya está en Río. El recibimiento fue muy emotivo, sin incidentes. Incluso hubo saludos y fotos con hinchas de Botafogo por la similitud en los colores. Algunos no tenían entrada, pero la organización ya comenzó a resolver ese tema", explicó.
Respecto al equipo que parará Omar De Felippe, aún no hay confirmaciones. "No hay indicios concretos. Recién camino al estadio podría saberse algo. Al DT le gusta jugar con dos extremos definidos y se estima que algunos que no estuvieron en Santa Fe serán titulares", adelantó Paz. Todo se definirá en las horas previas, pero la ilusión del pueblo ferroviario ya está encendida.








