La Justicia condenó a prisión perpetua a Marcelo Fabián Coria, el albañil acusado de asesinar a su esposa y ocultar su cuerpo en una obra en construcción.
Un albañil mató a su esposa, escondió el cuerpo en una obra y la acusó de ser infiel Un albañil mató a su esposa, escondió el cuerpo en una obra y la acusó de ser infiel
Ocho años después del crimen, la Justicia condenó a prisión perpetua a Marcelo Fabián Coria, el albañil acusado de asesinar a su esposa, Andrea Sequeira, y ocultar su cuerpo en una obra en construcción. Detrás del fallo, dictado por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°8 de Lomas de Zamora, se esconde un macabro plan que incluyó una acusación de infidelidad, una escena simulada de abandono y un cuerpo enterrado a un metro y medio de profundidad.
El crimen ocurrió el 3 de enero de 2017 en la localidad bonaerense de Guernica. Aquella tarde, vecinos del barrio escucharon gritos provenientes de la casa donde vivía la pareja, ubicada en la esquina de Victorino de la Plaza y Adolfo Alsina. Sin embargo, nadie intervino. Las discusiones violentas eran frecuentes, según relataron los vecinos.
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"Él era un hombre violento. Se escuchaban golpes constantemente en esa casa", contó una mujer del barrio que prefirió mantener el anonimato.
Esa "normalización" del conflicto fue lo que permitió que Coria llevara adelante el crimen sin interrupciones. Mientras en la cuadra los gritos no llamaban la atención, él asesinó a su esposa de forma brutal. Esa misma noche, los familiares de Sequeira se acercaron a la comisaría 7° de Glew para denunciar su desaparición. Al ser consultado, Coria respondió con frialdad: "Se fue con otro".
Los policías ingresaron a la vivienda y encontraron un desorden notable: platos rotos, pertenencias faltantes y un ambiente revuelto. Sin embargo, no había rastros de la mujer ni señales evidentes de violencia extrema. Esa escena encajaba con la versión que Coria intentó instalar: una pelea por infidelidad y una fuga amorosa.
Los efectivos lo demoraron brevemente, pero fue liberado al poco tiempo. No había pruebas concretas que lo vincularan con un posible homicidio. El plan parecía haberle salido bien.
Sin embargo, una amiga íntima de Sequeira se convirtió en una pieza clave. Desesperada por la falta de respuestas, advirtió a la policía sobre una obra en construcción ubicada cerca de la casa de la pareja. "Declaró que había tierra removida en el lugar", reveló una fuente judicial.
La fiscal del caso, Laura Pérez, ordenó un allanamiento. Personal de Bomberos Voluntarios de Guernica y un grupo especializado llevaron adelante una excavación de casi dos metros. A un metro y medio de profundidad, hallaron el cuerpo de Andrea envuelto en una sábana y dentro de una bolsa de nylon. Estaba en avanzado estado de descomposición y junto a él había restos de cal. La autopsia confirmó que murió por asfixia: Coria la ahorcó con sus propias manos.
Tras el hallazgo, Coria fue detenido nuevamente y la causa fue recaratulada como "homicidio calificado por el vínculo y por mediar violencia de género". El proceso judicial se extendió durante años, entre dilaciones presentadas por la defensa y la interrupción que supuso la pandemia. Finalmente, esta semana llegó el veredicto: prisión perpetua.
La sentencia fue recibida con alivio por el círculo íntimo de la víctima. Aunque prefirieron no hablar públicamente, una amiga cercana expresó: "Esperamos muchísimo tiempo para llegar a esto. Se demoró mucho, pero se hizo justicia al fin".