Alberdi: con millones en ganancias y detenciones en puerta, los cuatreros las preferían Brangus

La Fiscalía solicitaría más detenciones en Campo Gallo, Alberdi, al haber identificado al menos a cuatro selectos sospechosos más de robar ganado Brangus en la estancia El Pilar SA, y embolsado cerca de $ 80.000.000, sobre la base en una cuasi "asociación ilícita" que ingresaba vehículos extraños y apagaba las cámaras en mayo, sin contar períodos anteriores.

"Abigeato agravado" es la figura enrostrada por la fiscal, Luján González Garay, quien indagó este jueves a Silvio Castillo, Carlos Rodríguez y a Marcelo Núñez, representados por los abogados, Gonzalo Rafael, Florencia Prats Vittar y Malena Bustos.

Según la denuncia del damnificado, Ignacio Corti, un recuento sorpresivo desnudó el faltante de casi 40 animales, pero clarificó que la cuenta de los animales se acrecentará hacia atrás y con documentación en mano.

Un recuento general

En menos de tres semanas, la policía de la Seccional 18, de Campo Gallo, habría establecido una sociedad entre el encargado del campo, Castillo, (en un predio global de 123.000 hectáreas) y varios carniceros, amigos y el dueño de una estancia contigua.

A todos, caracterizaría el gasto excesivo en vehículos, viajes de vacaciones, inclusive de personas sin ingresos aparentes capaces de justificarlos.

Sin perder tiempo, la jueza de Control y Garantías, Carolina Salas (foto), refrendó allanamientos y detenciones. En menos de tres horas, Castillo, Rodríguez y Núñez fueron apresados. También los policías secuestraron un vehículo y un arma de fuego, se supo.

Silencio ¿salvador?

Indagados este jueves, los tres habrían permanecido en silencio, por consejo de sus defensas, al menos hasta tener en claro la dimensión de las pruebas en manos de González Garay.

Mientras, desde afuera varios carniceros y estancieros cruzan los dedos, sudan la gota gorda, optimistas en que el trío no abra la boca, pero sin descartar que sus fortalezas no sean tan grandes.

Todos apagaron sus celulares, hasta los borraron de sus contactos, pero sin lograr neutralizar sus diálogos hasta el miércoles 18 de junio, fecha en que la "banda" se fue a pique al ser desbaratada y las "vacas gordas" pasaron a la historia.

Con la misma inmediatez, la fiscal puso en marcha el siguiente movimiento: entregó los celulares a los expertos en informática y se viene la extracción de datos de cuatro aparatos. Si los imputados mintieron, lo sufrirán, al igual que sus cómplices.

Las cámaras no funcionaron, o fueron apagadas a voluntad

La empresa propietaria del campo ingresaría a la causa como querellante y la Fiscalía no descarta agravar los cargos, llevándolos a "asociación ilícita", se supo al cierre.

Los voceros señalaron que entre el 11 y 27 de mayo último, todas las noches irrumpían 4 x 4 en El Pilar. Curiosamente, las cámaras no captaban nada de esos movimientos que violaron toda la seguridad interna.

Al parecer, con la venia de Castillo (encargado) habrían escogido cabezas de ganado de alta calidad: "los cuatreros las preferían Brangus y de no menos de 300 kilos", ironizó un comisario.

Es más, el último golpe habría sido tan alevoso y cero sutileza, que los maleantes recogieron 30 vacas listas para ser llevadas a una exposición en la provincia de Buenos Aires.

Para los policías, Castillo marcaba y definía los animales que serían mudados ilegalmente, tanto que luce en este rompecabezas como el jefe o al menos con autoridad especial, por encima del dúo restante.

Los compradores del mercado negro, en el radar de la Fiscalía

Ahora, la policía y González Garay indagan en los compradores de mala fe, es decir en los carniceros que convirtieron a las Brangus en asado caro: en Campo Gallo, el valor de la carne oscila entre $ 8.500 y $ 9.000 el kilo, trascendió.

Un funcionario sugirió una teoría nada antojadiza. Que los supuestos cuatreros vendieron a las vacas a otros ganaderos y éstas no han sido faenadas, sino permanecerían en campos aledaños, o bien ya han sido negociadas y/o sus desenlaces son inciertos.

Los animales "desaparecidos" eran de neta exportación, lo cual desdibuja la hipótesis de un cuatrerismo y venta para alimentación inmediata.

Como sea, la respuesta clara, sostienen los policías, se encuentra en Castillo. Él tenía los contactos, los vínculos y las relaciones comerciales. Los otros detenidos son un peón y un estanciero vecino.