En medio del karaoke y la espuma, un rayo mató ayer a un invitado en fiesta de cumpleaños de 15

La naturaleza, tan imprevisible y hasta inimaginable en su obrar, transformó ayer una fiesta de cumpleaños en horror, al perecer un vecino de Quebrachos alcanzado por un rayo fulminante, mientras numerosos jóvenes se divertían con el baile de karaoke y la espuma.

El lamentable hecho se registró antes de las 2 de la madrugada en la casa de Sergio Cabrera, en el paraje Puma Huasi, distante 25 kilómetros de Sumampa, Quebrachos.

En la previa, la fiesta congregó a más de 150 invitados, conformado por parientes de sangre directos, primos, amigos y vecinos. Entre la multitud, se encontraba Víctor Lescano, de 26 años, primo de la cumpleañera. El joven destinó sus energías oscilando entre la alegría y el baile, por su profesión de mozo, ayudando a sus primos.

Habitual lluvia

Los invitados manifestaron que durante la semana fue una constante el aguacero, Pero los organizadores decidieron realizar la fiesta. El bullicio colectivo y el baile se concentró en el patio de la vivienda.

Mientras una treintena de jóvenes reía con el baile y abundante espuma, un ensordecedor rayo transformó la algarabía en tragedia: el efecto devastador dejó literalmente sordos a casi todos los invitados.

Diez segundos después, advirtieron que cuatro personas yacían en el piso. Eran Víctor Lescano, de 26 años y Betiana Oroná, de 23, y una pareja alcanzada por el fenómeno. De inmediato, todos fueron conducidos al Hospital Distrital de Sumampa, pero los médicos confirmaron que Lescano había arribado sin vida.

Vivir para contarlo

Los otros heridos viven para contarlo. Oroná fue derivada a la ciudad de Ojo de Agua, pues no reaccionaba, pero ayer evolucionaba bien. Mucho mejor, los otros dos heridos.

A las 4.30 acudió a la Comisaría 33, Sergio Cabrera, de 43 años, el anfitrión. Detalló el instante fatídico de la caída del rayo e identidades de todos los protagonistas del accidente.

Alertada, la Fiscalía dispuso la intervención de médicos y policías. A la vez, que los profesionales de la salud sean interiorizados del estado que presentan los tres sobrevivientes y que las actuaciones les sean remitidas hoy o mañana, enfatizaron las fuentes.

Las lesiones que pueden sufrir las víctimas

La lesión por rayo se produce por una exposición breve a una corriente eléctrica de gran intensidad de descarga. Alrededor del 10% de las personas alcanzadas mueren, porque el corazón deja de latir y la respiración se detiene.

Los especialistas sostienen que implica una descarga de una corriente eléctrica atmosférica en el contexto de una tormenta sumamente rápida: dura milisegundos, su potencia, de hasta 10 millones de voltios, y una temperatura de hasta 8.000° C.

En cuanto a las lesiones que se producen, lo primero es el impacto. Puede causar un traumatismo brutal. Este traumatismo se produce de dos formas: el rayo puede caer directamente sobre la persona, o bien en el suelo cerca de la víctima. En ese caso, como el rayo ingresa por los pies, las lesiones ascienden de abajo hacia arriba.

El intenso golpe lo primero que puede causar es un politraumatismo y fracturas en cualquiera de los huesos. Asimismo, quemaduras. La lógica sugiere quemaduras profundas y muy graves, pero no es así.

Aunque la temperatura es muy alta, el contacto del rayo con el cuerpo es tan breve que no da tiempo a quemaduras profundas (que solo vemos en un 5% de los pacientes). Lo común es que, si hay quemaduras, sean superficiales.

Otras de las heridas surgen por las metalizaciones. Si la víctima lleva cualquier objeto metálico, como pendientes, anillos, pulseras, etc., el rayo hace que se incrusten en la piel. También es común que surjan lesiones en los órganos. Entre un 25% y un 30% de las personas a las que les cae un rayo, mueren en el momento porque se les paraliza el corazón.

Hay que reanimar y, además, durante más tiempo del habitual, que es en torno a 30 o 40 minutos, ya que los damnificados tienen más probabilidad de salir adelante, porque la parada cardíaca no se debió a un fallo estructural del corazón, sino a la corriente eléctrica.

La caída de un rayo también puede afectar al cerebro. Muchas víctimas terminan en coma y con alteraciones de la memoria por muchos días. También se producen parálisis, pero son temporales porque tampoco se deben a fallos estructurales, sino al espasmo enorme de los músculos de las extremidades cuando el rayo alcanza al cuerpo. Es frecuente la insuficiencia renal, a medio o largo plazo.

Por último, no es extraña la rotura de los tímpanos, que sufre hasta un 80% de los damnificados; también, riesgo de cataratas en sus ojos.