Duki: "Los que creen que está mal llorar son cobardes y carecen de valentía"

Duki, el máximo referente del trap argentino, de solo 27 años, coronó su debut en el estadio de River Plate con un repaso por todas sus eras musicales, y si bien el foco estuvo puesto en su performance como cantante, el músico logró capturar la atención en el escenario con una sentida reflexión sobre los estados emocionales que tienen mala prensa, como la angustia a la que había hecho referencia durante la conferencia de prensa previa a sus shows.

Sobre un escenario que recreaba el planeta ficticio de "Antes de Ameri", su última placa, Duki cumplió con su rol de líder generacional: es que el músico oriundo del barrio porteño de Almagro bajó línea y se sacó de encima cualquier rotulo de "rockstar": "Yo no me voy a hacer el rockstar, el John Lennon, el Slash, yo soy Mauro Ezequiel Lombardo y soy igual que todos ustedes".

"Les estoy agradecido a todos ustedes porque me eligieron, muchas gracias por darme este lugar. Voy a vivir en la Argentina hasta el puto día que me muera", dijo en una de sus primeras intervenciones del show que abrió con "Givenchy".

A lo largo de la noche y el repertorio, otros estelares y exponentes de la escena musical actual como Bizarrap, Khea, C.R.O, Bhavi, Milo J, Tiago PZK, FMK, Lit Killah, Rusherking y Emilia Mernes también acompañaron a Duki en esta "pelea" para la que se "estuvo preparando todos estos años", según declaró el último miércoles en una conferencia de prensa que interrumpió intempestivamente cuando se confesó sobre la "angustia" de haber cumplido a tan corta edad semejantes logros.

"La gente percibe la tristeza como algo negativo, pero no lo es. Es algo que nos fortalece. Si estás triste, hablá de ello. Yo soy hombre y he llorado desde que nací, y eso me hace fuerte. Aquellos que creen que está mal llorar son unos cobardes y carecen de valentía. Si alguien los llama cagones por llorar, ustedes respondan: 'Vos sos un cagón por no querer mostrar tus emociones, gil'", se descargó desde el escenario para despejar dudas.

Secundado por la parafernalia de las llamaradas y fuegos de artificio, el protagonista de la noche apeló a su propio fuego interior para encontrar un balance sano sus propio desborde de emoción y la firmeza de un performer devenido en uno los artistas más convocantes del país.

Con la experiencia a cuestas de su salto a los estadios que inauguró a finales del año pasado con cuatro fechas en el estadio de Vélez, Duki sigue guiando al resto desde la primera fila del movimiento: "Lo que más pensaba es que en el futuro, cuando alguien busque un show mío en vivo, probablemente salgan estos shows en River, entonces desde ese lado, hay un poquito de presión pero también un poquito de goce. Supongo que cuando me pare ahí todo cambia", respondió el miércoles ante una pregunta de Télam.