Un drama común: las lesiones oculares en la práctica de deportes

El deporte y la actividad física son cruciales para mantener un estilo de vida saludable, pero también conllevan riesgos potenciales, como lesiones oculares. Los atletas, ya sean aficionados o profesionales, a menudo se enfrentan al riesgo de sufrir lesiones oculares que pueden tener efectos duraderos en su visión. En este artículo exploramos las lesiones oculares más comunes en atletas y analizaremos medidas preventivas para proteger la vista durante las actividades deportivas.

Abrasiones corneales: Las abrasiones corneales son una de las lesiones oculares más frecuentes entre los atletas. Esta lesión ocurre cuando la córnea, la superficie frontal transparente del ojo, se raspa o araña. Los atletas que practican deportes como el baloncesto, el fútbol o el pádel, donde existe un mayor riesgo de recibir golpes con los dedos, codos u otros objetos, son particularmente susceptibles. El uso de gafas protectoras puede reducir significativamente el riesgo de abrasiones corneales.

Fracturas orbitarias: Los deportes de contacto como el boxeo, las artes marciales mixtas o incluso el baloncesto pueden provocar fracturas orbitarias. Una fractura orbitaria implica una rotura de los huesos que rodean el ojo, a menudo causada por un golpe directo en la cara. Los síntomas pueden incluir hinchazón, hematomas y cambios en la visión. El uso de equipo de protección adecuado, como cascos o mascarillas, es esencial para minimizar el riesgo de fracturas orbitarias.

Desprendimiento de retina: El desprendimiento de retina es una lesión grave que puede poner en peligro la visión y que se produce cuando la retina, la fina capa de tejido ubicada en la parte posterior del ojo, se desvía de su posición normal.

Los atletas que practican deportes de alto impacto, como el fútbol o el boxeo, tienen un mayor riesgo. Los exámenes oculares regulares y la detección temprana de problemas de retina son cruciales para prevenir consecuencias graves.

Quemaduras químicas en los ojos: Ciertos deportes implican la exposición a sustancias químicas que pueden causar quemaduras oculares graves. La natación, por ejemplo, expone a los atletas al cloro, mientras que otras actividades pueden implicar la exposición a agentes de limpieza o fertilizantes. En caso de una quemadura ocular por sustancias químicas, es fundamental enjuagar el ojo con agua limpia inmediatamente y buscar atención médica de inmediato. El uso de gafas de natación es necesario para prevenir este tipo de lesiones.

Hifema: El hifema es una afección en la que la sangre se acumula en la parte frontal del ojo, generalmente entre la córnea y el iris. Los deportes de alto impacto, como el baloncesto, el fútbol o el hockey, aumentan el riesgo de hifema debido a la posibilidad de traumatismo contundente. Los atletas deben usar protección ocular adecuada, como protectores faciales o gafas protectoras, para reducir el riesgo de lesiones que provoquen hifema.

¿Cómo se lesiona el ojo al practicar deporte?

La mayoría de las lesiones oculares relacionadas con el deporte se deben a traumatismos contusos. La gravedad y el tipo de lesión dependen del tamaño, la velocidad y la dureza del objeto que impacta el ojo.

· Un objeto más pequeño que la abertura de la cuenca del ojo ejerce presión directamente sobre el globo ocular.

· Un objeto más grande que la abertura de la cuenca del ojo también puede fracturar los huesos de la cuenca del ojo.

· Las fracturas de la cuenca del ojo pueden causar asimetría en la apariencia de los ojos.

· Los músculos encargados de mover el ojo pueden quedar atrapados en la fractura, lo que puede provocar que una persona tenga dificultad para mirar hacia arriba o hacia abajo, o visión doble porque los ojos están desalineados.

· Un traumatismo cerrado también puede provocar un ojo morado, hemorragia interna, inflamación, cataratas , desprendimiento de retina, daño al nervio óptico o ruptura del globo ocular.

Las lesiones penetrantes no son tan comunes como las lesiones contundentes, pero pueden ser igualmente perjudiciales.

· Pueden ser causadas por un dedo, la rotura de unos anteojos o cualquier objeto afilado que pinche el ojo.

· Las lesiones pueden variar desde un rasguño en la parte frontal del ojo (abrasión corneal) hasta laceraciones del párpado o del globo ocular.