Adujo no contar con las "facultades necesarias" para ejercer el cargo. Su salida ocurre en medio de un recambio en el equipo de colaboradores de la vicepresidenta y presidenta del Senado, Victoria Villarruel.
Renunció Eduardo Viramonte Olmos, el secretario administrativo del Senado designado por Villarruel Renunció Eduardo Viramonte Olmos, el secretario administrativo del Senado designado por Villarruel
A solo un mes de haber asumido formalmente como secretario administrativo del Senado, el abogado cordobés Eduardo Viramonte Olmos presentó este viernes su renuncia indeclinable al cargo. La dimisión fue dirigida a la vicepresidenta de la Nación y titular de la Cámara Alta, Victoria Villarruel, en una carta en la que argumentó no contar con "las facultades necesarias para el ejercicio del cargo".
"Razones de decoro y de ética republicanas me impiden permanecer ostentando el cargo que me fuera conferido", afirmó Viramonte Olmos en su nota de renuncia, fechada el 6 de junio y a la que accedió el portal Infobae.
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La salida del funcionario, que formaba parte del círculo de confianza de Villarruel, se produce en un momento de reconfiguración del equipo de gestión del Senado, en el que la vicepresidenta decidió recortar facultades y reforzar su control directo sobre las decisiones presupuestarias y administrativas. Desde su entorno explicaron que, a diferencia del modelo de Cristina Fernández de Kirchner —quien solía delegar la gestión—, Villarruel optó por un estilo más centralizado, en línea con el de Gabriela Michetti.
Tensiones internas y cambios de nombres
Fuentes parlamentarias señalaron que Viramonte Olmos fue advertido desde un principio que las decisiones más sensibles, como licitaciones y manejo presupuestario, quedarían bajo control exclusivo de la presidencia. "No se le quitó ninguna firma. Las facultades son de la Presidencia, que puede decidir si las cede o no. Él lo sabía", remarcaron.
A pesar de ello, su renuncia fue recibida con sorpresa entre los allegados de Villarruel, quienes afirman que su rol se concentraba en lo político y en el vínculo con los senadores.
El exsecretario había sido designado en la sesión del pasado 7 de mayo, cuando, tras intensas negociaciones con el kirchnerismo y otros bloques aliados, se logró aprobar por mayoría un paquete de nombramientos clave. Junto a Viramonte Olmos, fueron designados Agustín Wenceslao Giustinian como secretario parlamentario, María Dolores Martínez como prosecretaria parlamentaria, Lucas Clark como prosecretario administrativo y Manuel Chavarría en Coordinación Operativa.
En ese mismo debate se nombró también a las nuevas autoridades de la Cámara Alta, entre ellas a Bartolomé Abdala como presidente provisional, Silvia Sapag como vicepresidenta, Carolina Losada como vice primera y Alejandra Vigo como vice segunda.
Objetivos políticos del nuevo equipo
En reemplazo de Viramonte Olmos y otros colaboradores que fueron desplazados, Villarruel designó a un nuevo grupo de trabajo, con figuras como Claudio Gallardo, Mario Russo, Iris Speroni, María Eugenia Tasende, Francisco Funes y Juan Manuel Gestoso Presas.
Según trascendió, el objetivo del nuevo equipo será doble: por un lado, consolidar los vínculos con los senadores de diferentes bloques; y por otro, descomprimir tensiones con la Casa Rosada, en un contexto de marcada distancia política con el presidente Javier Milei y, especialmente, con su hermana y secretaria general de la Presidencia, Karina Milei.
La renuncia de Viramonte Olmos expone las dificultades internas en la administración del Senado y las tensiones que atraviesan el oficialismo, en un escenario donde cada movimiento tiene repercusiones políticas de fondo.
