Dolar Oficial: - Dolar Blue:- Dolar CCL:- Dolar Bolsa: - Dolar Mayorista: -

EL LIBERAL . Opinión

El problema de la "frazada corta"

Por Carlos Heller.

06/10/2025 11:41 Opinión
Escuchar:

El problema de la "frazada corta" El problema de la "frazada corta"

HACÉ CLICK AQUÍ PARA UNIRTE AL CANAL DE WHATSAPP DE EL LIBERAL Y ESTAR SIEMPRE INFORMADO

El miércoles en Diputados se llevó a cabo la reunión de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, que en su parte inicial estuvo dominada por el pedido mayoritario de remoción de su presidente, José Luis Espert, cuestionado por su mal desempeño al frente de la Comisión, aunque no faltaron las críticas por su relación con "Fred" Machado.

Luego se empezó a tratar el proyecto de ley de Presupuesto 2026, primera instancia a la que concurrió el secretario de Hacienda, Carlos Guberman. Es esencial que el debate vaya más allá de la intención del gobierno de cumplimentar con un requisito formal y que se discutan tanto las proyecciones como los escenarios más probables para 2026 y se invite a ministros y a otros secretarios de Estado.

También te puede interesar:

Mi posición es que las estimaciones macroeconómicas de la propuesta del Ejecutivo están invalidadas desde el vamos y con ello también el contenido de las planillas. La más cuestionable es tal vez la del tipo de cambio, que según el proyecto va a ser de $1.325 en diciembre de este año y de $1.423 a fines de 2026, casi el mismo valor al que cerró el último viernes ($1.424).

Además, un tema que no se debiera dejar de discutir es el anuncio del "salvataje" del Tesoro norteamericano, ya que no hay información sobre el contenido del mismo ni tampoco acerca de cómo podría influir en las proyecciones del Presupuesto.

Asimismo, desde lo conceptual hay definiciones que no hay que dar por buenas automáticamente. Al momento de la presentación del presidente Javier Milei en cadena nacional, éste afirmó que existían solo cinco países en el mundo que tenían superávit fiscal –uno de ellos Argentina— y que sin superávit no se podía funcionar. Sin embargo, más allá de que no son cinco sino una treintena las naciones con superávit, lo más importante es que todos los países que "funcionan", y que toma como modelos el Presidente, tienen un elevado déficit fiscal, y uno en particular: Estados Unidos.

La situación fiscal depende del balance entre ingresos y gastos primarios, pero también del grado de endeudamiento, ya que las deudas tienen asociado el pago de interés. Cuando el gobierno argentino parte de una meta fiscal inamovible, y luego aumenta su deuda y reduce sus ingresos fiscales (por ejemplo disminuyendo impuestos), no está haciendo otra cosa que anticipar que va a seguir recortando los gastos primarios. Adicionalmente, cabe tener en cuenta los intereses capitalizables de la deuda, que no se contabilizan en la cuenta de resultados: de registrarse como egresos, el tan elogiado superávit fiscal financiero se convertiría en un fuerte déficit.

Milei elogió el discurso del presidente de Estados Unidos en Naciones Unidas, y se hizo eco del argumento de Trump de que ese país estaba siendo atacado por la competencia de los productos importados (por eso la política de aranceles) y por el crecimiento de la deuda. Cabe preguntarse por qué, si tanto admira lo que hace Trump, en vez de abrir las importaciones (y tomar cada vez más deuda), el gobierno argentino no regula las importaciones ni protege la industria local.

En cuanto a la deuda, el INDEC publicó el Informe de la Balanza de Pagos, que refleja que en el segundo trimestre de 2025 la deuda externa del Gobierno Central se incrementó en U$S 18.507 millones respecto del trimestre anterior, gran parte tomada con el FMI. Queda claro que la idea de que el nuevo endeudamiento era para sanear la contabilidad del Banco Central fue solo una excusa para que ingresen dólares para tratar de incrementar las Reservas y las chances electorales del oficialismo. Como siempre, terminan quedándole al país la deuda y los condicionamientos.

La falta de certezas rodea la elaboración de todo Presupuesto, pero eso se amplifica cuando se está frente a un problema de "frazada corta". En materia cambiaria, si el Ejecutivo hace caso a los pedidos del FMI y del Tesoro de Estados Unidos y deja flotar libremente el dólar, el tipo de cambio seguramente subirá. Ello tendrá algunos efectos positivos para la economía en el corto plazo, ya que los productos importados, incluyendo también a servicios como el turismo internacional, perderán competitividad contra la producción local, que estará más protegida. Pero normalmente cuando el tipo de cambio sube el efecto se traslada a los precios y eso genera un desfasaje entre el costo de bienes y servicios y los ingresos de la ciudadanía, que consumirá menos, lo cual debilitará el mercado interno.

No es un tema de banda cambiaria vs. libre flotación. Tampoco aquí hay sólo un problema de mala praxis, ni de crisis interna del gobierno. El problema principal está en el modelo, que le sirve a unos pocos y que no cierra de ninguna manera.

En estos días el ministro de Economía viajó a Estados Unidos para, supuestamente, ultimar detalles del swap y el 14 será el turno de Milei. Dudo de que cualquier anuncio, por exitista que sea, sirva para cambiar el humor de la población, que solo mejora cuando percibe realidades concretas.

La Argentina necesita un proyecto con un Estado presente que proteja la producción nacional y el empleo. Se precisan a su vez políticas fiscales con progresividad para gravar a los sectores de mayores riquezas y reestablecer regulaciones que impidan que continúen la fuga de capitales y la concentración económica.

Fuente: Ámbito

Lo que debes saber
Lo más leído hoy