Santiago, una provincia en la senda del desarrollo

No existe país en el mundo que se haya podido desarrollar sin la fuerte presencia del Estado. Desde la última economía que pasó del subdesarrollo a una economía de las más avanzadas, que fue Corea del Sur, hasta el mismísimo Estados Unidos de América. Sin la planificación, el monitoreo y la inversión monumental del Estado, no hubiera existido ni Internet, ni las pantallas táctiles, ni los GPS, ni los Iphone, pero tampoco Elon Musk, ni Google.  

La piedra basal de una economía de fundamentos sólidos es la inversión pública en infraestructura básica, en ciencia, en educación, en salud y en toda condición de vida que garantice igualdad de oportunidades para las grandes mayorías. Existe ya fuerte evidencia empírica de la correlación positiva entre distribución equitativa de la riqueza y crecimiento económico. Por eso los países ricos, del primer mundo, los países desarrollados, tiene mejor distribución de la riqueza. Con desigualdad económica creciente, las posibilidades de un crecimiento sostenido disminuyen sensiblemente. No casualmente, las políticas (y los políticos) neoliberales denigran la idea de la redistribución de la riqueza.

Es, en este sentido, que podemos decir que hoy vivimos en otra provincia, gracias a la gestión de un estado provincial presente en todos los ámbitos de la vida de los santiagueños. Tanto en tiempos de vacas gordas, como en tiempos de crisis y pandemia, la gestión del Frente Cívico por Santiago puso a los santiagueños siempre delante de todo. Y no estamos sólo haciendo un juicio de valor, sino que podemos apreciar la realidad según los hechos y los datos de diferentes fuentes de información. 

El gobierno de la provincia llevó a cabo una inversión inédita en todo tipo de obras de infraestructura, sentando de esta manera los cimientos para un crecimiento con inclusión que perdure en el tiempo. Asistimos a una época de cambio que habrá marcado un antes y un después en nuestra historia. Obras hídricas, escuelas, hospitales, rutas y caminos, red eléctrica, una facultad nueva (la de medicina), el mejor autódromo de Sudamérica, un estadio de fútbol de los mejores del país, un campo de golf internacional para fortalecer la oferta turística de las Termas más grandes del país, entre tantas otras.

No nos alcanzaría el diario entero para enumerar todo lo hecho, pero a modo de ejemplo, mencionaremos algunas áreas claves. Según el último Censo de Población y Viviendas, Santiago tiene el porcentaje más alto de familias propietarias de sus viviendas, con un 85%. Casi como en Singapur, que tiene un 90% de propietarios, uno de los porcentajes más altos del mundo. La diferencia es que, en Singapur, la vivienda y el terreno son propiedad del Estado, que los concesiona cada 99 años…

Santiago tiene uno de los mayores crecimientos en viviendas del país en estos 20 años: duplicó la infraestructura en viviendas particulares, pasando de 175.000 a más de 350.000. En estos años se hicieron tantas viviendas como en toda nuestra historia anterior, siendo gran parte de este crecimiento, gracias a las viviendas construidas por el estado. No quisiera dejar de mencionar el Programa de Viviendas Sociales, que lleva más de 30.000 viviendas construidas. Este programa surgió como solución a las viviendas ranchos y precarias, con el objetivo inicial de erradicar el mal de Chagas, pero también de dar solución habitacional. Es un Programa revolucionario en una provincia que históricamente sufrió dicho flagelo. 

El permanente acompañamiento por parte del gobierno de la provincia, que adoptó como política de estado, la promoción industrial, así como el incentivo a toda actividad productiva, se traduce en una economía pujante. 

Como puede observarse en el gráfico de la evolución de nuestro Producto Geográfico (su valor más cercano, el Valor Agregado Bruto), el crecimiento es notorio y persistente en el tiempo.

Según la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe, organismo de Naciones Unidas), Santiago del Estero, entre 2004 y 2021, es la provincia que más creció en el país, cerrando la brecha de productividad media respecto del promedio nacional. Incluso en épocas de pandemia, fue la provincia que menos cayó en actividad y de las que más rápidamente se recuperaron. Desde 2004 a 2023, sólo Jujuy la supera, gracias al litio.

Los sectores más importantes en nuestra economía son la Agricultura y Ganadería (con un 22%), el sector del Comercio Mayorista Minorista (con un 15%), la Construcción (con un 10%), la Administración Pública (con un 9%), la Educación (con un 8,55%), la Industria Manufacturera (con un 7,15%), la Salud (con un 6%), la Intermediación Financiera (con un 4,50%) y demás sectores minoritarios.

Santiago es la provincia de todo el Norte Grande del país que más dólares aporta al país (Exportación – Importación) y la 6° a nivel nacional.

El empleo se comportó acompañando este crecimiento económico. El Indec muestra un crecimiento en la Tasa de Actividad de un 25% entre 2017 y el 2025 (1°s trimestres), con un crecimiento en la Tasa de Empleo de un 27% y una caída en la Tasa de Desempleo de un 60%.

De los 120.000 empleos registrados por el SIPA (Sistema Integrado Previsional Argentino) en nuestra provincia, 55.000 corresponden a empleados públicos provinciales (un 45%). Hay que resaltar que la plantilla de empleados públicos no aumentó en 20 años, siendo la reposición de los que se van jubilando en mayor porcentaje ocupado por docentes, personal de salud y personal de seguridad, en ese orden. Es importante destacar que la Educación en nuestra provincia, se lleva más del 40% del presupuesto provincial, más que en cualquier otra. 

Seguramente se podrían haber hecho muchas cosas de manera distinta, seguro falta mucho por hacer, pero en este nuevo aniversario de nuestra querida Santiago del Estero, de algo estamos también seguros: no hay otro camino que el que decidimos seguir hace 20 años, el camino del desarrollo. 

Carlos F. Scrimini. Economista de Conciencia y Acción Ciudadana.