Por el Dr. Ricardo Psssone.
Cómo cuidar nuestros ojos en esta época de vientos, tierra y humo Cómo cuidar nuestros ojos en esta época de vientos, tierra y humo
Como todos los años para esta época, el ambiente seco, ventoso, polvoriento y a veces con existencia de humo en el aire, provocan que los ojos reaccionen al daño que produce justamente ese viento cargado de un sinfín de partículas y objetos permisivos a la salud ocular.
Muchas partículas llegan a los ojos y provocan alergias, además de la inflamación que se conoce como conjuntivitis y deriva en una infección provocada por el medio ambiente.
También te puede interesar:
Estos síntomas son irritación, sensación de sequedad, escozor, lagrimeo y otros. Cuando se trata de una infección, que puede ser contagiosa, presenta también secreción, lagañas y molestia al momento de entrar en contacto con la luz.
Es necesario evitar circular al aire libre con estas condiciones ambientales a veces muy agresivas y siempre se debe recurrir a un oftalmólogo que además de indicar la mejor medicación, señalará el tratamiento a seguir.
La conjuntivitis es común

La conjuntivitis es una de las afecciones del ojo más frecuentes y tratables en el mundo. Puede afectar tanto a niños como adultos. Es una inflamación de la conjuntiva, la membrana fina y transparente que recubre el interior del párpado y la parte blanca del ojo. Esta inflamación hace más visibles los vasos sanguíneos, lo que le da al ojo un color rosado o rojizo.
Los síntomas pueden variar, pero generalmente incluyen lo siguiente:
Enrojecimiento o inflamación de la parte blanca del ojo o del interior del párpado, aumento en la cantidad de lágrimas, secreción ocular que puede ser transparente, amarilla, blanca o verde, picazón, irritación o ardor en los ojos, sensación de tener arena en los ojos, lagañas en los párpados o las pestañas, los lentes de contacto no quedan cómodos o se desplazan cuando los tiene puestos.
Puede ser difícil establecer la causa exacta de la conjuntivitis porque algunos signos y síntomas quizás sean iguales, independientemente de la causa.
Lávese las manos y ayude a los niños a lavárselas para ayudar a evitar la propagación de la conjuntivitis.
Cuando la conjuntivitis es causada por virus o bacterias es muy contagiosa, puede transmitirse fácil y rápidamente de una persona a otra.
Medidas de prevención
La conjuntivitis que es causada por alérgenos o sustancias irritantes no es contagiosa, sin embargo, para reducir el riesgo de contagiarse o propagar la conjuntivitis, practique estas simples medidas de higiene personal:
+ Lávese frecuentemente las manos con agua tibia y jabón por lo menos durante 20 segundos.
+ Evite tocarse o frotarse los ojos.
+ Evite compartir maquillaje, lentes de contacto y sus estuches, y anteojos.
En estas ocasiones es importante consultar a un especialista para que le dé un tratamiento específico o para que haga un seguimiento concreto para detectar cualquier otra afección.
Esta infección debe ser correctamente detectada y tratada. La conjuntivitis bacteriana es muy contagiosa, pero generalmente se cura entre 7 y 10 días después del comienzo de los síntomas. Presenta secreción abundante y amarillenta de papilas y se trata con higiene ocular y antibióticos.
La intensa humareda producto de los incendios forestales es otra de las causas que incrementa el número de casos de conjuntivitis en esta época del año que se caracteriza por la sequedad del ambiente. Los ojos se tornan irritados a causa del humo.
Muchas veces los niños son los más afectados, el dolor y la picazón en los ojos de los niños provoca que muchos tienden a frotar la parte que les molesta provocando aún más irritación y el contagio al otro ojo, por esto se debe acudir de inmediato al Oftalmólogo que seguramente recomendará un colirio adecuado o un antibiótico para tratar de la mejor manera estas afecciones y recuperar la salud visual para una mejor calidad de vida.
Adoptar una serie de hábitos saludables y tomar ciertas medidas de prevención es fundamental para conservar la salud visual.
Explicamos cuáles son estas diez normas que todos, mayores y niños, deberíamos seguir para cuidar nuestros ojos y el cuidado de nuestra vista.
¿Cómo cuidar nuestros ojos?
Revisión oftalmológica anual. Para detectar lo antes posible cualquier problema ocular y ametropías (miopía, astigmatismo e hipermetropía) es aconsejable realizar una revisión oftalmológica cada año. La degeneración macular y el glaucoma, entre otras patologías, tienen mejor pronóstico si son detectadas y tratadas precozmente. Los errores refractivos no corregidos conllevan un esfuerzo visual con dificultad para enfocar, fatiga ocular y cefaleas.
Alimentación sana. Es necesaria para mantener una buena función visual. Las vitaminas A, C y E, minerales como el zinc y el selenio, pigmentos como la luteína y la zeaxantina y los ácidos Omega 3, son esenciales para la retina y para retrasar el envejecimiento de las estructuras oculares. Estas sustancias se encuentran en las verduras, frutas, pescado azul, mariscos y frutos secos. Deben complementar la dieta en casos de enfermos o personas mayores que no tengan una alimentación adecuada y en pacientes que presenten patologías oftalmológicas que requieran una mayor ingesta de los mismos.
Preservar la superficie ocular. La superficie ocular se mantiene transparente gracias a la lubricación de la película lagrimal. Al parpadear recubrimos el ojo con dicha película. Cuando fijamos la vista sea en el ordenador, el televisor o un libro, reducimos la frecuencia y amplitud del parpadeo. Esto causa sequedad ocular con aparición de molestias como enrojecimiento, dolor y lagrimeo por reflejo. Para evitarlas, es aconsejable el uso de lágrimas artificiales tanto en estas ocasiones como en situaciones ambientales adversas (calefacción, aire acondicionado, humo, etc.)
Proteger los ojos del sol. La radiación ultravioleta (UV) produce alteraciones agudas y crónicas en todas las estructuras del ojo. Es imprescindible escudarlos, incluso en los días nublados, tras unas gafas de sol homologadas con protección garantizada (filtro contra los UV). Hay que rechazar aquéllas que no reúnan estas características.
No frotarse nunca los ojos. Ante una contaminación ocular por algún cuerpo extraño o por alguna sustancia química es aconsejable el lavado inmediato con agua limpia en abundancia, antes de acudir al oftalmólogo. No deben frotarse los ojos.
Prevenir traumatismos. Practicar el deporte con las gafas adecuadas. Esto no solo protegerá los globos oculares de la radiación solar sino también de posibles traumatismos y del daño causado por factores ambientales como el viento, el polvo y la arena.
Trabajar con buena iluminación. Una iluminación adecuada es imprescindible para reducir la fatiga visual. Para leer debemos situar la fuente de luz detrás nuestro y enfocada en el libro; al trabajar con el ordenador o mirar la televisión hay que evitar que se produzcan reflejos de luz sobre la pantalla.








