Pasó prácticamente toda su vida al lado de una actividad que nunca dejó de amar. Un día muy triste para la familia, amigos y para todos aquellos que supieron de su generosidad.
El atletismo santiagueño perdió a su mejor amigo: José Pereyra El atletismo santiagueño perdió a su mejor amigo: José Pereyra
El atletismo de Santiago del Estero y de gran parte del país lamenta hoy con mucho pesar el fallecimiento de José Pereyra, un hombre que amó este deporte como nadie lo hubiera hecho en el mundo.
Empezó a practicarlo en sus años mozos y una vez que su físico como atleta amateur se resignó a tanto esfuerzo y dedicación permanente, siguió a la par de su pasión y desde otra función, tal vez la más difícil: la de dirigente.
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Fue presidente de la hoy desaparecida Asociación Santiagueña de Atletismo (ASA) y un caballero que en su lenguaje diario siempre estaba la palabra "atletismo".
José Pereyra, además de haber sido un funcionario policial de menor rango, se daba tiempo para no dejar que las carreras de los fines de semana en Santiago, no desaparezcan.
Ya en el medio de la semana se acercaba a los medios de comunicación con unas cuantas hojas escritas a mano para anunciar que tal domingo iba haber acción en un determinado lugar de la ciudad. Fue el que impulsó las competencias atléticas en los barrios y el que le puso su sello a cada paso y a cada emoción.

Un día se le ocurrió transmitir las carreras con un micrófono en mano y arriba de un vehículo de cuatro ruedas de don Santillan, hoy también fallecido.
Su relato con esa voz potente y fácil de interpretar, le daba un aura y un envíon anímico a los atletas que picaban en punta y que venían pegados casi a él en los circuitos de calle.
Un problema de salud (tuvo un episodio de ACV) le había puesto freno al andar de un lugar a otro para organizar pruebas, pero no así a sus ganas de estar siempre ligado al atletismo que era su mejor aliado y amigo.
Fue el relator oficial por mucho tiempo del Maratón Aniversario del Diario EL LIBERAL al que él esperaba y lo sentía como si fuera hoy un Mundial de fútbol.
Tuvo el orgullo y el honor de transmitir en aquellos tiempos de los 80 y 90, las carreras más emblemáticas del Diario en las distancias de los 10 kilómetros y fue el que le ponía su impronta a los inolvidables duelos del santiagueño Isaac Juárez (su querido cuñado, hoy también en la gloria de Dios) con el tucumano Juan Pablo Juárez.
Su voz y su relato eran fáciles de adivinar. Le daba un tono de emoción muy apasionante y vibrante y prácticamente era único en la provincia.
Si hoy el atletismo local creció tanto y está dando sus frutos es porque este muy humilde hombre del barrio Huaico Hondo, al que sólo le daba placer ver a todos correr en las pruebas de calle, dejó un legado que será muy difícil de igualar. No hay dudas de ello. ¡Hasta siempre José Pereyra!, el hombre que marcó un antes y un después para el bien del atletismo de Santiago.








