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El recordado cruce entre Baseotto y Ginés González García

El conflicto generó una crisis institucional entre el Gobierno de Néstor Kirchner y la Iglesia Católica, y derivó en la remoción del obispo castrense por decreto presidencial.

El recordado cruce entre Baseotto y Ginés Gonzlez García

El recordado cruce entre Baseotto y Ginés González García.

26/05/2025 20:56 País
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En 2005, monseñor Antonio Baseotto protagonizó una fuerte polémica con el entonces ministro de Salud, Ginés González García, tras la difusión de una carta en la que el prelado criticaba duramente las políticas sanitarias del funcionario y sugería que "merecía ser arrojado al mar con una piedra de molino atada al cuello". El conflicto generó una crisis institucional entre el Gobierno de Néstor Kirchner y la Iglesia Católica, y derivó en la remoción del obispo castrense por decreto presidencial.

Todo comenzó cuando González García, reconocido por su postura favorable a la despenalización del aborto, expresó en una entrevista con el diario Página/12 la necesidad de abrir el debate sobre el tema. La respuesta de Baseotto fue inmediata y polémica: en una carta pública, citó un pasaje del Evangelio y acusó al ministro de "apología del delito", señalando que sus acciones —como la distribución de preservativos entre jóvenes— promovían el "libertinaje sexual" y la expansión del VIH.

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"Cuando usted repartió públicamente profilácticos a los jóvenes, recordaba el texto del Evangelio donde nuestro Señor afirma que 'los que escandalizan a los pequeños merecen que le cuelguen una piedra de molino en el cuello y lo tiren al mar'", escribió el obispo. Y agregó: "Propiciar el aborto es asesinato de inocentes, y distribuir profilácticos es fomentar el libertinaje. Se está degradando a la sociedad con los mismos principios de los emperadores romanos: panem et circenses".

González García respondió con dureza: "Parece que monseñor tiene bien aceitados sus contactos con los represores que sembraron a la Argentina de terror y muerte. Solo así se puede entender que proponga la misma metodología de exterminio que el excapitán Scilingo con quienes piensan distinto", afirmó en alusión a los vuelos de la muerte durante la dictadura.

A raíz de estas declaraciones, el abogado Ricardo Monner Sans denunció a Baseotto por presunta apología del delito. La jueza María Servini de Cubría quedó a cargo del expediente y solicitó a la Fiscalía y al Ministerio de Salud una copia de la carta como parte de la investigación preliminar.

Sin embargo, en su descargo ante la Justicia, González García aclaró que nunca recibió personalmente la misiva. A través de un escrito, explicó que la carta fue pública, pero no le fue enviada de manera oficial ni personal. Esta precisión, según fuentes judiciales, dejó la causa en un estado de estancamiento, con escasas posibilidades de avanzar.

Baseotto también presentó un escrito ante el juzgado —entonces subrogado por el juez Norberto Oyarbide—, en el que adjuntó una copia de la carta y argumentó que sus expresiones fueron malinterpretadas. Afirmó que se trataba de una cita bíblica y no de una amenaza literal.

A pesar de sus aclaraciones, el Gobierno de Kirchner consideró los dichos del obispo como una afrenta grave. En consecuencia, el Poder Ejecutivo revocó por decreto su nombramiento al frente de la vicaría castrense, lo que también implicó la suspensión del salario que percibía del Estado. La decisión generó un clima de fuerte tensión con la Iglesia, que expresó su malestar por la medida.

El Vaticano tampoco fue indiferente: tiempo después, el papa Benedicto XVI recibió a Baseotto, gesto que muchos interpretaron como una señal de respaldo. Si bien el conflicto institucional no se resolvió por completo, en los años siguientes el caso fue tratado por canales diplomáticos entre la Cancillería argentina y la Santa Sede.

Hoy, con el fallecimiento de monseñor Baseotto, vuelve a recordarse uno de los episodios más tensos en la relación entre el Estado argentino y la Iglesia Católica en las últimas décadas.

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