El santiagueño perdió la vida —según fuentes oficiales— durante un entrenamiento de rutina en una base del Ejército Argentino.
SENTIMIENTO PLENO. "No solo despedimos a un militar ejemplar, sino a un hijo de esta tierra", expresaron los vecinos.
Con honores y muchas lágrimas despidieron al teniente Olivera Con honores y muchas lágrimas despidieron al teniente Olivera
En un acto cargado de solemnidad, orgullo y dolor, San José del Boqueron y sus alrededores (Copo), despidieron ayer al teniente Ignacio Olivera, quien fue inhumado con honores militares en el cementerio local, en presencia de familiares, camaradas de armas, autoridades y vecinos conmovidos.
Desde las diez de la mañana, decenas de personas se acercaron para brindar su último adiós al joven oficial, recordado no solo por su entrega profesional sino también por su compromiso con la comunidad que lo vio nacer.
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Ignacio Olivera perdió la vida —según fuentes oficiales— durante un entrenamiento de rutina. Su deceso generó una profunda repercusión tanto en ámbitos castrenses como civiles, donde era respetado por su vocación de servicio.
Arribaron a la localidad norteña compañeros del Comando 606 de Bahía Blanca, camaradas de Córdoba e incluso Gendarmería Nacional envió representantes.
Las autoridades del Ejército destacaron su valor, disciplina y sentido del deber. Luego, el féretro fue trasladado al cementerio, donde recibió los honores correspondientes al grado de teniente, marcando el silencio de la despedida. "No solo despedimos a un militar ejemplar, sino a un hijo de esta tierra que llevó en alto el nombre de Alto Alegre y San José del Boquerón", expresaron los vecinos.
Familiares, entre lágrimas y visiblemente conmovidos, agradecieron el acompañamiento de la comunidad.
Desde el Ejército se dispuso un acompañamiento institucional para brindar asistencia emocional y logística a los familiares del teniente Olivera durante todo el proceso.
