A través de los biomarcadores, un simple análisis de sangre podrá determinar si se tienen altas chances de tener la enfermedad.
Especialista celebra los avances alcanzados para una detección temprana del Alzheimer Especialista celebra los avances alcanzados para una detección temprana del Alzheimer
Desde 1994, cada 21 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Alzheimer, establecida en colaboración de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Alzheimer's Disease International (ADI), con el propósito de concientizar sobre esta enfermedad, que afecta no sólo a los pacientes sino también a los cuidadores directos y familiares.
El Alzheimer, la forma más común de demencia, se entendió durante mucho tiempo como una enfermedad devastadora que se manifiesta de manera evidente en etapas avanzadas. Sin embargo, nuevos estudios sugieren que su progresión comienza décadas antes de que aparezcan los síntomas. Esta revelación podría cambiar radicalmente la forma en que se diagnostica y trata la enfermedad.
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Al respecto, el médico neurólogo santiagueño, Dr. Miguel Jacobo, destacó este avance al que calificó de "muy importante", y explicó que "se hace hincapié en la determinación de lo que se conoce como biomarcadores, con el que dentro de muy poco tiempo, un simple análisis de sangre podrá determinar si existen altas chances de tener la enfermedad, ya que se objetivará la presencia de las proteínas anormales".
"Esto hoy se puede obtener mediante imágenes o examen de líquido cefalorraquídeo, pero, obtenerlo en sangre, sería simple, rápido y menos costoso", acentuó.
El médico especialista hizo hincapié también en que "se sabe que los cambios en el cerebro (depósito de proteínas anormales, inflamación y degeneración), ocurren muchos años antes de que el paciente exprese síntomas, como la pérdida de memoria, por lo tanto, el dosaje de estos biomarcadores en sangre, permitirá determinar con antelación al impacto cognitivo, a las personas que desarrollarán la enfermedad".
La enfermedad
"El Alzheimer es la demencia más frecuente después de los 65 años. Casi medio millón de argentinos padecen esta enfermedad. Como el factor de riesgo más importante, y no modificable, es la edad, y conocemos que la expectativa de vida aumenta, se calcula que las cifras, tanto en nuestro país como en cualquier parte del mundo, se duplicarán en los próximos 20 años", especuló el doctor Miguel Jacobo.
Recordó que en las formas típicas, se inicia por compromiso de la memoria, aunque aclaró que "olvidar en etapas avanzadas de la vida no siempre será Alzheimer"-, pues "el olvido puede ser debido a un envejecimiento normal, y el Alzheimer es un envejecimiento patológico".
"Además, existen otras entidades casuales de demencia (estructurales u orgánicas, carenciales, infecciosas, metabólicas, etc.) que deben ser descartadas, previo al diagnóstico", añadió.
Finalmente, el doctor Miguel Jacobo explicó que el Alzheimer no solo afecta la memoria se afecta, sino que pueden existir desde el inicio, cambios en el humor, la personalidad, impedimentos para resolver problemas o toma de decisiones que antes no ofrecían dificultad, alteraciones en el juicio (salir vestido inadecuadamente, o proceder con actitudes inadecuadas con las demás personas.

El diagnóstico temprano generó un dilema ético
El Dr. Jacobo, planteó que los análisis de sangre puede realizarse cualquiera, en especial aquellos que tengan antecedente familiar, que a los 40 años ya lo pueden pedir.
"En este punto, se ha planteado un dilema ético en cuanto al diagnóstico. El consenso internacional dice que a los pacientes que no tienen síntomas, y que les da positivo el análisis de proteínas anómalas, que no pueden llamarse enfermos de Alzheimer. Sin embargo, hay un consenso americano, que dice que los positivos, aunque no tengan ningún síntomas, hay que llamarlos enfermos de Alzheimer", puntualizó.
También aquellas personas mayores de 70 años que comiencen con pérdida de memoria, pueden pedir a su neurólogo un análisis, si es que no lo recomienda el profesional.
La comunidad científica pone especial énfasis en que hay formas de reducir el riesgo de padecer esta enfermedad
Tal vez uno de los mayores desafíos en la lucha contra el Alzheimer no sea solo su diagnóstico temprano, sino cambiar la percepción general sobre la enfermedad. Durante mucho tiempo, la sociedad asumió que la demencia es una consecuencia ineludible del envejecimiento, pero los especialistas insisten en que hay formas de reducir el riesgo.
El Dr. Albert Hofman, de la Escuela de Salud Pública de Harvard, comparó la situación con enfermedades cardiovasculares: durante el siglo XX, los ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares eran considerados inevitables, hasta que se implementaron estrategias de prevención como el control del colesterol y la presión arterial.

Este mismo concepto puede aplicarse al Alzheimer.
De acuerdo con un análisis publicado por The Lancet, adoptar hábitos de vida saludables puede reducir el riesgo de demencia en hasta un 45% y retrasar la aparición de la enfermedad -o incluso prevenirla- es posible mediante:
* Control de presión arterial y colesterol.
* Ejercicio físico regular.
* Reducción del consumo de alcohol.
* Uso de audífonos en personas con pérdida auditiva, ya que la sordera sin tratar quintuplica el riesgo de deterioro cognitivo.
* Corrección de problemas de visión.








