Están sindicados de vender la carne y alzarse con varios millones en negro. Tres prófugos en carpeta.
Prisión preventiva para Neirot y Gutiérrez por "abigeato" con 23 cabezas de ganado Prisión preventiva para Neirot y Gutiérrez por "abigeato" con 23 cabezas de ganado
Dos individuos seguirán tras las rejas al menos cuatro meses más, sospechosos de robar 23 cabezas de ganados en tres golpes nocturnos ejecutados en julio y "coronar" su raid delictivo birlando 1.000 latas de cerveza a un club de San Pedro.
En audiencia, el juez de Control y Garantías, Héctor Salomón, refrendó la preventiva en contra de Esteban Gutiérrez y a Cristian Daniel Neirot, representados por los abogados, Gustavo Jorge y Hugo Smeriglio, respectivamente.
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El proceso es instruido por Florencia Moreno y Silvina Zerda, integrantes del equipo de la fiscal Luján González Garay, quienes enrostran al dúo cargos por "abigeato agravado por la violencia".
Su prontuario
Para la Fiscalía, los sujetos golpearon primero el 3 de julio en la estancia La Porteñita. Mataron una vaca y robaron otras 9; el 18 de julio volvieron a la carga, esta vez lo sufrió el dueño de un campo de El Simbol. Mataron un toro y robaron 9 vacas. El 26 de julio golpearon en Maco. Sustrajeron 5 vacas, las faenaron, se llevaron la carne y abandonaron las vísceras.
El 3 de agosto coparon un club deportivo en San Pedro. Robaron freezers, artefactos eléctricos, comida, carne, vino, gaseosas y 1.000 latas de cervezas. En base a la información de las víctimas y vecinos, los policías "llegaron" a Neirot y Gutiérrez, cuya caída fue complementada con secuestros clave. De acuerdo con el resultante de los allanamientos, los amigos recibieron ayer un "mazazo" judicial: preventiva hasta fin de año.
Tres prófugos
Asimismo, ahora la Fiscalía destinará sus energías para dar con los tres enigmáticos y huidizos: Pablo Daniel Díaz ("Chueco"), Carlos Alejandro Juárez ("Mono") y Segundo Daniel Carrizo ("Brahian"), prófugos desde agosto.
Negocio redondito en el mercado negro
La investigación de la fiscal Luján González Garay sacó al descubierto al menos media docena de carnicerías capitalinas, sospechosas de comprar carne a los cuatreros, en detrimento de la salud de la población.
Los propios imputados confirmaron que llevaban la carne en bolsas de residuos, de noche, fuera de cualquier heladera, ni qué cuidar una hipotética cadena de frío.
El negocio era redondito para ambas partes. Y la transacción demandaba repetirla una y otra vez. Vendían a $ 2.000 o $ 3.000 por kilo.
Luego, las carnicerías la revendían con precio de mercado, $ 10.000 por kilo.
